De m¨¢s a menos

El guitarrista Chuck Loeb creci¨® y tuvo la fortuna que a otros m¨²sicos les falt¨®. Se le cruzaron en el camino algunos discos de Wes Montgomery que le dejaron pensativo y sumido en un mar de dudas. Afortunadamente, poco despu¨¦s la m¨²sica de John McLaughIin le tendi¨® un cable salvador que le sirvi¨® de gu¨ªa por los intrincados caminos de lo que se conoce como m¨²sica total, la que hace hoy todo el mundo.Loeb har¨ªa un espl¨¦ndido papel como guitarrista de estudio. Toca todos los palillos y en ninguno desentona. Cuando hace jazz es fluido, veloz, y asocia, hasta donde es posible, la modernidad de Pat Metheny con el clasicismo de Wes Montgomery, pero como compositor gira brusca e inexplicablemente hacia unas formas de pop ingenuo y trasnochado, con abundantes referencias a la m¨²sica brasile?a que hac¨ªan Flora Purim y Airto Moreira 15 a?os atr¨¢s. Para la ocasi¨®n, la cantante Carmen Cuesta hizo de Flora Purim.

Jorge Pardo, Carlos Carli y Emilio Robalo, curtidos en mil batallas, superaron la prueba con estoicismo y Pepe Pereira cobr¨® protagonismo a base de volumen, que no es una buena raz¨®n para destacar.