?Y qui¨¦n es ¨¦l?

?Qui¨¦n es Ant¨®n Reixa? ?Un charlat¨¢n de feria que vende canciones en lugar de la mu?eca chochona o el perrito piloto? ?Un aspirante frustrado a cantante de Los Tamara? ?Un infiltrado de los coros y danzas dispuesto a dar la puntilla al pop? ?Un dinamitero que utiliza el grito "?manda carallo!" para hacer saltar por los aires la Galicia del Ei, carballeira?Ant¨®n Reixa, cantante y cabeza visible de Os Resentidos, es un vigu¨¦s de 33 a?os, licenciado en filolog¨ªa gallega, fundador de grupo po¨¦tico Rompente, auto de siete libros de poes¨ªa, guionista, traductor de novelas portuguesas y director de 38 v¨ªdeos. Adem¨¢s acaba de publicar con Os Resentidos su quinto disco titulado Jei, que present¨® en Madrid en un recital indescriptible.

"A la c¨¢rcel", musitaban los de su casa discogr¨¢fica. "Si alguien ha grabado esto vamos todos a la c¨¢rcel". Reixa acababa de marcar las diferencias entre no resentidos y resentidos y arremeti¨® con todo bicho viviente mientras el p¨²blico se part¨ªa las muelas de risa. Fue el comienzo de un concierto demencial, basado en una programaci¨®n r¨ªtmica muy en¨¦rgica como sost¨¦n de unas canciones en las que hay de todo: rap, pop, rock y salsa, todo aderezado con guitarras el¨¦ctricas y gaitas gallegas y unos textos iconoclastas, l¨²cidos, ut¨®picos, tercermundistas e irreales. Os Resentidos demostraron que es un grupo imprescindible porque tiene frescura, riesgo, humor, sarcasmo, originalidad e imaginaci¨®n para enfrentarse y destrozar los t¨®picos. La programaci¨®n r¨ªtmica enlatada enfr¨ªa y desluce el aspecto visual del espect¨¢culo de alguien como Reixa, que, parad¨®jicamente, ha demostrado con creces en sus videos que es un magn¨ªfico creador de im¨¢genes. La aparici¨®n del grupo de rap Sindicato del Crimen puso la guinda a la tarta del desmadre, y la interpretaci¨®n de su mejor canci¨®n, Galicia can¨ªbal, cerr¨® un recital esperp¨¦ntico.

Os Resentidos no es un grupo perfecto, ni falta que hace. Un instante de su imperfecci¨®n vale m¨¢s que dos horas de la soser¨ªa de otros m¨¢s pintones, aunque al final nos quedemos con la duda: ?Y qui¨¦n es ¨¦l?