Cuatro frentes
A Su retorno de la cumbre con George Bush en Washington, Gorbachov ha emprendido negociaciones en cuatro frentes para intentar resolver, o al menos encauzar, los problemas internos m¨¢s agudos que le acosan. En el frente b¨¢ltico, el m¨¢s delicado tras la proclamaci¨®n de independencia de Lituania; en el ruso, que se ha puesto al rojo vivo con la elecci¨®n de Bor¨ªs Yeltsin como presidente de la Rep¨²blica Rusa; en el parlamentario, centrado hoyen la reforma econ¨®mica, y en el del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS), cuyo 282 congreso se celebrar¨¢ a comienzos de julio.El hecho m¨¢s sensacional ha sido, sin duda, la entrevista de Gorbachov con los presidentes de las tres rep¨²blicas b¨¢lticas, celebrada paralelamente a la reuni¨®n del Consejo Federal. Al participar en esa reuni¨®n, el presidente lituano, Landsbergis, ha hecho una concesi¨®n apreciable: el reconocimiento del fracaso de su intento de imponer la secesi¨®n de Lituania mediante una proclamaci¨®n unilateral para luego negociarla desde fura. Los lituanos -y los b¨¢lticos en general- se inclinan ahora por incluir su caso en el marco de la ineludible transformaci¨®n del sistema estatal de la URSS. Ineludible, sobre todo despu¨¦s de la elecci¨®n de Yeltsin como presidente de Rusia y de la proclamaci¨®n de soberan¨ªa por el S¨®viet Supremo de esa rep¨²blica. Se ha impuesto as¨ª un nuevo enfoque del problema de las naciones de la URSS: ahora tendr¨¢ que ser abordado de forma mucho m¨¢s radical, pero a la vez m¨¢s global, dejando abierta la posibilidad de un planteamiento legal que evite un desmembramiento incontrolado.
El viraje se produjo en la reuni¨®n del 12 de junio del Consejo Federal, en la que se acord¨® elaborar un nuevo tratado de uni¨®n y, sobre todo, incluir en ¨¦l diversas formas de asociaci¨®n de las rep¨²blicas con los ¨®rganos federales. Unas rep¨²blicas ser¨¢n miembros plenos de la uni¨®n, pero otras tendr¨¢n lazos m¨¢s flexibles. Y en algunos casos -sin duda, lo adecuado para las b¨¢lticas- la asociaci¨®n ser¨ªa solamente real en materias de econom¨ªa, defensa y aspectos de pol¨ªtica exterior. Se manej¨® incluso la f¨®rmula de uni¨®n de rep¨²blicas socialistas soberanas: las siglas seguir¨ªan siendo URSS, pero con un contenido muy distinto. Con esta perspectiva ha empezado a bajar la tensi¨®n entre Mosc¨² y Vilna: se ha aliviado el bloqueo econ¨®mico impuesto por el primero a cambio de una congelaci¨®n de la declaraci¨®n de independencia.
En el frente parlamentario, Gorbachov ha tenido que hacer frente al descontento causado por el fracaso de las reformas econ¨®micas intentadas hasta ahora. El proyecto del primer ministro Rizhkov para pasar a una econom¨ªa de mercado ha sido duramente criticado por los radicales y tambi¨¦n por varios de los consejeros de Gorbachov. Por una amplia mayor¨ªa, se acord¨® aplazar la aplicaci¨®n del proyecto hasta septiembre: no s¨®lo para evitar subidas de precio con probables reacciones sociales, sino para radicalizar el paso efectivo a la econom¨ªa de mercado.
?En qu¨¦ base pol¨ªtica podr¨¢ apoyarse este Gorbachov inclinado a negociar para salir de un atolladero en el que parec¨ªa hundirse? Todo indica que, a pesar del enfrentamiento personal con Yeltsin, las negociaciones se encaminan hacia un acuerdo pol¨ªtico con la Plataforma Democr¨¢tica. Y sobre todo con vistas al congreso del PCUS. El partido pierde peso en la realidad y necesitar¨ªa acoplarse a un pluralismo que se impone cada vez m¨¢s en los hechos. ?Es posible una transformacion tan profunda? La opci¨®n socialdem¨®crata cuenta con muchos partidarios entre los miembros de la Plataforma Democr¨¢tica, e incluso entre algunos de los consejeros de Gorbachov, como lo dej¨® claro Shatalin en su reciente visita a Espa?a. Pero la actitud de Gorbachov es a todas luces m¨¢s reservada. Y es dif¨ªcil prever hasta d¨®nde puede llegar en su esfuerzo negociador con la izquierda reformista.
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