Giros alrededor de la Alhambra
Los Derviches turcos act¨²an hoy y ma?ana en el Festival de M¨²sica y Danza de Granada
Una de las notas diferenciadoras del 39? Festival de M¨²sica y Danza de Granada es, sin duda, la programaci¨®n de dos veladas dedica- das a la m¨²sica sufi. Durante la noche de hoy, mi¨¦rcoles, el patio del Palacio de Carlos V en la Alhambra recibir¨¢ al qawwal paquistan¨ª Nusrat Fateh Ali Khan y las danzas m¨ªsticas de los Derviches Gir¨®vagos Mevlevi, de Estambul. El grupo turco repetir¨¢ ma?ana su actuaci¨®n a las 20.30 para aprovechar la puesta del sol. "El Gobierno turco nos tolera mientras nos mantengamos en los l¨ªmites estrictos del f¨®lclor", afirm¨® Kudsi Erguner, portavoz de los Derviches Gir¨®vagos, en su entrevista con EL PAIS.
"Se trata de una ceremonia religiosa ritual que se celebra como tal desde el siglo XIV', explic¨® Erguner, uno de los m¨¢s reputados m¨²sicos y music¨®logos turcos de la actualidad, int¨¦rprete de nay (flauta), cabeza visible de los Derviches Gir¨®vagos Mevlevi y responsable en buena medida del mantenimiento de esta tradici¨®n milenaria. La caracter¨ªstica especial de las ceremonias de los Derviches Nevlevi es abandonarse al ¨¦xtasis girando sobre s¨ª mismos por incitaci¨®n de la m¨²sica o el canto.La orden Nevlevi fue fundada en el siglo XIII por Rumi, que fue tambi¨¦n el inspirador de estas ceremonias. "Para Rumi crear la danza giratoria fue algo espont¨¢neo", prosigue Erguner. "Paseaba por un mercado y oy¨® los golpes de martillo de un joyero que trabajaba el oro. Esos golpes le inspiraron para danzar girando sobre s¨ª mismo. Posteriormente, sus alumnos comenzaban a girar cuando o¨ªan m¨²sica o poes¨ªa en sus reuniones". Por esta raz¨®n el ritual se denomina sama, que significa escucha.
Cuando se cre¨® la cofrad¨ªa Nevlevi como tal, en el siglo XIV, se introdujo la danza giratoria como ceremonial. "La m¨²sica que interpretamos proviene de autores an¨®nimos de ese siglo". La cofrad¨ªa Nevlevi lleg¨® a tener m¨¢s de 100 monasterios diseminados por todo el Imperio otomano, en los que se practicaba el sama utilizando siempre poemas de Rumi. "Nuestro grupo presenta la ceremonia tal como se realizaba en el siglo XIV, sin deformar la tradici¨®n", explica Erguner. En 1925 el Gobierno turco prohibi¨® la existencia institucional de las cofrad¨ªas, confisc¨® los monasterios y los convirti¨® en museos. "Los sufies se encontraron sin el lugar en que se reun¨ªan, pero la tradici¨®n era una ense?anza de hombre a hombre que no pod¨ªa romperse, s¨®lo se redujo a c¨ªrculos m¨¢s reducidos, reuniones m¨¢s ¨ªntimas".
Reuniones particulares
Poco a poco los Nevlevi fueron reuni¨¦ndose en domicilios particulares recuperando todos los elementos de su tradici¨®n. El mismo Erguner dirige en Par¨ªs un centro Nevlevi con m¨¢s de 100 asistentes. "Las leyes francesas nos permiten existir como asociaci¨®n. En Turqu¨ªa es diferente, ya que siguen prohibidas las cofrad¨ªas y el Gobierno turco nos tolera mientras nos mantengamos en los l¨ªmites del folclore, pero tendr¨ªamos problemas si quisi¨¦ramos ir m¨¢s all¨¢. Turqu¨ªa est¨¢ gobernada por turcos que se han formado en universidades extranjeras, tienen una mentalidad europea y quieren imponerla. Es otro estilo de colonizaci¨®n ejercido por la misma gente del pa¨ªs. Para implantar la civilizaci¨®n europea es necesario destruir todos los trazos de la antigua civilizaci¨®n, y nosotros, los sufies, formamos parte de esas cosas a evitar".La ¨²nica orden Nevlevi turca se encuentra en la actualidad en Estambul, y Erguner deja muy clara su diferencia con las falsas ceremonias sufies que se celebran en Konya, ciudad en la que se encuentra enterrado Rumi. "Las ceremonias de Konya", afirma, "son espect¨¢culos tur¨ªsticos auspiciados por el Gobierno, sin ning¨²n significado ceremonial. Para el Gobierno turco una ceremonia sufi tiene el mismo valor que la danza del vientre, y nosotros no queremos jugar a ese juego; para nosotros es algo m¨¢s trascendental".
Los Derviches Gir¨®vagos Nevlevi no son profesionales, todos ellos tienen otras profesiones y dedican parte de sus ratos libres a la pr¨¢ctica del sama. "Ser¨ªa imposible vivir en la Turqu¨ªa actual s¨®lo tocando m¨²sica de ceremonial. Jam¨¢s los integrantes de la orden Nevlevi han sido monjes apartados de la vida social; no sucede como en el cristianismo. En este plan nada ha cambiado, s¨®lo los vestidos que utilizamos normalmente, dejando para la celebraci¨®n las vestimentas tradicionales", puntualiza Erguner.
Kudsi Erguner es un hombre abierto a otros estilos musicales y ha colaborado con numerosos m¨²sicos de otras tradiciones desde el guitarrista flamenco Manuel Cano hasta int¨¦rpretes de Quena andina, m¨²sicos africanos o int¨¦rpretes de rock como Peter Gabriel. "De todas estas experiencias, de la que estoy m¨¢s satisfecho es de mi colaboraci¨®n con Peter Brook para su Maha barata. Primero profundizamos en la m¨²sica de diversas partes del planeta y despu¨¦s trabajamos conjuntamente para crear algo nuevo a partir de esos sentimientos. Fue un trabajo profundo, no como en otras ocasiones". Esta grabaci¨®n acaba de ser editada por el sello Real World, propiedad de Peter Gabriel.
Erguner y los Derviches Gir¨®vagos Nevlevi han presentado la misma ceremonia que hoy y ma?ana podr¨¢ verse en Granada en diversos pa¨ªses europeos y americanos, con gran aceptaci¨®n por parte de p¨²blicos alejados de la m¨ªstica isl¨¢mica."E1 p¨²blico no se fija solamente en el sonido del nay o en el giro de los derviches o en un determinado canto, el impacto es siempre la totalidad de la ceremonia. Ya desde el primer momento se crea una comunicaci¨®n que escapa a la l¨®gica y no admite explicaci¨®n. Es un acontecimiento que vivimos m¨²sicos y bailarines, y la gente que nos mira", concluye Erguner.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.