Del miedo al riesgo
El Mundial de verdad empieza ahora. La primera fase es, ante todo, una evaluaci¨®n de la que los alumnos conocen varias preguntas del cuestionarlo. Lo trascendental estriba m¨¢s en saber quien se ha quedado en el camino que, a¨²n siendo importante, en conocer el pr¨®ximo rival. Lo nefasto es no clasificarse, porque, una vez en el bombo, no hay nadie que se rinda a un s¨®lo partido. Traspasar esta barrera comporta un cambio de mentalidad brutal. Es pasar del miedo a perder a la necesidad de ganar.El partido inaugural fue decisivo en la alteraci¨®n del orden natural. Camer¨²n le pudo a la campeona Argentina y comenzaron a sacudirse los cimientos del f¨²tbol mundial. El miedo a perder ante cualquiera se extendi¨® por toda Italia. Los t¨¦cnicos apostaron mayoritariamente por una reorganizaci¨®n t¨¢ctica en la que primaba m¨¢s el no perder que el ganar, en la que los defensas igualaban en n¨²mero a la suma de medios y delanteros, donde era m¨¢s rentable disponer de dos laterales que se sumaran a la presi¨®n de la l¨ªnea de medios que de dos extremos que quebraran la cintura de dos zagueros.
Un equipo se puede defender siempre que no deje de lado la posibilidad de ganar. Y eso no ocurri¨® demasiado. Hubo demasiado miedo y poco espect¨¢culo. Hubo, eso s¨ª, aportaciones interesantes. Me quedo, por ejemplo, con el potencial f¨ªsico exhibido por una Alemania que dispone, adem¨¢s, de jugadores con talento. Me gust¨® el equilibrio existente entre la defensa y el medio campo italiano, una selecci¨®n con solvencia suficiente para amarrar y, al mismo tiempo, generar reiteradas ocasiones de gol, aunque le cuesta concretar su tremendo esfuerzo. Y, sobretodo, retengo en mi memoria a la Colombia de Francisco Maturana.
Colombia ha sido la ¨²nica selecci¨®n que me ha hecho saltar de mi butaca para aplaudir un gol. El partido memorable que realiz¨® frente a Alemania se merec¨ªa cualquier premio. El m¨¦rito de este equipo ha radicado en su capacidad para variar su reorganizaci¨®n t¨¢ctica y ritmo de juego en funci¨®n del rival sin renunciar nunca al espect¨¢culo. Esta escuadra desprende olor a f¨²tbol, desde el portero Higuita hasta el ¨²ltimo de la fila del banquillo. Es un equipo art¨ªstico.
El secreto de este equipo que siempre se agrupa en torno al esf¨¦rico est¨¢ en la clarividencia futbol¨ªstica de su t¨¦cnico. La capacidad de Francisco Maturana es tal que incluso el propio Arrigo Sacchi, el t¨¦cnico del mism¨ªsimo Mil¨¢n, procura asistir con regularidad hasta a los entrenamientos de Colombia.
El nuevo Brasil
Hay quien incluso ha visto en Colombia la imagen del Brasil de los anteriores Mundiales. Sebastiao Lazaroni, consciente quiz¨¢ de que el buen f¨²tbol no es garant¨ªa de t¨ªtulos, se ha plegado a la corriente mayoritaria. Hoy es un equipo mezquino en relaci¨®n a lo que nos ten¨ªa acostumbrados cuando ganaba porque jugaba mejor que cualquier rival. El Brasil 90 se ha apartado de la mayor¨ªa de los conceptos futbol¨ªsticos que anta?o le llevaron a ganar tres Mundiales para ampararse en una tremenda solvencia defensiva. No es lo mismo atacar con dos laterales que con dos extremos. Y de ah¨ª que sea un equipo al que le cuesta tanto marcar un gol como que se lo metan a ¨¦l.El rostro de la decepci¨®n, sin embargo, es el de Holanda. Ese es un equipo al que se ha visto desmotivado y cuando no existe la motivaci¨®n no se puede jugar bien ni teniendo a los mejores jugadores del mundo. Tampoco Inglaterra ha mostrado otra novedad que no sea su capacidad de trabajo. No recuerdo, por ejemplo, que un jugador del talento de Barnes haya forzado m¨¢s de un par de remates a gol. Trabaja como todos, para un bloque que incluso se permiti¨® el lujo de incorporar frente a Holanda a un tercer defensa escoba-libre (Wright) junto a los dos centra les. La aportaci¨®n de la campeona Argentina ha sido tambi¨¦n es casa. Parece recuperarse, partido a partido, sin llegar a mostrar se como un grupo consistente De ella puede esperarse cualquier cosa. Le basta con Diego Armando Maradona.
Loable es, por otra parte, la sapiencia de Checoslovaquia para saber pararse en el campo con un grupo de jugadores chispeantes, r¨¢pidos, agresivos y bien dotados t¨¦cnicamente. Es un equipo solvente, bien armado, como puede serlo B¨¦lgica cuan do cuenta con todos sus titulares Yugoslavia representa la peligrosidad. Nunca te puedes fiar de ese equipo, porque parece capaz de lo mejor y de lo peor. Uruguay dispone tambi¨¦n de un juego ofensivo mejor del que se le supone por su marcha en este campeonato. La fuerza de Costa Rica parte de la categor¨ªa de su portero y su facilidad para trenzar un f¨²tbol trabajado y alegre al mismo tiempo en el que impera el buen trato al bal¨®n. Nadie le ha regalado nada.Por lo dem¨¢s, en la mente de todos queda la sapiencia de Hagi (Rumania); la facilidad de Irlanda para no dejar jugar al rival; y el derroche de energ¨ªas de Egipto, que incluso ha llegado a plasmar en la cancha un buen nivel futbol¨ªstico.
Este art¨ªculo ha sido reelaborado period¨ªsticamente por Ram¨®n Besa.
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