Los enemigos naturales del monte de El Pardo
Trenes, carreteras, especulaci¨®n y domingueros amenazan a este importante bosque madrile?o
El mayor espacio boscoso continuo de la Comunidad de Madrid est¨¢ a tan s¨®lo ocho kil¨®metros de la Puerta del Sol. La resistencia del PSOE regional a pedir al Congreso su declaraci¨®n de parque natural ha demorado a¨²n m¨¢s una decisi¨®n fundamental para este monte, ya que cient¨ªficos y conservacionistas coinciden en que su actual adscripci¨®n al Patrimonio Nacional no garantiza su conservaci¨®n. Mientras llega la ansiada declaraci¨®n, las amenazas siguen presionando. La M-40, el tren de alta velocidad, la urbanizaci¨®n Tres Cantos y los domingueros son sus enemigos naturales.
El monte de El Pardo, considera do como uno de los mejores ejemplos de bosque mediterr¨¢neo de llanura, re¨²ne todos los m¨¦ritos para ser declarado par que nacional, figura que permitir¨ªa su protecci¨®n cient¨ªfica y racionalmente. La Asamblea de Madrid, ya con todos los grupos pol¨ªticos de acuerdo, pedir¨¢ al Congreso de los Diputados su inclusi¨®n en la red estatal de espacios protegidos, seg¨²n acuerdo mayoritario suscrito por la Plata forma para la Defensa del Monte de El Pardo y el Partido Popular, Izquierda Unida, el Centro Democr¨¢tico y Social y, condicionadamente, por el PSOE de Madrid. La declaraci¨®n de parque nacional para este monte es una aspiraci¨®n que se acaricia desde hace a?os."Noventa y nueve kil¨®metros de tapia dieciochesca, ordenados construir en 1753 por Fernando VI para proteger un coto real de caza, no bastan en 1990 para garantizar la conservaci¨®n de uno de los espacios ecol¨®gicamente m¨¢s valiosos de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, situado a menos de ocho kil¨®metros de la madrile?a Puerta del Sol y rodeado por una poblaci¨®n de cinco millones de habitantes", afirma Manuel Fern¨¢ndez, miembro de la Federaci¨®n de Amigos de la Tierra y uno de los irripulsores de la recientemente creada Plataforma para la Defensa del Monte de El Pardo.
"El monte de El Pardo se encuentra en grave peligro porque, entre otras cosas, est¨¢ infradotado jur¨ªdicamente y carece de una figura de protecci¨®n conveniente", en opini¨®n de Santiago Castroviejo, director del Real Jard¨ªn Bot¨¢nico.
La lista de amenazas concretas que se ciernen sobre El Pardo ha sido definida con precisi¨®n por la plataforma ahora creada. Totalizan una decena de aspectos de preocupante envergadura. Entre las m¨¢s graves e inminentes, el todav¨ªa no resuelto cierre de la ampliaci¨®n del cintur¨®n de circunvalaci¨®n de Madrid o M-40, que se concretar¨¢ en los pr¨®ximos meses en base a una de las tres soluciones concebidas. La que con mayor ardor defiende la Administraci¨®n -el t¨²nel bajo el monte- es la que los ecologistas han denominado como "el principio del fin" de este lugar.
Constantes presiones
Uno de los trazados previstos por el Ministerio de Obras P¨²blicas para el tren de alta velocidad (TAV) tambi¨¦n afectar¨ªa a El Pardo, en su sector de El Goloso.Otras zonas de constante presi¨®n urban¨ªstica se sit¨²an en Tres Cantos, a lo largo de la carretera de La Coru?a y en torno al propio pueblo de El Pardo. En cuanto a la carretera que discurre entre el pueblo de El Pardo y Torrelodones, que atraviesa el coraz¨®n mismo del monte, construida por la II Rep¨²blica, est¨¢ transform¨¢ndose "en la base de constantes presiones por parte de los ayuntamientos de Torrelodones y Las Rozas para su reapertura al tr¨¢fico", como aliviadero de la carretera de La Coru?a.
La ambig¨¹edad de la actual Ley del Patrimonio con respecto a la conservaci¨®n de El Pardo podr¨ªa permitir, en funci¨®n de las presiones que se ejerzan o de la voluntad de su consejo de adrpinistraci¨®n, que muchas de las actuales amenazas llegaran a materializarse, seg¨²n denuncian los miembros de la Plataforma de Defensa de El Pardo.
Para Gonz¨¢lez Bern¨¢ldez, catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, "el monte de El Pardo cumple una funci¨®n clav¨¦ como ¨²ltimo refugio en la zona centro peninsular para una fauna, una flora y un paisaje en grave peligro de erradicaci¨®n". Pero, adem¨¢s, ninguna capital europea goza de un espacio natural tan extenso y valioso como Madrid con El Pardo en sus inmediaciones.
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