Espa?a, inadvertida entre mediocres
Su¨¢rez se lo jug¨® todo a la carta de Butrague?o y perdi¨®
Espa?a se despidi¨® del Campeonato del Mundo con dos victorias (3-1 sobre Corea del Sur y 2-1 frente a B¨¦lgica), un empate (0-0 contra Uruguay) y una derrota (1-2 ante Yugoslavia). En el de 1986 fue eliminada por B¨¦lgica en los cuartos de final. Esta vez cay¨® en la pr¨®rroga de los octavos. El balance fr¨ªo, con los datos en la mano, es negativo. Espa?a pas¨® inadvertida por un torneo que no se est¨¢ caracterizando precisamente por la calidad de los competidores.Luis Su¨¢rez, en su primera cita importante como seleccionador, no dio la altura esperada. Su car¨¢cter, excesivamente nervioso, le jug¨® una mala pasada en el Mundial, del que se despidi¨® con una expulsi¨®n. La sensaci¨®n es que el conjunto espa?ol estuvo limitado por la excesiva dependencia de la inspiraci¨®n de un delantero, Butrague?o.
Espa?a comenz¨® con un penoso espect¨¢culo ante Uruguay y termin¨® con su mejor partido, frente a Yugoslavia, aunque no supo concretar en goles su dominio. Su¨¢rez lleg¨® a Italia con el mismo esquema de juego que le hab¨ªa dado la clasificaci¨®n. Desoy¨® las cr¨ªticas, que le advert¨ªan de la gran distancia que hab¨ªa entre las l¨ªneas y la escasa actividad defensiva del centro del campo, y se encontr¨® con un deb¨² desastroso. S¨®lo la experiencia de los defensas y el penalti fallado por Rub¨¦n Sosa, que lanz¨® el bal¨®n por encima del larguero, evitaron la derrota.
El Buitre, inc¨®modo
Su¨¢rez rectific¨® inmediatamente ante Corea del Sur. Cambi¨® para beneficiar especialmente a un jugador, Butrague?o. ?ste no se sent¨ªa a gusto como punta y Su¨¢rez le acomod¨® en una zona m¨¢s retrasada colocando a Julio Salinas m¨¢s adelantado para que aguantase los balones a la espera de la llegada de los centrocampistas.
El propio Su¨¢rez reconoci¨® que el nuevo sistema se hab¨ªa concebido en funci¨®n de Butrague?o "porque le cuesta mucho estar donde jugaba antes". De hecho, Mart¨ªn V¨¢zquez, Michel y Butrague?o pasaron a moverse en una zona de apoyos mucho m¨¢s cercanos, como ya act¨²an en el Real Madrid desde hace tiempo.
El equipo funcion¨® mejor, aunque sin deslumbrar, contra Corea del Sur, B¨¦lgica y, excepto en la ejecuci¨®n de los goles, Yugoslavia. Pero el balance general fue negativo. No hay que olvidar que Espa?a fue la primera de un grupo en el que los tres clasificados fueron eliminados en los octavos de final.
Butrague?o es un jugador que funciona a golpe de inspiraci¨®n y hace tiempo que no logra encontrarla. En los cuadros punteros de Europa, Butrague?o hubiese sido castigado con el banquillo en situaciones de crisis de juego como la que atraviesa en la actualidad. Un Milan, un Inter o un Bayern M¨²nich no podr¨ªan permitirse el lujo de mantener la confianza en una de sus estrellas tanto tiempo como lo ha hecho el Madrid, o, en este caso, la selecci¨®n. El problema es que ni Su¨¢rez ni John Toshack o, antes, Leo Beenhakker se han atrevido a tomar esa decisi¨®n, tremendamente pol¨¦mica por el carisma extrafutbol¨ªstico que rodea al Buitre.
Su¨¢rez se lo jug¨® todo a una carta y perdi¨®. Antes del Mundial, ¨¦l mismo dec¨ªa que podr¨ªa haber hecho una selecci¨®n muy distinta: m¨¢s trabajadora en el centro del campo y menos pendiente de las inspiraciones individuales. No lo hizo y tampoco cont¨® en Italia con los jugadores capaces de dar una vuelta de tuerca al equipo. Por ejemplo, Gordillo tuvo una buena temporada y su aportaci¨®n, dosificada si su f¨ªsico no le respond¨ªa, quiz¨¢ habr¨ªa abierto una brecha de imaginaci¨®n en un carril izquierdo muy marcado por las limitaciones t¨¦cnicas de Jim¨¦nez y Villarroya.
Hay otras carencias innatas ya en el f¨²tbol espa?ol: no hay goleadores nacionales y la blandura de la Liga impide que exista ese esp¨ªritu de sacrificio que desemboca en una mayor presi¨®n defensiva en los jugadores.
Zubizarreta fue, sin duda, el hombre de mejor rendimiento en la selecci¨®n, aun castigado con tres goles de falta directa -dos de ellos, por culpa de la barrera- La inclusi¨®n de G¨®rriz fue un ¨¦xito por la seriedad que dio a la defensa. Roberto hizo un trabajo muy sacrificado y de gran importancia para el colectivo. Chendo, Andrin¨²a y Sanchis estuvieron simplemente correctos. Villarroya y, Jim¨¦nez tuvieron m¨¢s entusiasmo que calidad.
Michel cumpli¨® con sus cuatro goles, pero se ha confirmado que es m¨¢s un jugador de equipo que un hombre que marque la personalidad del juego. ?se es su l¨ªmite. Mart¨ªn V¨¢zquez mostr¨® los mejores detalles, pero, posiblemente, su marcha al f¨²tbol italiano limit¨® su rendimiento. No es lo mismo llegar al Mundial tranquilo y con la cabeza fresca que hacerlo tras haber tomado una decisi¨®n tan traum¨¢tica como abandonar las ra¨ªces personales y profesionales.
Manolo, ¨²nico sacrificado
Manolo fue el ¨²nico que pag¨® de verdad el desastre del partido ante Uruguay. Tal vez fuese injusto. Es un hombre bregador, r¨¢pido y con una especial intuici¨®n en el ¨¢rea en la selecci¨®n. Fue ¨¦l quien acab¨® sufriendo en su propia piel la baja forma de Butrague?o. Su¨¢rez olvid¨® su apuesta por los bajitos para ayudar al Buitre y Manolo pas¨® al ostracismo.
Su¨¢rez demostr¨® ser una persona excesivamente sensible a las cr¨ªticas. Fue perdiendo la compostura, agrediendo verbalmente, e incluso en alg¨²n caso llegando al insulto, a periodistas de otros pa¨ªses. Un entrenador nervioso puede destrozar la confianza de un equipo. Esta vez no sucedi¨® porque hab¨ªa jugadores tranquilos y experimentados. Pero, si se produce la renovaci¨®n y llega gente m¨¢s joven, un car¨¢cter tan nervioso puede ser nefasto.
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