Un ejecutivo franc¨¦s y una editorial italiana entran en la 'guerra de los Gallimard'
Dos nietos del fundador dejan la editorial gala
El follet¨ªn de los Gallimard, la querella de los cuatro nietos del fundador de la prestigiosa editorial francesa por el control de la firma, entra en una nueva fase. La victoria de Antoine Gallimard, presidente de la editorial, frente a sus hermanos Isabelle, Fran?oise y Christian parece consolidada. Ahora, seg¨²n revela el diario Lib¨¦ration, se trata de formar una mayor¨ªa de capital en torno al vencedor de un conflicto fratricida que apasiona al mundo cultural franc¨¦s desde comienzos de a?o.
La guerra de los Gallimard es el Dallas parisiense, con la diferencia de que los poderosos millonarios norteamericanos se pelean por el control de pozos de petr¨®leo y sus mucho m¨¢s humildes equivalentes galos se disputan una herencia de libros. No pod¨ªa ser de otro modo en Paris, una ciudad cuya principal riqueza son las ideas.En los pr¨®ximos d¨ªas, afirma Lib¨¦ration en su suplemento literario, Christian y Francoise Gallimard, cada uno propietario del 12,5% de las acciones, abandonar¨¢n de modo definitivo la editorial. Hace unas semanas, Isabelle Gallimard tom¨® ya esa opci¨®n y vendi¨® SU participaci¨®n, tambi¨¦n del 12,5%, al BNP, el poderoso banco franc¨¦s. De momento,el BNP se ha alineado con las posiciones de Antoine Gallimard, propietario a su vez del 33,5?, del capital de la editorial.
El hueco dejado por Christian y, Francoise ser¨¢ reemplazado por nuevos socios, entre los que destacan el hombre de negocios Jerome Seydoux, la editorial italiana Laterza y la sociedad Amigos de la Nouvelle Revue Fran?aise, constitu¨ªda, entre otros, por escritores de la casa.
De entre los nuevos posibles propietarios (le la editorial que edit¨® a Proust, Gide, Malraux, Camus y Sartre, destaca Jerome Seydoux, un hombre que pesa unos 7.000 millones de francos (unos 130.000 millones de pesetas). Seydoux, que aspiraba a controlar al menos un cuarto del capital de Gallimard, deber¨¢ contentarse con una participaci¨®n mucho m¨¢s modesta. El mundo literario parisiense subraya, no obstante, que los poderosos recursos econ¨®micos de este tibur¨®n de las finanzasle permiten seguir aspirando en el futuro a una presencia m¨¢s s¨®lida.
La editorial italiana Laterza es una de las varias casas extranjeras que hab¨ªan sido contactadas por Antoine Gallimard. En sus planes Figura la posibilidad de asociarse con sus colegas europeos m¨¢s prestigiosos, y nuevas incorporaciones no son de descartar en los pr¨®ximos tiempos.
La guerra no ha terminado
La nueva repartici¨®n del capital de Gallimard revelada por Lib¨¦ration excluye sobre todo al grupo Bouygues, propietario de TF1, el principal canal privado de la televisi¨®n francesa. Desde que las rivalidades entre los nietos de Gaston Gallimard salieron a la luz p¨²blica, Bouygues hab¨ªa manifestado su intenci¨®n de hacerse con el control de la editorial.La guerra de los Gallimard no est¨¢ terminada. Los hermanos siguen litigando en los tribunales de justicia por sus respectivas partes de la herencia paterna y la necesidad de ampliar en un futuro no demasiado lejano el capital de la editorial hace prever que se produzcan nuevas operaciones de envergadura.
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