El f¨²tbol es amor
La publicidad televisiva abusa del Mundial
La organizaci¨®n del Mundial en Italia ha desplegado, con una mano, un aparato policial digno de la caza del enemigo p¨²blico numero uno -en este caso, los hooligans, o cualquiera que se les parezca-, mientras que con la otra nos bombardea a diario desde los distintos canales de televisi¨®n con mensajes de paz y bienaventuranza destinados a convencernos de que, en vez de estar asistiendo a un campeonato de f¨²tbol, nos encontramos en v¨ªsperas de Navidad.
Los mejores especialistas en campa?as publicitarias han puesto al servicio de la consigna l¨ªrica que trata de presentar el balompi¨¦ como una suerte de retiro espiritural para ursulinas, o un delicado rigod¨®n ejecutado en los jardines de Versalles. Est¨¢n, por una parte, las caretas de presentaci¨®n de los programas deportivos, que no se privan de mostrar a los jugadores corriendo al ralent¨ª como si fueran a Lourdes, saltando con languidez hacia un cielo azul intenso, mientras las voces de esos cantantes italianos que hoy surgen como cerezas, roncas voces de rom¨¢nticos sin afeitar, ensalzar un f¨²tbol tuberculoso a fuerza de pulcro y deferente.Pero as¨ª est¨¢n ellos, en plena cruzada po¨¦tica. Para empezar los anuncios en los que algunos ¨ªdolos italianos ensalzan las cualidades de una bebida refrescante o de una marca de art¨ªculos deportivos, tambi¨¦n en clave de fraternidad. El mejor es de Giannini, que pone cara ser¨¢fica poco antes de lanzar certeramente un gol, recordando con veneraci¨®n el queso parmesano que le ayud¨® a crecer.
Monjitas y seminaristas ataviados con h¨¢bitos de principios de siglo jalcan a ni?os de la ¨¦poca que le dan al bal¨®n en una pradera -"para que no se pierda el esp¨ªritu del f¨²tbol", dice la voz en off- y, en otro anuncio, los jugadores se masajean y se abrazan durante un descanso, al tiempo que otro cantante, cazalloso, repite hasta la saciedad que "Italia cree en la esperanza".
Sobresaliente, con todo, para el spot estilo we are the people que se ha marcado la selecci¨®n italiana con Vicini en el centro del grupo de jugadores, vestidos unos y otros con traje de civil y dotados de auriculares y micr¨®fonos cual si de las huestes de Bob Geldorf se tratara. La letra que entonan a coro no tiene desperdicio. A su lado, las primeras de Sergio y Est¨ªbaliz sin heavy-punk. La frase m¨¢s insistente -il calcio ¨¦ amore, il calcio ¨¦ vita- el f¨²tbol es amor, el f¨²tbol es vida, arranca l¨¢grimas hasta a Helenio Herrera.
El ambiente est¨¢ tan lleno de az¨²car que las declaraciones de la cantante norteamericana Madonna diciendo que el portero Zenga est¨¢ buen¨ªsimo han sonado a agresi¨®n sexual.
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