Kalfka puro
Se editan por primera vez obras del escritor checo tal como fueron redactadas por su autor
La editorial alemana Fischer acaba de publicar dos nuevos textos de las Obras completas de Kafka en su versi¨®n manuscrita, es decir, tal y como las dej¨® originalmente el autor. Gracias a ello podemos conocer, por primera vez y sin la mediaci¨®n tergiversadora de Max Brod, la verdadera forma original de dos textos fundamentales: los Diarios y el Proceso, escrito de importancia secular que describe quiz¨¢ como ning¨²n otro la realidad de la "stahlhartes Geh?use" de las burocracias modernas (tema estudiado recientemente por J. M Gonz¨¢lez en La m¨¢quina burocr¨¢tica, Visor).
La edici¨®n del Proceso se debe a Malcolm Pasley y la del texto y volumen de comentarios de los Diarios a Pasley, H. G. Koch y M. M¨¹ller.A Franz Kafka lo conocemos a trav¨¦s de Max Brod, su amigo y editor, a quien no s¨®lo debemos la feliz decisi¨®n de no respetar el expreso deseo aniquilador del escritor respecto a sus textos, sino la decisi¨®n, quiz¨¢ m¨¢s dif¨ªcil, de escapar a tiempo de Praga, en la noche inmediata al asalto de los nazis con los manuscritos en la maleta.
Estos manuscritos acabar¨ªan en el a?o 1956 en Suiza, despu¨¦s de pasar por un itinerario que los puso ante la inminencia de diversas cat¨¢strofes y peligros: en el 39 la de Praga, en el 56 la de Suez. S¨®lo el del Proceso fue conservado siempre por Max Brod, y luego por su heredera, hasta que en 1988 lo compr¨® el Gobierno de Baden-W¨¹rttemberg e hizo as¨ª posible su an¨¢lisis y estudio en el Archivo de Marbach.
Sesenta y seis a?os despu¨¦s de la muerte de Kafka y 65 despu¨¦s de la primera publicaci¨®n del Proceso disponemos de la forma original de la famosa novela y podemos ver, por dentro, la forma de trabajo de Kafka. Seg¨²n el estudio de Pasley, el escritor checoslovaco escribi¨® la novela de forma muy poco habitual en ¨¦l: comienzo y final primero (con lo que el asesinato de Josef K. estar¨ªa ya fijado de antemano), y despu¨¦s los cap¨ªtulos restantes, que redact¨® de forma "no lineal", es decir, en uno u otro de forma irregular.
Variaciones
La edici¨®n cr¨ªtica de Pasley confirma, en conjunto, las ¨²ltimas ediciones debidas a Max Brod. Pero se producen en esta nueva edici¨®n dos variaciones: el cap¨ªtulo cuarto de Brod (B. Freundin; La amiga de B¨¹rstner) es colocado por Pasley entre los Fragmentos.Y casi todos esos Fragmentos cambian de orden en la edici¨®n de Pasley, cambios para los que el editor presenta argumentaciones cronol¨®gicas, algunas quiz¨¢ discutibles. Puesto que el texto nunca fue revisado por el propioo Franz Kafka, la edici¨®n cr¨ªtica respeta casi todas sus imprecisiones: ni se han corregido las particularidades de expresi¨®n de Kafka, ni la curiosa puntuaci¨®n, ni las incoherencias o inexactitudes de contenidos.
La edici¨®n cr¨ªtica de los Diarios presenta diferencias mayores con respecto a las ediciones convencionales de la obra. Se revela que Kafka utilizaba los Diarios como un caj¨®n de sastre, que le serv¨ªan tanto como cuaderno de trabajo, como de notas, de noticias o de apuntes ¨ªntimos.
La edici¨®n aporta un par de novedades importantes: se publican por primera vez ¨ªntegramente, mezclados en el texto, los Notizb¨¹cher (los cuadernos de apuntes) de Kafka. Por otra parte se presenta el texto de los Diarios en su integridad. Debido a su prop¨®sito de presentar a Kafka como una figura sin maculatura, Max Brod tach¨® todo aquello que pudiese empa?ar, por la raz¨®n que fuese, esa visi¨®n.
As¨ª elimin¨® todo lo que le parec¨ªan meras repeticiones, fragmentos poco rematados o insignificantes, noticias irrelevantes, pasajes ¨ªntimos de personas a¨²n vivas, o todos los pasajes sexual o psicol¨®gicamente escabrosos, es decir, los que mostraban un Kafka en estado de desesperaci¨®n o de confesi¨®n sexual. En total son, seg¨²n Hans-Gerd Koch, 83 eliminaciones. La edici¨®n cr¨ªtica de los Diarios rescata ahora todos esos pasajes y presenta una versi¨®n realmente ¨ªntegra de la obra. Acompa?ada, adem¨¢s, con un amplio volumen de comentarios explicativos de las anotaciones del texto: de personas, sucesos u obras citadas.
Con seguridad, los textos no nos muestran un nuevo Kafka. Muestran, sin embargo, un Kafka ¨ªntegro y aut¨¦ntico. M¨¢s cerca de como era y m¨¢s lejano de como lo han transmitido las ediciones y las idealizaciones literarias. Lo que proporciona a todos aquellos interesados en resolver los enigmas de este autor tan enigm¨¢tico la base textual necesaria para la interpretaci¨®n.
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