Un partido plet¨®rico de entrega
Inglaterra y Alemania ofrecieron una confrontaci¨®n equilibrada
Inglaterra y la Rep¨²blica Federal de Alemania brindaron uno de los partidos m¨¢s intensos, limpios y mejor jugados de esta Copa del Mundo. El que tuvo m¨¢s cuerpo de cuantos se han disputado. El m¨¢s plet¨®rico. No hubo tiempo ni para ver la cara a Franz Beckenbauer o a Bobby Robson. El discurrir de la pelota fue el ¨²nico centro de atenci¨®n. Los dos equipos renunciaron decididamente al f¨²tbol especulativo para brindar un duelo t¨¢ctico inmenso, presidido por el af¨¢n de ambos por encontrar el marco contrario, partiendo de un sistema defensivo muy compacto.
Fue una confrontaci¨®n vivaz en todos los terrenos futbol¨ªsticos. Uno y otro se empe?aron en imponer su velocidad, su f¨ªsico, su personalidad sobre la cancha. Ninguno renunci¨® a su estilo de juego. Nadie tuvo temor a que el rival fuera superior. Result¨® ser un duelo de titanes con armas parecidas. La supuesta superioridad t¨¦cnica de los alemanes, factor que se consideraba como determinante entre los apostadores, fue contrarrestada por el trabajo a destajo que libraron los ingleses en la divisoria.Beckenbauer opt¨® en esta ocasi¨®n por dar entrada en el equipo a dos centrocampistas con toque como Haessler y Thon en detrimento de un fajador como Bein y de un lince como Littbarski, con problemas musculares. Robson respondi¨® a la ausencia de John Barnes, el jugador de m¨¢s talento en la ¨²ltima Liga inglesa, con la alineaci¨®n de Beardsley, al lado de Lineker, y Platt en funciones de centrocampista de apoyo. Fiel a su nuevo esquema, el seleccionador ingl¨¦s mantuvo a Wright como quinto defensa, en funciones de libre.
El achique de espacios fue brutal entre dos equipos que jam¨¢s perdieron su compostura. Pocas veces se vio a uno mejor colocado que el otro. La tarea defensiva fue casi perfecta.
Duelos espl¨¦ndidos
Los duelos entre arietes y centrales resultaron espl¨¦ndidos. Des Walker, el 5 del Nottingham pretendido por el Real Madrid, se mostr¨® implacable con V?ller mientras el punta alem¨¢n estuvo en juego, y luego se erigi¨® como un maestro en el corte ante los amagos en carrera de Klinsmann, que s¨®lo pudo imponer su f¨ªsico en dos jugadas durante la pr¨®rroga, cuando las fuerzas est¨¢n m¨¢s justas. No menos espectacular result¨® el marcaje de Kohler a Lineker. Garygol tuvo que esperar una hora para encontrarse con el error de la zaga rival. Pero, como de costumbre, Lineker no perdona ning¨²n regalo y forz¨® la pr¨®rroga.
Vista la buena disposici¨®n t¨¢ctica de ambas retaguardias, el forcejeo en el centro del campo result¨® plet¨®rico. Brehme, por ejemplo, no encontr¨® huecos para profundizar por la banda izquierda, aunque acabara marcando el gol alem¨¢n a bal¨®n parado y tras un rebote. Waddle tampoco pudo meter sus mortales diagonales. Y la sapiencia de Matth?us qued¨® esta vez en entredicho mientras sobresal¨ªa, una vez m¨¢s, la vivacidad de Gascoigne. Hubo empate a goles e incluso a postes, uno por bando. El tr¨ªo del Inter (Brehme, Matth?us y Klinsmann) no pudo decidir esta vez por s¨ª solo. Los repliegues en ambas escuadras funcionaron como un reloj suizo.
Los alemanes, quiz¨¢ el ¨²nico equipo que t¨¢cticamente va por su cuenta, alej¨¢ndose del sistema argentino que impera en este Mundial, como dice Bilardo, s¨®lo respiraron cuando Waddle mand¨® el quinto penalti a las gradas. El gol de Brehme, tras el adelantamiento de su defensa al inicio del segundo tiempo, no les bast¨®. Inglaterra, considerada por muchos como un ej¨¦rcito de aviaci¨®n que lanza bombas a destajo, reaccion¨® con rabia y no s¨®lo impidi¨® con su presi¨®n -pese a prescindir de un central- el contraataque rival, sino que consigui¨® empatar.
Fue un partidazo de mucho ritmo en que nadie encontr¨® posiciones f¨¢ciles para el remate. Pareci¨® programado, orientado desde su inicio, en el que todos los jugadores sab¨ªan a qu¨¦ atenerse. S¨®lo los penaltis decidieron que fuera Alemania quien dispute su quinta final, la tercera consecutiva de un Mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.