La cruz del agua

Inopinadamente, el Canal nos ha cortado el agua sin previo aviso y sin ninguna informaci¨®n a nuestras llamadas. Lo ¨²nico que nos dicen es que hay una aver¨ªa.La calle, que es Don Ram¨®n de la Cruz, est¨¢ haciendo honor a su nombre, pues no parece ser sino que la cruz se nos ha echado a cuestas: abrieron zanjas para el gas y justo cuando las cerraban vuelve a abrirlas la Telef¨®nica. Ruidos de m¨¢quinas, atascos, polvo.

Debi¨¦ramos reclamar por mediaci¨®n de nuestro Ayuntamiento, que, entre otras cosas, est¨¢ para defendernos de tropel¨ªas, pero su nivel de incompetencia y desidia es tan notorio que ni siquiera se nos ocurre intentarlo.

Ya digo, estamos sin agua durante todo el d¨ªa. Una verdadera desconsideraci¨®n para los usuarios-clientes y un caos para comerciantes e industrias (bares, peluquer¨ªas, restaurantes, cl¨ªnicas).

Puro tercermundismo practicado por responsables ?neptos que, empezando por el testimonio cotidiano del Ayuntamiento, termina contagiando a todos los estamentos p¨²blicos y privados en una ola que avanza sin escr¨²pulos ni piedad, ya sea en el tr¨¢fico an¨¢rquico, en la suciedad de la ciudad o en zanjas por doquier mal se?alizadas. ?Ah!, y todo esto en presencia,de los agentes de la autoridad. Me refiero a la calle de Don Ram¨®n de la Cruz, pero podr¨ªa extenderme a la avenida de Felipe II, calles de Goya, Narv¨¢ez, Ayala, etc¨¦tera-