Desconcierto en el sector guerrista por las pretensiones de Solchaga para el congreso del PSOE
Los movimientos para ocupar lugares en la comisi¨®n ejecutiva y en el comit¨¦ federal del PSOE se han oficializado, una vez que el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, ha defendido un cambio en la ejecutiva y ha criticado que se confunda "disciplina con bunkerizaci¨®n". El sector organizado del PSOE, identificado con Alfonso Guerra, aunque ha reaccionado con cierto desconcierto, se congratula de que "Solchaga, por fin, plantee la batalla abiertamente", seg¨²n miembros de la actual ejecutiva. El secretario general del PSOE, Felipe Gonz¨¢lez, no terci¨® entre Solchaga y el aparato de su partido.
El secretario de organizaci¨®n, Txiki Benegas, apel¨® al congreso de noviembre para que "decida sobre la nueva ejecutiva, su estructura y si hay o no imcompatibilidades", en referencia a si debe haber ministros en la direcci¨®n del PSOE. Los miembros del comit¨¦ federal del PSOE, reunidos el s¨¢bado en Madrid, olvidaron por completo los comentarios sobre si Felipe Gonz¨¢lez har¨¢ o no cambios en su Gobierno concentrados como estaban en la :observaci¨®n de posibles movimientos t¨¢cticos con vistas al 32 congreso en noviembre.En esta ocasi¨®n, los cr¨ªticos fueron Solchaga y los miembros de Izquierda Socialista, mientras que dirigentes del socialismo catal¨¢n, vasco y madrile?o, mantuvieron un absoluto silencio. El secretario general, Felipe Gonz¨¢lez, no terci¨® entre Solchaga y el aparato de su partido y en sus intervenciones solo se dirigi¨® "a los compa?eros" de Izquierda Socialista.
Las declaraciones cr¨ªticas del ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Carlos Solchaga, hacia la actual comisi¨®n ejecutiva federal, de estricta disciplina guerrista, cogi¨® por sorpresa a los m¨¢s de 100 dirigentes socialistas que le escucharon y sumi¨® en el desconcierto a los ejecutivos. Las preguntas que se hac¨ªan estos dirigentes al acabar la reuni¨®n as¨ª lo demostraba y aunque no pueden precisar cuales son las pretensiones de Solchaga si aseguran que tiene relaci¨®n con el congreso del partido en que el que ha decidido que se escuche su voz.
Como datos previos se re?esa que Solchaga es la primera vez que interviene en una reuni¨®n del comit¨¦ federal, en los tres a?os que ha tenido de vida y es evidente que fue con la intenci¨®n de hablar dentro y fuera. Como manifestaba un antiguo dirigente del PSOE "en ¨¦poca de congreso se pone de moda estar en la direcci¨®n del partido y los ministros se acuerdan de la calle Ferraz", en referencia a la sede central del PSOE.
Asistentes a la reuni¨®n del federal han reproducido para este peri¨®dico toda la sesi¨®n en la que se pone de manifiesto que no s¨®lo Txiki Benegas protagoniz¨® la defensa de la ejecutiva sino que el secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacional, Luis Ya?ez, respondi¨® a Solchaga. El ministro reproch¨® que en el informe de gesti¨®n no se plasmaba suficientemente la labor econ¨®mica del Gobierno, la oferta del pacto de competitividad, el esfuerzo gubernamental por mejorar los problemas de las grandes ciudades y los acuerdos con los sindicatos. "Es un informe empobrecido", lleg¨® a decir Solchaga.
Evitar la 'bunkerizaci¨®n'
"En todo el informe hay una actitud defensiva y creo que la disciplina no debe llevar a la bunkerizaci¨®n", aseguran que dijo el ministro. Benegas respondi¨® que Solchaga seguramente no se hab¨ªa le¨ªdo todo el informe se?alando los apartados en los que se mencionaba los aspectos que el ministro echaba en falta. "Si mi querido compa?ero Benegas no lo ve yo no puedo llevar la luz a sus ojos", contest¨® Solchaga.
Despu¨¦s vinieron las intervenciones en respuesta a Solchaga que pod¨ªan agruparse en un apartado titulado "cerrar filas", a cargo del propio Benegas, Leocadio Mar¨ªn y Luis Ya?ez. Este record¨® que todo el partido hab¨ªa actuado como un "bloque sin fisuras" en tiempos dif¨ªciles como la huelga del 14 de diciembre, con lo que le quiso se?alar, seg¨²n interpretaci¨®n mayoritaria, que el PSOE "hab¨ªa dado la cara por el Gobierno", y singularmente por Solchaga, frente a los sindicatos.
Ya?ez dijo que el bloque se hab¨ªa roto por un "10% de altos cargos de la Administraci¨®n", que no hab¨ªa defendido "al partido" en el asunto de Juan Guerra, sin mencionar ese nombre. Ya?ez se puso como ejemplo al decir que "hab¨ªa tenido dudas" sobre la pol¨ªtica econ¨®mica y, sin embargo, la hab¨ªa defendido por disciplina.
"Guerra no es el que fue"
Numerosos dirigentes regionales del comit¨¦ federal repararon en la actitud que mostr¨® Alfonso Guerra durante las 11 horas de reuni¨®n para concluir que "no es el de siempre". El dirigente socialista estuvo con gesto grave en todo momento, enfrascado en documentos, ponencias y enmiendas, y sin moverse de su sitio haciendo gala de su fama espartana que contrast¨® con un Felipe Gonz¨¢lez "dicharachero, que no dej¨® de moverse durante toda la reuni¨®n y brome¨® con todo el mundo". Estos interlocutores aseguran que Alfonso Guerra palideci¨® ostensiblemente cuando el miembro de Izquierda Socialista Ignacio Sotelo reflexion¨® sobre las responsabilidades pol¨ªticas, al margen de las penales, en las que se pod¨ªa incurrir si "alguien comet¨ªa el error de dejar un despacho oficial" desde el que se desempe?aban actividades privadas.En esta ocasi¨®n, a diferencia de otras ocasiones, Guerra no gesticul¨® ni tuvo intervenciones incendiarias, solo habl¨® brevemente para dar cuenta del resultado de las elecciones en Andaluc¨ªa. Nadie tom¨® la palabra para defender a Alfonso Guerra, para propia sorpresa de los miembros de Izquierda Socialista que esperaraban una respuesta contudente de alg¨²n guerrista. ?stos intentaron mantener una posici¨®n as¨¦ptica, e igual que criticaron el citado asunto elogiaron a Alfonso Guerra y a Manuel Escudero por su trabajo en torno al Programa 2000, a Javier Solana por el acuerdo logrado en torno a la LOGSE y al Gobierno en su conjunto por la concertaci¨®n social.
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