Un enviado de la ONU negocia la suerte de los exiliados
Entre 5.000 y 6.000 albaneses refugiados en las sedes de las embajadas occidentales en Tirana aguardaban ayer resultados de las negociaciones entre las autoridades de Albania y el enviado especial de las Naciones Unidas, Stephan di Mistura. Los primeros 51 en salir del pa¨ªs llegaron en la medianoche del lunes a Praga. Mientras tanto contin¨²an los tr¨¢mites para la expedici¨®n de los pasaportes destinados a los refugiados de las embajadas en Tirana. El ministro de Exteriores alem¨¢n, Hans Dietrich Genscher, declar¨® que esperaba el final de la evacuaci¨®n este fin de semana.
Despu¨¦s de aislar el barrio de las embajadas en Tirana con un cord¨®n de fuerzas militares que forman un muro humano las autoridades albanesas intentan convencer a la poblaci¨®n de que esta vez los cambios econ¨®micos no quedar¨¢n en una promesa m¨¢s. Tres ministros han sido sustituidos: el de Industria Ligera, el de Comercio Interior y el de Servicios P¨²blicos. Con estas modificaciones en el ¨¢rea econ¨®mica, el Gobierno de Ramiz Alia pone en marcha los cambios acordados el s¨¢bado pasado en el pleno del Comit¨¦ Central del Partido del Trabajo Alban¨¦s (PTA). Durante m¨¢s de 40 a?os, la econom¨ªa albanesa ha fomenta do el desarrollo minero -Albania es un pa¨ªs rico en minerales- y la expansi¨®n de la producci¨®n agraria, en un pa¨ªs donde s¨®lo una cuarta parte del territorio es cultivable. Sin embargo, aunque los albaneses no padecen hambre, la poblaci¨®n urbana, y sobre todo la juventud -que constituye m¨¢s de un 50% e integra la mayor¨ªa de los refugiados-, est¨¢ esperando mejorar su nivel de vida.
Empresarios occidentales
Sin embargo, la industria ligera en Albania deber¨ªa comenzar a construirse pr¨¢cticamente de cero y para ello parece necesaria la cooperaci¨®n extranjera Para satisfacer la creciente de manda de productos de consumo y electrodom¨¦sticos existente en la poblaci¨®n, el Gobierno alban¨¦s se comprometi¨® con una empresa italiana para abrir una cadena de tiendas donde se pagar¨ªa con moneda extranjera.Empresarios occidentales llegan diariamente a Tirana -consiguen el visado alban¨¦s en uno o dos d¨ªas- buscando la posibilidad de invertir y adem¨¢s ejercen una enorme presi¨®n sobre sus anfitriones albaneses, quienes oscilan entre las necesidades obvias de la apertura que proponen los extranjeros y el titubeo del r¨¦gimen a admitir el fracaso de un modelo econ¨®mico-pol¨ªtico.
"Su inexperiencia en el trato comercial es tal", explic¨® a EL PA?S un hombre de negocios alem¨¢n, "que desconocen la funci¨®n de los precios. Adem¨¢s, me preguntan s¨ª tengo amigos que podr¨ªan venderles una serie de productos que necesitan. Ellos no est¨¢n acostumbrados a establecer contactos con las empresas extranjeras".
En casi todas las ramas de la industria, y sobre todo en la ligera y los servicios, los albaneses carecen de infraestructura o conocimiento alguno, a la vez que la poblaci¨®n, harta de la miseria y alentada por las im¨¢genes de la opulencia de otros pa¨ªses que transmite la televisi¨®n, pide que su nivel de vida mejore r¨¢pidamente. De hecho, los refugiados en las embajadas escogieron el camino m¨¢s corto a Occidente, donde esperan encontrar opulencia econ¨®mica y libertades pol¨ªticas.
Mientras que Albania permanece cerrada para los periodistas, el tr¨¢fico fronterizo se desarrolla normalmente: uno puede entrar a Albania siempre y cuando tenga visado. Pero los visados no se expiden a los periodistas. El ferry italiano Paladio de la sociedad Veneciana-Adri¨¢tica, que conecta el puerto alban¨¦s de Durres con Trieste, lleg¨® el martes, seg¨²n lo previsto a Trieste con turistas italianos y los camioneros albaneses a bordo. Ninguno de ellos vio algo irregular en Albania: todo parec¨ªa normal.
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