La inc¨®gnita del cambio

Desde su primer disco, el grupo brit¨¢nico Immaculate Fools ha sido querido y admirado por el p¨²blico espa?ol. El lanzamiento desde Espa?a al mercado internacional de su tercer ¨¢lbum, Another mans world, parece que ha aumentado el carisma del grupo, que en su recital madrile?o fue acogido con un cari?o y una entrega inusual, porque el regreso de Immaculate Fools se presentaba bajo el signo de lo desconocido.Tras una buena actuaci¨®n del grupo espa?ol Bajas Pasiones, la aparici¨®n en el escenario de Immaculate Fools permiti¨® constatar el cambio. De su formaci¨®n original s¨®lo quedan los hermanos Weatherhill, y de aquel estilo oscuro, ¨ªntimo y tierno que les encumbr¨® hace tres a?os, apenas quedan algunas referencias y, ante todo, la voz excelente de Kevin Weatherhill.

El quinteto actual se ha acercado a ciertos planteamientos foIk, y el esp¨ªritu de grupos como Fairport Convention se asoma levemente en algunas canciones, aquellas donde el viol¨ªn de Barry Wickens adquiere mayor protagonismo, aunque su labor no exprime las posibilidades expresivas de este intrumento, limit¨¢ndose a dar color o a sustituir los dibujos de las guitarras del grupo original.

Con su nuevo planteamiento, Immaculate Fools ha ganado en variedad r¨ªtmica y energ¨ªa interpretativa, pero ha dejado en el camino algo de su capacidad para el matiz, sutileza y buena parte de intimismo. El grupo mantiene calidad en la composici¨®n -aunque en su nueva etapa no haya conseguido temas emblem¨¢ticos como Immaculate Fools-, cierta monoton¨ªa arm¨®nica y escasa capacidad de sorpresa. Tambi¨¦n conserva su dignidad musical, merece elogios por la direcci¨®n de su nuevo planteamiento y por enfrentarse con valent¨ªa al riesgo y a la inc¨®gnita del cambio.