La elegancia del samuray
Aquellos que se sintieron algo decepcionados a ra¨ªz del primer concierto madrile?o de Djavan, en noviembre de 1988, en un contexto poco propicio para las caracter¨ªsticas del cantautor brasile?o, a buen seguro que han visto ahora cumplidas sus expectativas. Acompa?ado por una banda impecable cuyos componentes demostraron hallarse bajo la influencia musical estadounidense, y due?o de una voz de amplio registro y variados matices, Djavan opt¨® desde el primer instante por ofrecer el lado m¨¢s r¨ªtmico y animado de su trabajo.Pese a la elevada temperatura, las primeras canciones le pillaron un tanto fr¨ªo o tenso, vaya usted a saber. Pero es que, a diferencia de algunos de sus compatriotas, Djavan no ha sido nunca un animal esc¨¦nico, uno de esos artistas que se transforman nada m¨¢s pisar el escenario. No fue hasta la espl¨¦ndida versi¨®n de Lil¨¢s cuando se mostr¨® m¨¢s suelto. El concierto adquiri¨® entonces una densidad inesperada. Un canto de ra¨ªces africanas, a base ¨²nicamente de voces y percusiones; una encendida proclama sonora a la libertad en ?frica del Sur; el gui?o al amigo Steve Wonder, con Sir Duke, y un Samurai, que arranc¨® los mejores bailes de la noche, prepararon con habilidad el terreno a Sina, aunque Djavan destil¨® con cuentagotas esas hermosas baladas que prodiga en todos sus discos y que el p¨²blico brasile?o suele canturrear en directo.
Djavan
Djavan (voz y guitarra), Arthur Ma¨ªa (bajo), Torquato Mariano (guitarras), Glauton Campello (teclados), Paulo Calasans (teclados y direcci¨®n musical), Marcelo Martins (saxos y flautas), Carlos Bala (bater¨ªa) y Cassio Duarte (percusi¨®n). 2.500 personas (lleno). Precio: 1.000 pesetas. Muralla ¨¢rabe. Madrid, 11 de julio.
Es posible que apoyarse en unos arreglos tan marcadamente norteamericanos no sea la mejor manera de mantener la originalidad que siempre le ha caracterizado, pero Djavan es uno de esos privilegiados que han logrado asimilar las influencias m¨¢s heterog¨¦neas, sintetiz¨¢ndolas en un estilo propio que combina la polirritmia africana y el sentido mel¨®dico europeo. Una forma de componer y cantar que Caetano Veloso sintetiz¨® en una palabra: djavanear.
Babelia
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