Viejas cumbres en la nueva era
EN POCAS ocasiones la cumbre econ¨®mica de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados (EE UU, Jap¨®n, Alemania Occidental, Francia, Italia, Reino Unido y Canad¨¢), m¨¢s el presidente de la Comisi¨®n Europea, ha centrado tanta atenci¨®n como la que acaba de celebrarse en Houstoil. Concebidas desde su Inicio en 1975 como foros econ¨®micos de car¨¢cter consultivo desde los que intentar la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas de esas grandes potencias, sus principales iniciativas y logros m¨¢s visibles, han estado orientadas, b¨¢sicamente, a la estabilizaci¨®n del tipo de cambio del d¨®lar y a transmitir un clima de confianza a los mercados financieros, en un contexto de creciente interdependencia entre los mismos.La escasa concreci¨®n en acuerdos espec¨ªficos de los tres puntos fundamentales incorporados a la agenda de esta ¨²ltima cumbre -liberalizaci¨®n de los intercambios comerciales de productos agr¨ªcolas, protecci¨®n del medio ambiente y, m¨¢s especialmente, la ayuda financiera a la Uni¨®n Sovi¨¦tica- es expresiva del cambio sustancial en las condiciones que hasta ahora amparaban la existencia de este foro y, en todo caso, de su incapacidad para encarar una significativa alteraci¨®n en sus prioridades.
La transici¨®n en los pa¨ªses de Europa del Este hacia un sistema de econom¨ªa de mercado, la unificaci¨®n alemana y la paralela aceleraci¨®n del proceso de integraci¨®n econ¨®mica en la Europa comunitaria han configurado un escenario mundial en el que, si bien se han eliminado en gran medida las contingencias a que daba lugar la divisi¨®n del mundo en bloques militares antag¨®nicos, contribuyen a desvelar la existencia de intereses econ¨®micos distintos en el seno de ese Grupo de los Siete susceptibles de configurar bloques econ¨®micos y comerciales diferenciados.
Las respuestas al empe?o de la Administraci¨®n de EE UU en garantizar la libertad en los intercambios comerciales de productos agr¨ªcolas y eliminar la pol¨ªtica de subsidios vigente en la Comunidad Europea fueron eludidas por los pa¨ªses europeos. Rec¨ªprocamente, EE UU obvi¨® cualquier compromiso con las pretensiones comunitarias, incluido el Reino Unido, de dise?ar una estrategia global de protecci¨®n del medio ambiente que permita compatibilizar el crecimiento econ¨®mico con la conservaci¨®n del planeta.
El asunto en el que las divergencias han resultado m¨¢s patentes -y m¨¢s decepcionantes los t¨¦rminos del comunicado de la cumbre- ha sido el eventual apoyo econ¨®mico a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. La solicitud formal de ayuda dirigida por el presidente Gorbachov al anfitri¨®n del encuentro el pasado d¨ªa 4 no ha encontrado m¨¢s apoyo expl¨ªcito que el conocido antes de que la cumbre se iniciara. La propuesta de Alemania Occidental y Francia para contribuir de forma efectiva e inmediata (con 15.000 millones de d¨®lares) a reducir los obst¨¢culos econ¨®micos que ese pa¨ªs encuentra en su transici¨®n hacia un modelo de econom¨ªa de mercado no fue aceptada por los, dirigentes de EE UU, Jap¨®n y Reino Unido, que alegaron una serie de objeciones aparentemente procedimentales que, en definitiva, suponen la exigencia de validaci¨®n de cada uno de los pasos en la transformaci¨®n institucional en curso antes de afrontar cualquier tipo de ayuda financiera concertada. Ese comp¨¢s de espera y la necesidad de recurrir al Fondo Monetario Internacional en la definici¨®n de criterios sobre los que basar la asistencia econ¨®mica constituyen una purga de justificaci¨®n cuestionable en las circunstancias actuales.
La diferente sensibilidad con que los pa¨ªses abordan la obvia asociaci¨®n entre el deterioro de la econom¨ªa sovi¨¦tica y la vulnerabilidad del proceso pol¨ªtico emprendido por Mija¨ªl Gorbachov no refleja ¨²nicamente las desiguales v¨ªas de rentabiliz aci¨®n en que se traduciria para cada pa¨ªs ese apoyo, sino tambi¨¦n la inadecuaci¨®n de la rutina asentada en el seno del Grupo de los Siete para el tratamiento de problemas singulares, de los que la protecci¨®n ambiental es otro ejemplo, cuya trascendencia excede a las pretensiones estrictamente econ¨®micas en las que se bas¨®, hace 15 a?os, la idea de conformar un grupo que acogiera a los siete pa¨ªses m¨¢s desarrollados del planeta.
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