Thatcher acepta la dimisi¨®n de Ridley por sus declaraciones antigermanas
Nicholas Ridley, de 61 a?os, el ministro brit¨¢nico que el jueves provoc¨® un cataclismo pol¨ªticodiplom¨¢tico por sus declaraciones antigermanas, present¨® ayer su dimisi¨®n a la primera ministra, cese que le fue aceptado. Peter Lilley, de 46 a?os, le sustituye al frente de la cartera de Comercio e Industria.Margaret Thatcher hab¨ªa manifestado que no sustituir¨ªa a Ridley, pero al mismo tiempo tambi¨¦n indic¨® que no har¨ªa nada por evitar su ca¨ªda. El ministro, que el viernes por la noche volvi¨® a Londres de una visita oficial a Hungr¨ªa, telefone¨® ayer a la residencia de fin de semana de Thatcher en Chequers y tras una conversaci¨®n de 15 minutos qued¨® saldada la crisis con la presentaci¨®n de su dimisi¨®n.
Antes de esta conversaci¨®n, Ridley hab¨ªa tenido ocasi¨®n de escuchar c¨®mo sus seguidores le ped¨ªan que siguiera y que no dejara a los peri¨®dicos escribir su necrol¨®gica.
La salida de Ridley deja a Thatcher aislada en sus posturas anticomunitarias y supone un bal¨®n de ox¨ªgeno para los ministros de Exteriores, Douglas Hurd, y Hacienda, John Major, quienes ve¨ªan constantemente socavados sus esfuerzos comunitarios por las tensiones en el Ejecutivo que instigaba Ridley.
Las descalificaciones antigermanas, antifrancesas y anticomunitarias de Ridley provocaron furor pol¨ªtico no s¨®lo en Londres sino en Bruselas, Par¨ªs y Bonn, y pasmo en toda Europa, que escuchaba al ministro de m¨¢s confianza de Thatcher acusar a los alemanes de pretender emplear la Comunidad Europea como un instrumento para apoderarse econ¨®micamente de Europa.
La desaparici¨®n de Ridley del panorama pol¨ªtico contribuir¨¢ a rehacer los platos tan estrepitosamente rotos, pero habr¨¢ de pasar mucho tiempo antes que el fantasma (le sus pensamientos deje de sobrevolar las relaciones de Londres con Bruselas y Bonn. El dominical The Independent on Sunday revela hoy las minutas de una reuni¨®n privada celebrada en marzo con asistencia de Thatcher en la que no se ahorraron descalificaciones a los alemanes, aunque se conclu¨ªa que hab¨ªa que ser amable con ellos.
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