Y el cemento salt¨® en mil pedazos

Hace dos a?os, el 20 de julio de 1988, Bruce Springsteen y la E. Street Band ofrecieron un emotivo concierto en el vel¨®dromo Weibensse Rennbahn, en pleno Berl¨ªn Este. "Estoy seguro de que pronto caer¨¢n todas las barreras" dijo el cantante norteamericano en un momento de su actuaci¨®n, "y cuando el muro que divide esta ciudad salte en mil pedazos, conciertos como ¨¦ste ser¨¢n s¨®lo an¨¦cdotas de un pasado triste". Veinticuatro meses despu¨¦s, las premoniciones del jefe se han cumplido. Los grandes espect¨¢culos musicales se han convertido en algo habitual en la antigua Alemania Oriental.Springsteen actu¨® entonces dentro de un festival organizado por el Freie Deutsche Jugend, las politizadas Juventudes Libres Alemanas, que sirvi¨® para conmemorar el noveno aniversario de la revoluci¨®n sandinista y el 70? cumplearlos de Nelson Mandela. El dinero recaudado se envi¨® a Nicaragua para construir un hospital infantil. Con la unificaci¨®n, iniciada el pasado d¨ªa 1 de julio, se modific¨® la forma y el fondo de estos conciertos, cada d¨ªa m¨¢s abundantes en la vieja Alemania Oriental. Los empresarios occidentales se frotan las manos ante la perspectiva que se les presenta: todo consideran el marco como pieza clave de la unidad germana. Las calles de Berl¨ªn Este est¨¢n plagadas de carteles que anuncian espect¨¢culos musicales en esa zona. Algunos ya se han celebrado, como el del pasado mes de junio con el grupo Status Quo como cabeza de cartel. Otros van a tener lugar en las pr¨®ximas semanas. El 13 de agosto, los Rolling Stones ofrecer¨¢n uno de los conciertos de la gira Steel wheels; poco despu¨¦s, los d¨ªas 25 y 26, un nuevo macroconcierto, Open airfestival, reunir¨¢ a Tina Turner, Simple Mains, Chris de Burgh, Gary Moore, Jethro Tull y otros. El 1 de septiembre le llegar¨¢ el turno a la m¨²sica cl¨¢sica, con la presencia de una orquesta dirigida por Leonard Bernstein.