Una voltereta impresionante
Cetrina / Gal¨¢n, Mazcu?¨¢n, GariboNovillos de Cetrina, vistosos y variados de pelaje, con trap¨ªo y casta, en general fuertes, de juego muy desigual. Juan Pedro Gal¨¢n: pinchazo trasero y otro hondo traser¨ªsimo (silencio); pinchazo, otro saliendo perseguido y estocada corta baja (silencio). Jorge Mazca?¨¢n: pinchazo hondo tendido, rueda de peones -primer aviso con retraso-, dos pinchazos, estocada corta delantera perdiendo la muleta, rueda de peones, tres descabellos -segundo aviso- y descabello (aplausos y salida al tercio); pinchazo, media delantera, otro pinchazo -aviso con un minuto de retraso-, estocada corta atravesada y cinco descabellos (aplausos y tambi¨¦n pitos cuando sale al tercio). Tom¨¢s Garibo: pinchazo y estocada ca¨ªda (escasa petici¨®n y vuelta); pinchazo, estocada corta baja, dos pinchazos m¨¢s, estocada corta y cinco descabellos (palmas y saludos).
Plaza de Valencia, 23 de julio. Tercera corrida de feria. Media entrada.
JOAQU?N VIDAL
Tom¨¢s Garibo sufri¨® en el sexto novillo una impresionante voltereta. Fue una de esas volteretas interminables de zarandeo tr¨¢gico, y cuando el toro suelta finalmente su presa, te crees que el torero lleva en sus carnes un cornad¨®n. Ya puede imaginarse el griter¨ªo, mientras dur¨® aquello. Las cuadrillas daban vueltas alrededor del toro intentando el quite, pugnando por arrebatarle el torero de las astas, ya que se lo pasaba de una a otra y como si los pitones fueran garfios, le reten¨ªa all¨ª enganchado, volte¨¢ndole violentamente igual que un pelele.
Rod¨® finalmente Tom¨¢s Garibo por la arena, al toro lo alejaron capotes, y cuando se incorpor¨® el torero, no repar¨® para nada ni en rotos ni en golpes; s¨®lo ped¨ªa muleta y estoque para reemprender la faena. Sus compa?eros de terna, sus banderilleros, s¨ª le palpaban y le miraban, pues parec¨ªa absolutamente imposible que no llevara cornada. ?Y no la llevaba!
No pudo haber m¨¢s faena; s¨ª sobresaltos. El novillo, colorao ojo de perdiz, era un gal¨¢n, ten¨ªa trap¨ªo de toro, cornamenta bien puesta, el genio propio de su casta. Tom¨¢s Garibo es a¨²n novillero demasiado inexperto para poder con toros as¨ª. Ni siquiera al tercero, suave de temperamento y boyant¨®n, acab¨® de dominarle. Tom¨¢s Garibo ten¨ªa problemas de colocaci¨®n, de conocimiento de las distancias y de las querencias, y cuando acertaba la t¨¦cnica le sal¨ªan espl¨¦ndidos los pases, mientras cuando no acertaba, le sal¨ªan desastrados. Tambi¨¦n tom¨® banderillas y en esa suerte esta ba igual de verder¨®n. Tuvo entonces otra voltereta. La verdura es mal que el tiempo sana: en un verano, cualquier torero puede madurar y ponerse en saz¨®n. Jorge Mazcu?¨¢n sufr¨ªa de lo mismo y se le apreciaron tan buenas condiciones art¨ªsticas, que a lo mejor la madurez le llega la pr¨®xima primavera; por ejemplo, para las Fallas. Le correspondi¨® un segundo novillo pastue?ito y lo toreo con altibajos, es cierto, pero en ocasi¨®n de los momentos altos, cuaj¨® el toreo exquisito que honra la tauromaquia eterna y ol¨¦. Los naturales, principalmente, le salieron bordados. El quinto fue novillo de mayores complicaciones y los altibajos de Mazcu?¨¢n resultaron m¨¢s acusados.El toreo es asimismo cuesti¨®n de suerte y Juan Pedro Gal¨¢n la tuvo mala. Sus dos toros salieron inciertos, broncos, avisados seg¨²n avanzaba la lidia. Los mulete¨® con oficio y pundonor, y no pudo haber m¨¢s. Gal¨¢n era, asimismo, el ¨²nico novillero no valenciano de la terna, lo cual quiere decir que no ten¨ªa en la plaza ni partidarios ni pancartas. A Mazcu?¨¢n le llegaron de Naquera; a Garibo, de Massamagrell. Unos y otros partidarios se marcharon con las pancartas al hombro, convencidos de que ten¨ªan torero. Y seguramente ser¨¢ cierto. Porque interpretar con arte el toreo y reaccionar bravamente tras una pavorosa cogida, eso es de toreros buenos.
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