Sin exigencias

Gonz¨¢lez / Dom¨ªnguez, Joselito y Lozano

Tres toros de Manolo Gonz¨¢lez y tres de Gonz¨¢lez S¨¢nchez-Dalp, con muy poca fuerza; todos recibieron ¨²nicamente un puyazo (el manso quinto fue el que tuvo m¨¢s movilidad y el que transmiti¨® mayor emoci¨®n). Roberto Dom¨ªnguez, casi media y descabello (saludos, tercio) y pinchazo y estocada desprendida (oreja protestada); Joselito, dos pinchazos, estocada y dos descabellos (saludos tercio) y estocada desprendida (dos orejas) y Fernando Lozano, media estocada (saludos tercio) y casi media y tres descabellos (vuelta al ruedo). Plaza de toros de Santander, 23 de julio. Primera de Feria. Casi lleno.

Comenz¨® la feria en la que se conmemora el Centenario de la plaza de Santander en un ambiente alegre y sin mayores exigencias, con presidencia muy condescendiente y p¨²blico con especiales ganas de divertirse y un poco a la deriva, como demostr¨® al ovacionar en el arrastre al toro m¨¢s manso de la corrida, el quinto, quiz¨¢s asombrado de ver un animal con movilidad y con un poquito m¨¢s de fuerza que sus hermanos de la muy debilucha corrida de la casa Gonz¨¢lez, que se apunt¨® pr¨¢cticamente sin excepci¨®n a la verg¨¹enza del monopuyazo. Se supone que algunos diestros comenzar¨¢n a darse cuenta de que bastantes de las ganader¨ªas llamadas de garant¨ªa, la mayor que ofrecen es la de que no van a propiciar el lucimiento.

A Roberto Dom¨ªnguez, por m¨¦ritos propios, se le ha adjudicado el calificativo de maestro y ello le ha dado un prestigio especial entre los aficionados. Pero resulta que unas veces ejerce como tal y otras se queda a medio camino. As¨ª sucedi¨® en esta corrida, en la que anduvo desahogado con un lote poco transmisor, pero sin apretar el acelerador y un tanto desvah¨ªdo y ligero, incluso a veces a un paso del amaneramiento. Al cuarto lo recibi¨®, cosa inhabitual en ¨¦l, con dos largas de rodillas y ello predispuso al p¨²blico a su favor, pero el vallisoletano s¨®lo estuvo aseado, sin romperse, en el muleteo. La oreja la pidi¨® especialmente su pe?a y la concesi¨®n fue protestada por el p¨²blico.

Joselito est¨¢ en un momento espl¨¦ndido. Valor, cabeza y torer¨ªa salen casi siempre a relucir con variados tipos de enemigos. A su flojo primero le cogi¨® pronto la distancia y fue una l¨¢stima que lo pinchara. Tuvo mucho m¨¦rito lo que hizo con el manso quinto, al que consigui¨® amarrar a la muleta por ambos pitones a favor de la querencia a chiqueros del huidizo animal. Alarg¨® un poco la faena y la estocada, aunque entrase con buen estilo, qued¨® algo desprendida.

Fernando Lozano, con el flojo tercero, mulete¨® con suavidad y valor y tambi¨¦n con alg¨²n enganch¨®n. En el sexto, el mejor toro de la corrida, aunque tambi¨¦n justo de fuerza, estuvo muy asentado, con valor seco y aut¨¦ntico. Comenz¨® de rodillas por alto y en redondo y luego clav¨® los pies en la arena y mulete¨® templado y ligado en los medios, aunque el mayor entusiasmo lo despertara al hincarse de hinojos al final de la faena. Al necesitar de casi media y tres descabellos se esfum¨® el posible trofeo.