Jean-Yves Lefur

Guapo, vestido con un discreto traje azul marino que intentaba disimular bajo su seriedad la mirada divertida de su due?o Jean-Yves Lefur, el hombre que estuvo a punto de llevar al altar el pasado mes de junio a la princesa Estefan¨ªa de M¨®naco, concedi¨® con casi media hora de retraso escasamente cuatro minutos a los reporteros gr¨¢ficos que le esperaban en el vest¨ªbulo del hotel Ritz de Barcelona, adonde lleg¨® ayer tarde para participa en el programa de TVE Un d¨ªa es un d¨ªa.No quiso conferencia de prensa ni entrevistas; su abogado hab¨ªa informado a los productores del programa de que para ello cobraba aparte, pero tuvo que aceptar a rega?adientes el asalto de los fot¨®grafos, a los que desanim¨® cuando se neg¨® a ocupar un sill¨®n que, a modo de trono real, le ten¨ªan reservado.

Lefur s¨®lo contest¨® a dos preguntas, con escuetas palabras y despu¨¦s de cerciorarse de que la grabadora hubiera desaparecido. La primera intentaba averiguar si contin¨²a siendo el novio de Estefan¨ªa. "S¨ª", contest¨® casi en un murmullo. La segunda, l¨®gicamente, se refer¨ªa a la fecha del feliz acontecimiento. "No hay fechas", dijo susurrando. Al menos, este joven empresario franc¨¦s de 26 a?os desvel¨® la inc¨®gnita que ha tenido en vilo a miles de personas desde que la prensa francesa le acus¨® de tener un pasado de estafador y juerguista y, en algunos casos, lleg¨® incluso a calificarle de "cazadotes". Estefan¨ªa, pasado el primer susto, parece ser que lo tom¨® con calma y opt¨® por no romper de momento un compromiso que los agoreros daban ya por cancelado. La princesa ha continuado en M¨®naco, disfrutando de la playa en compan¨ªa de otros buenos amigos.