Un 'bulldog' en toda regla
lan Gow, casado y padre de dos hijos, gustaba de su imagen de bulldog, a la que tanto su f¨ªsico como su ideolog¨ªa hac¨ªan justicia. Gow era feroz, correoso, firme y fiel, aunque no estaba exento de una cari?osidad e ingenio que le granjearon amistades a ambos lados de la C¨¢mara de los Comunes.El cuarto pol¨ªtico asesinado por el IRA fue descubierto por Airey Neave, mano derecha de Margaret Thatcher y el primero en caer a manos de los terroristas. Neave muri¨® al estallar una bomba bajo su coche a la salida del aparcamiento de los Comunes, poco antes del triunfo electoral de Thatcher en 1979. Para entonces, Gow ya llevaba a?os trabajando en los asuntos norirlandeses.
En su calidad de secretario parlamentario de Thatcher, Gow mantuvo contacto diario con la primera ministra entre 1979 y 1983, cuando dej¨® esta posici¨®n para ocupar cargos medios en los ministerios de Medio Ambiente y de Hacienda.
Del Tesoro dimit¨ª¨® en 1985 por su desacuerdo con la pol¨ªtica irlandesa de Thatcher, pero nunca critic¨® a la primera ministra, con quien estuvo en perfecta sinton¨ªa en todos los dem¨¢s proyectos pol¨ªticos, ya fueran el control de los sindicatos o las privatizaciones.
lan Gow jam¨¢s se arredr¨® ante la amenaza terrorista y era popular en su circunscripci¨®n de la muy tory Eastbourne. En el Parlamento, donde no dejaba escapar ocasi¨®n de mostrar su ingenio y sentido del humor, Gow se opuso a que las c¨¢maras de televisi¨®n entraran en los Comunes con el argumento, desarrollado en un discurso televisado y seguido con risas, de que lo que un parlamentario dice s¨®lo constituye el 7% del mensaje que recibe el televidente. El 93% restante es imagen, voz y lenguaje corporal. Gow no confiaba en que un bulldog calvo fuera a tener tir¨®n.
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