El IRA mata a un intimo colaborador de Thatcher
lan Gow, de 53 a?os, miembro del ala m¨¢s thatcheriana del Partido Conservador brit¨¢nico y destacado defensor de la causa del unionismo, fue asesinado ayer por el IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) en su casa de las afueras de Eastbourne, en la costa sur de Inglaterra. Gow muri¨® por las heridas sufridas al estallar la bomba que se hab¨ªa adosado a su veh¨ªculo. El diputado por Eastbourne es el primer pol¨ªtico asesinado por el IRA desde el atentado del a?o 1984 en Brighton contra Margaret Thatcher, que cost¨® la vida a un diputado y a otras cuatro personas. La primera ministra, de quien el asesinado era estrecho colaborador, estaba ayer consternada. La polic¨ªa peinaba la zona del atentado en busca de pistas.
El IRA tach¨® ayer de su lista de objetivos a Gow, cuyo coche salt¨® por los aires cuando el parlamentario se dispon¨ªa a ponerlo en marcha, poco antes de las nueve de la ma?ana. Esta t¨¦cnica es una de las favoritas del IRA, que en los ¨²ltimos meses ha mostrado un amplio abanico de recursos para ejecutar sus acciones terroristas tanto en el Reino Unido como en el continente, desde el poco habitual disparo a quemarropa a la superbomba en la cuneta. En el caso de Gow, el artefacto pesaba entre uno y 2,5 kilos, seg¨²n el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, George Churchill-Coleman.El parlamentario de Eastbourne era lo m¨¢s pr¨®ximo que se pueda encontrar a un objetivo natural del IRA entre la clase pol¨ªtica brit¨¢nica, excepci¨®n hecha de los miembros del Gobierno y de los pol¨ªticos protestantes en el Ulster.
Gow siempre estuvo entre los primeros en condenar con acres palabras las acciones terroristas del IRA -la ¨²ltima de ellas, la voladura la semana pasada de tres polic¨ªas y una monja en Armagh-, y sab¨ªa que estaba en la lista de objetivos que le fue ocupada a un cornando del IRA descubierto porcasualidad en 1988 en el sur de Londres.
Gow era presidente del comit¨¦ parlamentario de base del Partido Conservador para asuntos de Irlanda del Norte y pertenec¨ªa a esa rara especie al este del mar de Irlanda que tiene inter¨¦s por lo que ocurre en el Ulster y est¨¢ d¨ªspuesta a defender la britanidad de la provincia hasta el final.
Ayer sacrific¨® su vida, pero en 1985 sacrific¨® su carrera pol¨ªtica al dimitir como secretario de Estado de Hacienda por la decisi¨®n de Thatcher de firmar en acuerdo anglo-irland¨¦s que da voz a Dubl¨ªn en la Administraci¨®n de Irlanda del Norte. Para Gow, la injerencia de una potencia exterior en los asuntos de la provincia "prolongar¨¢, en vez de reducir, la agon¨ªa del Ulster".
Fuerte y profundo
Este atentado pone nuevamente en evidencia la capacidad del IRA de golpear fuerte y profundo al establishment brit¨¢nico. Hace poco m¨¢s de un mes caus¨® una veintena de heridos al hacer estallar una bomba a la entrada del Carlton Club, ep¨ªtome oficioso del conservadurismo, y no hace a¨²n dos semanas sacudi¨® a la City con otra bomba en el edificio de la Bolsa.
Fueron acciones que generaron amplia cobertura en los medios de comunicaci¨®n y grandes gestos en los Comunes, habituados a un continuo gotear de v¨ªctimas mortales en Irlanda del Norte que es recibido con sordina.
El IRA, con escasa capacidad de convocatoria en el Ulster, fuera de los entregados a la causa, y con nulo seguimiento en la Rep¨²blica de Irlanda, parece empe?ado en una campa?a de dif¨ªcil explicaci¨®n -pues es poco probable que le rinda apoyos adicionales en Irlanda del Norte y no va a echar para atr¨¢s al Gobierno-, pero muy efectiva en t¨¦rminos propagand¨ªsticos.
Los especialistas en el devenir pol¨ªtico del Ulster creen percibir indicios de divisiones entre los miembros del IRA y de su brazo pol¨ªtico, el Sinn Fein, entre partidarios de la actividad pol¨ªtica y defensores de la lucha armada.
Las se?ales est¨¢n lejos de ser incuestionables, aunque el sutil movimiento de la clase pol¨ªtica convencional o constitucionalista del Ulster, tanto cat¨®lica como protestante, hacia la mesa de negociaciones para discutir el futuro de la provincia deja a los embarcados en la v¨ªa armada a¨²n m¨¢s aislados en Irlanda del Norte.
Golpes de efecto
Un peque?o n¨²mero de activistas -que fuentes policiales no ponen muy por encima de la decena- tiene en jaque a la clase pol¨ªtica y a los agentes antiterroristas brit¨¢nicos, hasta el extremo de que Churchill-Coleman comentaba hace unos d¨ªas que, conforme crece la actividad terrorista, mayor es la posibilidad de que los integrantes de los comandos comentan un error y sean detenidos.
El de ayer es el duod¨¦cimo atentado del IRA en Gran Breta?a desde el pasado mes de febrero, en los que ha habido desde muertes a grandes golpes de efecto.
Las un¨¢nimes declaraciones de condena realizadas ayer por parlamentarios de todo el espectro pol¨ªtico ten¨ªan en com¨²n, adem¨¢s del lamento por la p¨¦rdida de un compa?ero, el parafraseo de lo que hubiese dicho Gow.
Thatcher, cariacontecida y vestida con un sobrio traje negro, sali¨® a la puerta de su residencia para manifestarlo: "lan hubiese sido el primero en decir que los terroristas nunca deben ganar. S¨ª pudiese hablar, dir¨ªa: 'Libramos esta batalla, les presentamos ante la justicia y se les declara culpables por lo que han hecho'. Eso es lo que haremos".
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