R¨¦plica a Carandell
El se?or Carandell, en su carta sobre Eduardo Mendoza [publicada ayer en esta secci¨®n], emite afirmaciones sin aducir datos concretos que avalen su veracidad. Yo, al replicarle, proceder¨¦ a la inversa: ofrecer¨¦ el mayor n¨²mero posible de datos y dejar¨¦ al lector valorarlos. El 21 de julio de 1973, Seix Barral contrat¨® la primera novela de Eduardo Mendoza. El contrato, firmado por Juan Ferrat¨¦ -que, por lo dem¨¢s, reci¨¦n llegado del Canad¨¢, no ley¨® entonces el libro y confi¨® plenamente en mi criterio- establec¨ªa un plazo de publicaci¨®n de 24 meses, pr¨¢ctica habitual entonces en Seix Barral, dada la muy extensa cartera de t¨ªtulos pendientes de publicaci¨®n. La novela fue aprobada por censura el 25 de septiembre de 1973, con la sola indicaci¨®n de cambiar el t¨ªtulo, que as¨ª pas¨® a ser La verdad sobre el caso Savolta. El 8 de octubre de 1973 le ped¨ª a Eduardo Mendoza su foto y biograf¨ªa, que me mand¨® el 29 de noviembre. Luego mediaron circunstancias que retrasaron el ritmo de la programaci¨®n, a saber: la fusi¨®n de Seix Barral y Ariel y el traslado del departamento literario de Seix Barral a los locales de Ariel en Esplugues de Llobregat y la dimisi¨®n de Juan Ferrat¨¦. Con todo, el libro apareci¨® enteramente dentro del plazo previsto en el contrato, ya que el 14 de febrero de 1975 pasaba a producci¨®n, el 19 de abril obten¨ªa el permiso de circulaci¨®n y el 2 de mayo eran enviados a Eduardo Mendoza los ejemplares justificativos de la primera edici¨®n por Alexandre Argull¨®s, quien, tras recabar mi opini¨®n, hab¨ªa dado orden para los tr¨¢mites anteriores, ya que ten¨ªa la capacidad ejecutiva para ello que ni el se?or Carandell ni yo pose¨ªamos.Hasta aqu¨ª mi papel (y el de Juan Ferrat¨¦) en la contrataci¨®n del libro, as¨ª como el de Alexandre Argull¨®s en su publicaci¨®n. En cuanto a mi papel y al del se?or Carandell en el periodo inmediatamente anterior a la publicaci¨®n, nada mejor que dejar la palabra al propio se?or Carandell pero no me refiero precisamente a sus palabras de ahora, sino a las de entonces. El 18 de enero de 1975, en efecto, escrib¨ªa el se?or Carandell a Eduardo Mendoza: "Tu novela La verdad sobre el caso Savolta aparecer¨¢ el d¨ªa del libro de este a?o. Jos¨¦ Luis [Gim¨¦nez-Front¨ªn] me pidi¨® que me preocupase por ella. La busqu¨¦ y me enter¨¦ de que a Pere Gimferrer le hab¨ªa gustado mucho". Y todav¨ªa el 24 de febrero dec¨ªa en posdata a otra carta a Mendoza: "Pere Gimferrer me da recuerdos para ti y dice que no le olvides". Olvidadizo, ciertamente, no ha sido conmigo Eduardo Mendoza (a quien el 4 de octubre de 1978 acus¨¦ ya recibo de su segundo libro, El misterio de la cripta embrujada), como tampoco han sido olvidadizos otros autores -recordar¨¦, entre los m¨¢s recientes, a Antonio Mu?oz Molina y a Julio Llamazares- que, habi¨¦ndome mandado a m¨ª su primera novela, la vieron contratada y publicada por Seix Barral, y a los que dispens¨¦ tanta atenci¨®n como a sus colegas m¨¢s c¨¦lebres. Olvidadizo, en cambio, de sus Propias cartas y de los hechos propios y ajenos a que aluden parece ser el se?or Carandell-
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