Aprobada definitivamente en Italia la pol¨¦mica ley de la televisi¨®n

La ley de la televisi¨®n italiana fue aprobada ayer de forma definitiva por el Senado de la Rep¨²blica con el apoyo de los partidos del Gobierno y los votos en contra de los grupos de la oposici¨®n, por lo que pasa a ser ya una ley de Estado.Dieciocho meses de dur¨ªsimo debate preceden a la aprobaci¨®n de la pol¨¦mica ley. Al enfrentamiento entre el Gobierno y la oposici¨®n se suman las disensiones en la propia Democracia Cristiana.La izquierda del partido, capitaneada por Ciriaco de Mita, ac¨¦rrimo enemigo de Silvio Berlusconi, luch¨®, aunque en vano, hasta el ¨²ltimo momento por cambiar la ley, sobre todo en lo que se refiere a las interrupciones de las obras de arte con anuncios publicitarios y a las nuevas normas antitrust que permiten a Berlusconi continuar manteniendo sus tres canales nacionales de televisi¨®n y, en definitiva, el monopolio de la televisi¨®n privada del pa¨ªs.

Heridas abiertas

Seg¨²n la mayor¨ªa de los observadores, esta ley -por otra parte indispensable frente al caos que reinaba en esta materia- ha dejado por el camino muchas heridas abiertas. El mismo Andreotti ha confiado a sus amigos que tampoco a ¨¦l le gusta-la ley como ha quedado, pero asegura que no pod¨ªa permitir que cayera el Gobierno cuando Italia ostenta la presidencia de turno de la Comunidad Europea.

No s¨®lo los cinco ministros y 11 subsecretarios de la izquierda democristiana han abandonado como protesta el Gobierno, sino que dicha ley ha dejado enfrentados a los democristianos entre s¨ª, por una parte, y a los comunistas y socialistas por otra.

De ah¨ª que todos est¨¦n convencidos de que la verdadera guerra empezar¨¢ ahora en oto?o. Craxi ha afirmado que las cosas est¨¢n muy serias y que su partido "no va de vacaciones".

Los liberales, en el grupo de Gobierno, han declarado que las dimisiones de los ministros de la izquierda democristiana "han dejado sin credibilidad al Gobierno de Andreotti".

Uno de los puntos de la ley que generar¨¢ mayor dificultad ser¨¢ la figura, con gran poder de ejecuci¨®n, del garante de la aplicaci¨®n de la ley, una especie de inspector que ser¨¢ nombrado por la comisi¨®n de.vigilancia de la RAI-TV. A ¨¦l le corresponde determinar si es m¨¢s digno de no ser interrumpido por la publicidad una misa del Papa o un concierto de Pavarotti, o bien una pel¨ªcula de Fellini o una de Alberto Sordi.

Berlusconi, a pesar de su triunfo, obligatoriamente deber¨¢ realizar como m¨ªnimo un informativo al d¨ªa. A la batalla por la aprobaci¨®n de la ley va a seguir la contienda por la interpretaci¨®n de la misma.