EE UU efect¨²a el mayor despliegue desde Vietnam
Estados Unidos inici¨® ayer el despliegue militar m¨¢s importante desde la guerra de Vietnam con el env¨ªo de fuerzas de tierra, mar y aire al Oriente Pr¨®ximo para detener lo que su presidente, George Bush, calific¨® de "brutal e indignante agresi¨®n" por parte de Irak, que "pone en peligro la independencia econ¨®mica" de este pa¨ªs. Sin embargo, Bush declar¨® tajantemente que Estados Unidos "no est¨¢ en guerra". Por su parte, el presidente iraqu¨ª, Sadam Huse¨ªn, cuyas tropas invadieron Kuwait el pasado d¨ªa 2, respondi¨® a la acci¨®n estadounidense con el anuncio de que hab¨ªa decidido anexionar el emirato a Irak.
Bush, que pretende convertir los efectivos norteamericanos enviados a la zona en la vanguardia de una fuerza multinacional, subray¨® que el papel de los soldados norteamericanos ser¨ªa "totalmente def¨¦nsivo". "[Las tropas de EE UU] no iniciar¨¢n las hostilidades, pero se defender¨¢n y defender¨¢n asimismo el reino de Arabia Saud¨ª y a nuestros amigos en el golfo P¨¦rsico", a?adi¨®.El presidente norteamericano, que se dirigi¨® por radio y televisi¨®n a la naci¨®n a las nueve de la ma?ana, hora local (tres de la tarde, hora espa?ola), despu¨¦s de una noche sin pegar ojo por la crisis en el Golfo, compar¨® a Husein con Hitler cuando dijo que "si la historia nos demuestra algo, es precisamente que el apaciguamiento no funciona". "Como ocurri¨® en los 30 en Europa, vemos a Sadam Husein como un dictador agresivo que amenaza a sus vecinos".
El presidente norteamericano no ocult¨® los verdaderos motivos que le han impulsado a enviar fuerzas al Oriente Pr¨®ximo al declarar que "nuestro pa¨ªs importa en la actualidad la Mitad del petr¨®leo que consume y la acci¨®n iraqu¨ª podr¨ªa poner en peligro nuestra independencia econ¨®mica". "Este no es un problema americano, ni europeo, ni del Oriente Pr¨®ximo. Es un problema mundial", dijo.
Cuatro objetivos
Cuatro son los objetivos perseguidos por Bush con el despliegue militar estadounidense en el Golfo: 1a retirada incondicional, inmediata y completa" de todas las fuerzas iraqu¨ªes de Kuwait; la sustituci¨®n del r¨¦gimen t¨ªtere instalado por Bagdad en el Emirato por su autoridad leg¨ªtima; la protecci¨®n de vidas -norteamericanas y, por ¨²ltimo, la continuidad de la pol¨ªtica seguida por otros presidentes, "desde Roosevelt a Reagan, de garantizar la estabilidad y seguridad en la zona".
Como en el caso de Corea, Bush expres¨® su esperanza de que las fuerzas norteamericanas constituyan la punta de lanza de "una fuerza multinacional, destinada a incrementar el potencial de las Fuerzas Armadas saud¨ªes para defender el Reino". Hasta el momento, s¨®lo el Reino Unido ha anunciado su disposici¨®n a unirse a esa fuerza multinacional gon el env¨ªo de m¨¢s unidades navales y a¨¦reas, pero no tropas de -tierra, a la zona del Golfo.
La diplomacia norteamericana trabajaba ayer activamente para conseguir la participaci¨®n de otros pa¨ªses ¨¢rabes en el contingente intemacional. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, neg¨® ayer que su pa¨ªs haya enviado tropas a Arabia Saud¨ª, pero no excluy¨® hacerlo "dentro de un contexto pan¨¢rabe". El secretario de Defensa, Dick Cheney, explor¨® esas posibilidades en sus entrevistas con Mubarak y en una escala inesperada en Rabat donde se reuni¨® con el rey Hassan II, antes de regresar a Washington ayet despu¨¦s de dos d¨ªas de gestiones en el mundo ¨¢rabe. Seg¨²n informes publicados en Washington, Chefiey consigui¨® que Arabia Saud¨ª permitiera el env¨ªo de fuerzas norteamericanas a su territorio despu¨¦s de que el secretario de Defensa mostrara al rey Fahd las fotos tomadas por los sat¨¦lites esp¨ªas norteamericanos, con los movimientos de fuerzas iraqu¨ªes en la frontera del reino con Kuwait y un inesperado movirniento de aviones iraqu¨ªes en Yemen, pa¨ªs situado al sur de Arabla Saud¨ª. Ante el temor de verse rodeado por el norte y por el sur en una acci¨®n militar iraqu¨ª, Fahd opt¨® por el mal menor y autoriz¨® el estacionan-¨²ento de fuerzas norteamericanas en su territorio. En una rueda de prensa celebrada por Bush en la Casa Blanca, tres horas despu¨¦s de dirigirse a la naci¨®n, el presidente norteamericano no quiso revelar qu¨¦ pa¨ªses, adem¨¢s del Reino Unido, hab¨ªan decidido o estaban dispuestos a unirse a la fuerza multinacional y le pas¨® la pelota al gobierno saud¨ª. "Me consta", dijo, que el rey Fahd est¨¢ manteniendo una serie de conversaciones con l¨ªderes de varios pa¨ªses" para defender la integridad de su pa¨ªs. Las intervenciones de Bush no aclararon qu¨¦ medidas adoptar¨ªa Estados Unidos, si Saddam Hussein no.se pliega a la exigencia norteamericana de retirar sus tropas de Kuwait.
El presidente norteamericano, en su rueda de prensa, declar¨® de forma terminante que Estados Unidos "no est¨¢ en guerra" y que el objetivo de sus unidades era "defensivo, no expulsar a los iraqu¨ªes de Kuwait". "Hemos acudido en defensa de Arabia Saud¨ª", recalc¨®. Las dos declaraciones parec¨ªan indicar que Bush, por el momento, no piensa tomar la iniciativa militar y que tiene puestas sus esperanzas en los efectos que .las sanciones econ¨®micas y financieras impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pueden tener sobre Irak. "Me comprometo a que haremos todo lo necesario para conseguir que las sanciones sean efectivas e induzcan -a Irak a retirarse de Kuwait", dijo.
Cautela
La cautela de Bush podr¨ªa naturalmente cambiar si se produjera un nuevo avance iraqu¨ª o si Saddam Husein decidiera utilizar, como lo hizo en la guerra con Iran, armas qu¨ªmicas, cuyo almacenamiento en Kuwait ha sido detectado por los sat¨¦lites norteamericanos. Bush no dej¨® dudas sobre la gravedad que tal utilizaci¨®n supondr¨ªa y amenaz¨® con una represalia fulminante por parte de Estados Unidos. Washington ha expresado su preocupaci¨®n por el estacionamiento en Kuwait por parte de Irak de mis?les tierra-tierra. "La preocupaci¨®n es evidente cuando estamos ante un personaje que ya ha utilizado armas qu¨ªmicas", advirti¨® Bush.
-Dado el juicio que las armas qu¨ªmicas le merecen al mundo, considero que su uso ser¨ªa intolerable y que la respuesta ser¨ªa muy, muy dura", advirti¨® Bush.
Por su parte, el Pent¨¢gono se ha negado por razones militares a -facilitar el n¨²mero exacto de fuerzas que intervienen en el despliegue. estrat¨¦gico ordenado por el presidente Bush en las dram¨¢ticas circunstancias del golfo.
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