Isaac Shamir asegura que s¨®lo la fuerza har¨¢ entrar en raz¨®n a Sadam Husein
Tras 48 horas de tensi¨®n e inquietud, cuando algunos incluso comenzaban a hablar de un "principio de p¨¢nico" provocado por las amenazas iraqu¨ªes de atacar Israel con armas qu¨ªmicas, los ¨¢nimos se han calmado en Tel Aviv. La playa est¨¢ llena de israel¨ªes y turistas. Los ni?os abarrotan el parque de atracciones. Y una larga cola serpentea ante el cine donde se programa el ¨²ltimo ¨¦xito, Las tortugas ninjas.
Las tiendas de ultramarinos y los supermercados est¨¢n repletos de clientes. Como cada viernes, los israel¨ªes hacen sus compras para el fin de semana. ?Es que est¨¢n almacenando v¨ªveres? "No me parece. La gente compra como de costumbre", dice Rachel, la droguera de la esquina. "Entonces", le pregunto, "?todo es normal?". Rachel me echa una mirada irritada y contesta: ?Normal? ?Es que usted no escucha las noticias? ?Qu¨¦ puede ser normal con este loco de Sadam Husein?". Le pregunto que si tiene miedo. "Claro que tengo miedo. Tengo cuatro hijos y el mayor est¨¢ en el ej¨¦rcito".En la playa, frente a nosotros, varias docenas de j¨®venes chapotean en el agua. Otros juegan con un bal¨®n. Otros se broncean. Dos soldados se deshacen r¨¢pidamente de sus uniformes y... al agua. Vuelven a la orilla corriendo. "C¨®mo es que no est¨¢is defendiendo la patria en estos momentos de peligro?". El m¨¢s joven contesta: "?No conoces el dicho bebed, besad que ma?ana morir¨¦is?". Su compa?ero suelta una carcajada al a?adir: "Para con tus tonter¨ªas, Yossi. Nadie piensa que va a morir. Sadam Husein puede que est¨¦ loco, pero no es tonto. No atacar¨¢: sabe que no se bromea con el Tsahal [ej¨¦rcito de Israel]. Sabe que somos fuertes, m¨¢s fuertes a¨²n que las tropas iraqu¨ªes".
Atentos a las noticias
La tensi¨®n aflora cuando uno de los transistores sobre la arena anuncia el bolet¨ªn de informaci¨®n. Entonces las risas cesan bruscamente. Todo el mundo calla para no perderse ni una palabra.
Pero, aun as¨ª, hay menos nervios que el d¨ªa anterior. Varios factores contribuyen a ello. En primer lugar, una serie de declaraciones y entrevistas del primer ministro, Isaac Shamir; el ministro de la Defensa, Moshe Arens, y el jefe de Estado Mayor, el general Shornron, ha tranquilizado y dado confianza a la opini¨®n p¨²blica israel¨ª.
Shamir, por ejemplo, pronunci¨® ayer un discurso firme en el que subray¨® que "s¨®lo la fuerza puede hacer entrar en raz¨®n a Sadam Husein". Adem¨¢s, el primer ministro puntualiz¨® que dicha fuerza debe ser la "ejercida por EE UU y sus aliados en el Golfo" y no la de Israel.
Por su parte, Arens ha subrayado que la fuerza de disuasi¨®n" de Israel s¨®lo "ser¨¢ utilizada para la defensa de nuestro pa¨ªs". Por lo tanto, nada de intervenir en un eventual apoyo a los norteamericanos.
El general Shomron ha puesto en evidencia no s¨®lo la formidable capacidad de respuesta del ej¨¦rcito israel¨ª en caso de un ataque iraqu¨ª, sino que ha hecho alusi¨®n a "las nuevas armas defensivas" recientemente introducidas en el arsenal del Tsahal. Adem¨¢s, Shomron ha explicado a la opini¨®n p¨²blica que si no se ha puesto al d¨ªa la distribuci¨®n de las m¨¢scaras de gas entre la poblaci¨®n, es porque "sabemos que ser¨ªa preinaturo".
Esta decisi¨®n de aplazar la distribuci¨®n de las m¨¢scaras, las jeringuillas de atropina autoiniectables y otro material de defensa contra los gases de mostaza y paralizantes ten¨ªa dos objetivos: el de apaciguar los ¨¢nimos en Israel y el de dejar claro al Irak que Tel Aviv no atacar¨¢.
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