Soldados de reemplazo para servir a oficiales presos

Una de las cr¨ªticas dirigidas por el informe del Defensor del Pueblo al funcionamiento de las prisiones castrenses es el hecho de que soldados de reemplazo, en cumplimiento de la mili, presten servicio a los militares presos. "En el inmueble destinado a oficiales y suboficiales", afirma refiri¨¦ndose a la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), "hab¨ªa ordenanzas (soldados de reemplazo) que se dedicaban a la limpieza de sus habitaciones y al cuidado del servicio del bar".M¨¢s adelante, al hablar de la prisi¨®n naval de Cartagena, Gil-Robles se?ala que "se inform¨® al Ministerio de Defensa que la carencia de personal contratado obligaba a estos soldados [de reemplazo] a desempe?ar funciones tales como lavander¨ªa, cocina, asistentes de oficiales y suboficiales, no acordes con el sentido del servicio militar obligatorio".

En la prisi¨®n naval de Carranza (El Ferrol), en la que cumpl¨ªa condena el ex teniente general Milans del Bosch cuando el comisionado del Defensor del Pueblo realiz¨® su visita, los oficiales y suboficiales internos pod¨ªan cocinar sus alimentos y, a tal efecto, estaban "asistidos por reposteros que son soldados de servicio inilitar".

En la c¨¢rcel militar de Figueras (Gerona), donde est¨¢ interno Tejero, "soldados de reemplazo ten¨ªan que prestar diversos servicios de atenci¨®n y mantenimiento del centro, adem¨¢s de servir de asistentes a los militares recluidos".

Como conclusi¨®n, Gil-Robles se?ala en su informe que "algunos soldados realizan labores de cocina, limpieza de las celdas, asistencia a oficiales y suboficiales, etc¨¦tera..., todas ellas impropias del servicio que constitucionalmente les es exigido de manera obligatoria".

Fuentes del Ministerio de Defensa niegan que haya soldados asignados, como asistentes de los militares presos, ya que esta figura fue abolida hace tiempo en las Fuerzas Armadas. Dichas fuentes admiten, sin embargo, que algunos soldados, en funciones de ordenanzas, puedan efectuar servicios de tipo particular a los internos. Aunque no haya una adscripci¨®n personal a los reclusos, se han dado casos como el de la prisi¨®n de El Ferrol, donde dos soldados estaban como ordenanzas de los oficiales presos cuando fue cerrada, siendo as¨ª que el ¨²nico (ex) oficial interno era Milans.

El coronel Mart¨ªnez Ingl¨¦s, quien estuvo preso en Alcal¨¢ hasta su expulsi¨®n del Ej¨¦rcito, asegura que los soldados que hacen de ordenanzas no tienen delimitadas sus funciones, por lo que con frecuencia realizan servicios particulares a los internos. Adem¨¢s, los oficiales presos siguen en activo, lo que propicia una singular dependencia jer¨¢rquica entre vigilantes y reclusos.

El Ministerio de Defensa ha expresado su prop¨®sito de sustituir a los soldados que no realicen funciones espec¨ªficamente militares por personal civil contratado, con car¨¢cter general.