La puerta de Aqaba
Alarma en el puerto jordano por las consecuencias del bloqueo econ¨®mico a Irak
GEORGINA HIGUERAS, ENVIADA ESPECIAL, Doce barcos de medio tonelaje descargaban ayer en el puerto jordano de Aqaba. A la entrada de ¨¦ste, un centenar de camiones iraqu¨ªes y jordanos esperaban su turno de estiba. "Nosotros no somos quienes tenemos que prohibir a los cargueros su llegada a puerto. Nuestra misi¨®n es llenarlos y vaciarlos. Hasta ahora, el servicio es normal. No se aplican sanciones", afirm¨® Awad Tell, director general de la Corporaci¨®n de Puertos Jordanos.
"Primero, hace falta que las Naciones Unidas clarifiquen qu¨¦ tipo de embargo han ordenado contra Irak. ?Se trata de que no les lleguen nuevas armas y municiones, o de que no reciban alimentos, medicinas o ropa?", se?al¨® Basam Kakish, presidente de la Diputaci¨®n de Aqaba. Kakish indic¨® que esta peque?a ciudad de 40.000 habitantes, que se encuentra al final del golfo de su mismo nombre -compartido con Israel-, ya comienza a sufrir los efectos de las sanciones impuestas por la comunidad internacional contra Irak. El puerto tiene una capacidad operativa para 20 barcos de entre 15.000 y 60.000 toneladas, pero, desde el pasado lunes, no ha entrado ninguno. Algunos de los que hab¨ªan anunciado su llegada en estos d¨ªas no lo han hecho.
"?Qui¨¦n nos va a compensar por las p¨¦rdidas que suponen las sanciones? Que nos informen con claridad de las compensaciones que vamos a recibir", pidi¨® Kakish. M¨¢s de la mitad del total del tr¨¢fico de mercanc¨ªas en el puerto de Aqaba est¨¢ destinado a Irak, que tambi¨¦n recibe un cuarto del total del comercio exterior de Jordania.
Ma¨ªz, trigo, az¨²car, arroz, carne, aceites, madera, algod¨®n, cemento, maquinaria y ropa componen gran parte de la carga que los estibadores est¨¢n sacando a puerto. El director de puertos afirm¨® no tener noticias de un barco polaco cargado de armas para Irak que se dirig¨ªa hacia Aqaba. Se?al¨® que el que tiene anunciada su llegada es el buque holand¨¦s Zygmud August, pero que su contenido son piezas de repuesto compradas por el Ej¨¦rcito jordano.
El cord¨®n umbilical de Irak con el mundo exterior es, desde el inicio de la guerra con Ir¨¢n, en 1980, la carretera que une Bagdad con Aqaba. Por estos 1.300 kil¨®metros circulan a diario centenares de camiones en los dos sentidos, abriendo al mar Rojo el r¨¦gimen de Sadam Husein.
Gasoducto por Siria
Awad Tell asegura que, desde hace 12 meses, Irak no ha vuelto a exportar ni petr¨®leo ni otras mercanc¨ªas a trav¨¦s de Aqaba. Bagdad recurri¨® a esta salida al mar cuando Siria, aliada de Ir¨¢n, le cerr¨®, en 1983, el gasoducto que atravesaba ese pa¨ªs. "La terminal est¨¢ ah¨ª, y puede ser puesta en funcionamiento en cuanto B¨¢gdad y Damasco lo decidan. De momento, no tenemos noticias de que vayan a hacerlo".
Mohamed Salim, un camionero jordano de 37 a?os, que lleva 10 realizando el trayecto entre Bagdad y Aqaba, se?ala que suele bajar de vac¨ªo, pero que el martes trajo f¨®sforo iraqu¨ª para Jordania, y esperaba que hoy cargar¨ªa 35 o 40 toneladas de alimentos para Irak. "Aunque tenga que sacar la comida de mi propia casa, seguir¨¦ llev¨¢ndosela a los iraqu¨ªes", afirma. La mayor parte de las exportaciones de productos agr¨ªcolas jordanos tiene como destino Irak, pa¨ªs con el que tambi¨¦n est¨¢n relacionadas las principales empresas jordanas.
Hostilidad a la prensa
El sentimiento de Salim es compartido por sus compa?eros, que arremeten contra Estados Unidos y aseguran que no permitir¨¢n que "el pueblo hermano" pase hambre. "Entre Jordania e Irak no hay fronteras. Si dejamos de trabajar para uno, dejamos de trabajar para todos", destaca Hasan Abdul¨¢, otro camionero de 39 a?os.
"?Por qu¨¦ la prensa occidental s¨®lo se interesa de si Amin¨¢n cumple o no el embargo contra Irak, y no informa sobre las amenazas que hemos recibido de Israel?, ?por qu¨¦ ustedes no dicen que ese vecino que ocupa Cisjordania y Gaza tiene armas nucleares, qu¨ªmicas y otras que nosotros no tenemos, y con las que nos est¨¢n amenazando?", pregunt¨® el presidente de la Diputaci¨®n de Aqaba a la decena de enviados especiales, entre ellos la de EL PA?S, que entrevistaban al director de la Corporaci¨®n de Puertos Jordanos.
La hostilidad hacia los periodistas occidentales es cada d¨ªa m¨¢s evidente en este pa¨ªs. Basam Kakish asegur¨® que no exist¨ªan ¨®rdenes que prohibieran realizar entrevistas en las calles. Sin embargo, tanto la polic¨ªa como la guardia costera afirman que han recibido instrucciones precisas de que no se permita a ning¨²n periodista extranjero hablar con jordanos o iraqu¨ªes en todo el recinto de la ciudad de Aqaba. Los incidentes son tan frecuentes que, despu¨¦s de haber sido advertida por un polic¨ªa militar y conducida a una dependencia por otros agentes, esta enviada especial opt¨® por entrevistar a los camioneros en las zonas de descanso de la carretera hacia Bagdad.
Miles de jordanos viven del transporte y del comercio con Irak. El pr¨ªncipe heredero Hasan declar¨®, d¨ªas atr¨¢s, que su pa¨ªs "sufrir¨ªa enormemente" las consecuencias del embargo total. ?ste, de hecho, se considera "impracticable", ya que supondr¨ªa una aut¨¦ntica rebeli¨®n de los habitantes contra su Gobierno y la desestabilizaci¨®n de Jordania. Adem¨¢s, este pa¨ªs recibe el 95% del petr¨®leo que consume de Irak, y el restante lo obten¨ªa de Kuwait.
Alrededor de media docena de barcos de banderas europeas permanecieron la semana pasada varios d¨ªas en la bocana del puerto. Los propietarios, indican fuentes navieras, trataron ¨²nicamente de asegurarse el pago de la carga y, una vez solucionado ¨¦ste con las autoridades iraqu¨ªes, sin esperar ¨®rdenes de sus Gobiernos sobre el embargo, mandaron descargar.
Frente a los muelles se encontraban ayer cuatro cargueros vac¨ªos. El director del puerto destac¨® que est¨¢ a la espera de cargar potasio, fosfato, cemento y otros productos que son la base de las exportaciones jordanas. "No tenemos nada que ocultar. Ah¨ª est¨¢n los sat¨¦lites y, a unos centenares de metros, los vecinos israel¨ªes, que no se pierden detalle de lo que aqu¨ª sucede".
Posibles despidos
El puerto de Aqaba tiene empleadas a 2.600 personas, y otros tantos hombres trabajan como estibadores contratados temporalmente. La posibilidad de despidos o rescisiones de contratos por la baja actividad portuaria comienza a preocupar a todos los habitantes.
Los hoteles de este bello enclave, poblado de palmeras y a s¨®lo seis kil¨®metros de la frontera con Arabia Saud¨ª, estaban ayer completos, pero, aunque el turismo supone la segunda fuente de ingresos de la ciudad de Aqaba, est¨¢ a una enorme distancia de lo que genera el puerto. Sus playas de arena fina y dorada parecen todav¨ªa vivir ajenas al conflicto del Golfo, y cientos de europeos disfrutaban del agua y del sol.
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