Luis Emilio Batall¨¢n

Luis Emilio Batall¨¢n, algunos kilos de m¨¢s y el semblante tranquilo de los que hablan con las vacas, es m¨¦dico rural en Mora?a (5.000 habitantes), cerca de Pontevedra. Batall¨¢n -bromea con el posible origen armenio de su apellido- acaba de sacar al mercado Ballet da nena (Ballet de la ni?a), su segundo disco. Fue durante cuatro a?os presidente del club de f¨²tbol Pontevedra: "Quisimos emular a Elton John, que logr¨® llevar al Watford a la Primera Divisi¨®n brit¨¢nica. Casi conseguimos que descendiera a Tercera". Asume como cierta la leyenda que le atribuye un intento de soborno a un equipo contrario. Era un momento desesperado y la afici¨®n fue magn¨¢nima.El Pontevedra s¨®lo represent¨® un par¨¦ntesis para un m¨¦dico que se considera m¨²sico, pero que vive de la medicina y desde su observatorio rural ve c¨®mo se degrada el mundo v¨ªctima de la pasi¨®n por el dinero. A Batall¨¢n le atraen otras monedas: hace 15 a?os public¨® Ah¨ª ven o maio (Ah¨ª viene mayo), un elep¨¦ ac¨²stico de inusitada calidad para la ¨¦poca. Doscientos mil ejemplares vendidos para un disco en gallego lo convirtieron en un ins¨®lito superventas.

Pero Cara Cortada -as¨ª le llamaban en Peleteiro, un colegio carcelario para los malos estudiantes regionales- se ha tomado su tiempo hasta este Ballet da nena, con letras propias y de eximios escritores del Noroeste: Ux¨ªo Novoneyra, Neira Vilas, Rosal¨ªa de Castro, Celso Emilio Ferreiro y Manoel-Antomo.

Casado con Ana, de 31 a?os, y con dos hijas en com¨²n, Carlota y Dinorah, Batall¨¢n naci¨® en Compostela hace 40 a?os. Se niega a estrangularse la nuez con una corbata, y a pesar de las canas, conserva una suerte de infancia en la mirada. De Dylan Thomas recuerda un verso que le define: "?l tiempo me sosten¨ªa verde y feliz bajo las ramas de los cerezos".