Empieza la negociaci¨®n para la gran reforma del profesorado: bajada de ratios, equiparaci¨®n de cuerpos docentes y examen para entrar en magisterio
El Ministerio de Educaci¨®n y los sindicatos de ense?anza abordan profundos cambios en la docencia: desde una reducci¨®n del horario lectivo y un nuevo sistema de oposiciones hasta las condiciones para lograr ascensos
El Ministerio de Educaci¨®n y los seis principales sindicatos de ense?anza han empezado a negociar este martes la gran reforma del profesorado, que plantea cambios profundos en muchos de los aspectos que definen un oficio que en Espa?a ejercen 784.000 personas que dan clase a 8,3 millones de alumnos en las etapas preuniversitarias.
Las centrales sindicales tienen tres reivindicaciones b¨¢sicas, dirigidas a mejorar las condiciones de trabajo de los docentes y el aprendizaje del alumnado. El Gobierno se muestra abierto a estudiarlas, pero quiere abordar en paralelo otras cuestiones que entiende que mejorar¨ªan el sistema educativo, como el sistema de oposiciones, el acompa?amiento inicial del profesorado novel en los centros educativos por parte de docentes expertos, la implantaci¨®n de una prueba espec¨ªfica de acceso a los grados de magisterio, o la reforma de los contenidos de las titulaciones universitarias para ser maestro, as¨ª como del m¨¢ster del profesorado. Con dicho planteamiento, ambas partes han acordado este martes ¨Dprimera jornada de una negociaci¨®n que llevaba pendiente desde hac¨ªa tres a?os, y se prev¨¦ larga, aunque las medidas que se vayan alcanzando podr¨¢n ir aplic¨¢ndose sin esperar a que todo est¨¦ cerrado¨D definir los grupos de trabajo concretos sobre cada una de las parcelas.
La primera de las tres cuestiones que los sindicatos consideran esenciales es la reducci¨®n para todo el pa¨ªs del horario lectivo de los docentes, que fue ampliado por el PP la d¨¦cada pasada y todav¨ªa no ha sido completamente revertido, de forma que pase a fijarse de forma obligatoria para las comunidades aut¨®nomas, como mucho, en 18 horas semanales en secundaria y 23 en primaria e infantil. En muchas comunidades dichas cifras ya se han alcanzado, pero en otras el horario sigue siendo de hasta 20 horas en secundaria y hasta 25 en primaria e infantil, como Madrid.
Bajada de ratios
La segunda exigencia es la reducci¨®n del n¨²mero de estudiantes por clase. Una de las formas en que esta podr¨ªa articularse, que algunos sindicatos ver¨ªan con buenos ojos, porque podr¨ªa ponerse en marcha en poco tiempo al no requerir cambiar la actual ley de Educaci¨®n ¨Dque dej¨® las ratios en hasta 25 estudiantes en infantil y primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato, unas cifras que en ocasiones se superan por medio de excepciones a la norma general¨D y beneficiar¨ªa especialmente a la ense?anza p¨²blica, que es la que acoge a m¨¢s alumnado vulnerable, de forma desproporcionada respecto a su peso en el conjunto de la red educativa, ser¨ªa que los estudiantes con necesidades de apoyo educativo contaran doble a la hora de calcular la ratio. Dicha categor¨ªa engloba al alumnado con necesidades educativas especiales ¨Dcomo discapacidad o trastorno del espectro autista¨D, a los estudiantes con dificultades espec¨ªficas de aprendizaje ¨Dcomo el trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad (TDAH) o dislexia¨D, y al alumnado en situaci¨®n de desventaja socioeducativa ¨Dcomo los chavales migrantes reci¨¦n incorporados al sistema que desconocen el idioma, o aquellos que presentan un retraso curricular significativo¨D.
Los sindicatos tienen como tercera reivindicaci¨®n b¨¢sica la mejora de la posici¨®n que el profesorado ocupa en el escalaf¨®n de la administraci¨®n. El cambio que m¨¢s trascendencia tendr¨ªa ¨Dporque beneficiar¨ªa a casi la mitad de los docentes¨D es la equiparaci¨®n del cuerpo de maestros (que ahora tienen un nivel A2) con el cuerpo de profesorado de secundaria (A1). La diferencia se justificaba hist¨®ricamente por el hecho de que para ser maestro hab¨ªa que estudiar una diplomatura de tres a?os, frente a las licenciaturas de cinco a?os que se exig¨ªan a los docentes de secundaria. Pero dicha diferencia se diluy¨® hace dos d¨¦cadas con la transformaci¨®n de las carreras en grados de cuatro a?os.
Los sindicatos preferir¨ªan centrar la negociaci¨®n en estos tres puntos, y tienen ciertas reticencias a la intenci¨®n del ministerio de sentarles a hablar de cuestiones que, o bien consideran ¡°muy te¨®ricas¡±, o bien no les resultan, de entrada, c¨®modas.
Una nueva carrera profesional
Entre los puntos que a primera vista los sindicatos ¨Da la reuni¨®n en el ministerio acudieron CC OO, CSIF, STE, UGT, ANPE, CIG y ELA¨D consideran m¨¢s te¨®ricos figura el llamado ¡°Marco de competencias profesionales docentes¡± que, sin embargo, puede tener importancia pr¨¢ctica si se acaba tomando como referencia para el desarrollo de la carrera profesional docente, es decir, de los hitos que deber¨ªa ir alcanzando el profesorado para obtener mejoras retributivas o de otro tipo a lo largo de su trayectoria laboral. Se trata de un documento, al que ha tenido acceso EL PA?S, que en su versi¨®n de borrador tiene 154 p¨¢ginas y describe el ¡°conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes b¨¢sicas¡± que el profesorado puede alcanzar a lo largo de su vida laboral, en cuya elaboraci¨®n han trabajado durante dos a?os representantes de los ministerios de Educaci¨®n y de Universidad, de las comunidades aut¨®nomas y de la Conferencia de Decanos y Decanas de Educaci¨®n.
El documento establece un total de 10 apartados (desde conocimiento disciplinar y did¨¢ctico o gesti¨®n del aula, al de igualdad, inclusi¨®n, y cultura democr¨¢tica o participaci¨®n en el centro) en los que los docentes pueden tener hasta cuatro niveles de desempe?o. El nivel cero equivale al que se espera que tengan al terminar el grado de maestro o el m¨¢ster de secundaria, as¨ª como las pr¨¢cticas asociadas. Y el nivel m¨¢ximo, el tres, al del profesorado experimentado que, ¡°en calidad de persona experta, investiga, asesora, coordina y promueve procesos de innovaci¨®n, mejora continua e investigaci¨®n educativa y que contribuye a la transformaci¨®n dentro y fuera del centro¡±.
Oposiciones y examen especial
El ministerio, representado por el subsecretario de Estado de Educaci¨®n, Santiago Roura, que ha manifestado que la intenci¨®n del departamento es abordar una reforma ¡°ambiciosa¡±, pretende, por su parte, que las mejoras laborales que prev¨¦ aprobar para el profesorado vayan de la mano de otras que considera que pueden mejorar el sistema educativo. Entre ellas, adem¨¢s del sistema de oposiciones ¨Dactualizando unos temarios, que en muchos casos se remontan a los a?os noventa y reformando el formato de las pruebas¨D, figura el acompa?amiento inicial del profesorado novel por parte de docentes expertos ¨Dque ser¨ªan recompensados por ello¨D, con los que estar¨ªan en clase durante uno o dos a?os, o el establecimiento de un examen espec¨ªfico para los grados de magisterio (como el que se ha puesto en marcha en Catalu?a y Baleares y funcionan en buena parte de los pa¨ªses del entorno de Espa?a).
Una prueba que podr¨ªa abarcar las habilidades ling¨¹¨ªsticas y matem¨¢ticas, as¨ª como la actitud ante la profesi¨®n, cuya implantaci¨®n fue solicitada por la propia Conferencia de Decanos y Decanas de Educaci¨®n, y que, aunque la gran mayor¨ªa de aspirantes a maestros superar¨ªa, servir¨ªan de filtro inicial en unas carreras en las que cada a?o se titulan muchas m¨¢s personas (30.000 en 2020) de las que absorbe el sistema (en el mismo a?o hubo 12.000 vacantes por jubilaci¨®n). Y en las que el peso de las universidades privadas es cada vez mayor, como sucede con el m¨¢ster de secundaria, cuya reforma el Gobierno tambi¨¦n quiere pactar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.