La relaci¨®n entre herencia y c¨¢ncer se refuerza con dos investigaciones anunciadas recientemente
La relaci¨®n entre gen¨¦tica y c¨¢ncer se sospecha desde hace mucho tiempo, pero s¨®lo recientemente se han empezado a encontrar pruebas concretas. Dos anuncios realizados en el ¨²ltimo mes relacionan directamente la falta de un gen en un ser humano con el c¨¢ncer de colon y la activaci¨®n de otro gen con el c¨¢ncer de pulm¨®n en fumadores. Los bi¨®logos creen que en pocos a?os, con los frutos de esta investigaci¨®n b¨¢sica, un simple an¨¢lisis gen¨¦tico, una t¨¦cnica ya disponible, puede indicar la tendencia a padecer determinados tumores y llevar incluso a las compa?¨ªas de seguros a tener en cuenta estos datos.
Imagine que lleva varios a?os con un rompecabezas sobre la mesa. Las piezas aparentemente encajan, pero tras rebuscar por los rincones encuentra una nueva que le da armon¨ªa, solidez, al conjunto. Imagine su satisfacci¨®n y sabr¨¢ entonces c¨®mo se sienten los bi¨®logos moleculares que investigan sobre el c¨¢ncer -como los espales que trabajan en Estados Unidos y han participado esta semana en un curso en la universiciad Men¨¦ndez y Pelayo- tras conocer que un grupo del centro Johns Hopkins, de Baltimore, ha comprobado en el laboratorio que la inserci¨®n de un gen llamado P 53 bloquea el desarrollo de un tumor canceroso de colon. Hasta ahora se sab¨ªa de la existencia de unos genes -denominados oncogenes dominantes- que pueden provocar la proliferaci¨®n descontrolada de c¨¦lulas, dando lugar a un tumor, pero no estaba cient¨ªficamente probado que la situaci¨®n contraria -la ausencia de un gen- tuviese las mismas nefastas consecuencias. El P 53, un oncog¨¦n recesivo, tambi¨¦n llamado antioncog¨¦n, es la pieza que faltaba.
Freno y acelerador
Mariano Barbacid prefiere utilizar el s¨ªmil de la conducci¨®n de un coche para explicar qu¨¦ papel desarrollan los oncogenes dominantes y los recesivos, Come el P 53, en el desarrollo de un proceso canceroso. "Hay dos tipos de genes que act¨²an en la divisi¨®n celular. Los oncogenes son como el acelerador del coche; su papel es favorecer, potenciar esa divisi¨®n celular. Los oncogenes recesivos son como el freno, paran el crecimiento celular. Cuando se inactivan o desaparecen ocurre igual que en un coche que pierde los frenos. Puedes tener un accidente tanto si se atasca el acelerador como si fallan los frenos. Ahora conocemos que igual pasa con el c¨¢ncer: surge tanto por la acci¨®n del oncogen como por la ausencia del gen supresor", dice Barbacid.
Se han aislado tres genes supresores (frente a 50 dominantes) y hay evidencias de un cuarto candidato. El primero de ellos se aisl¨® en 1986 en el retinoblastoma. No se sabe c¨®mo funcionan, pero todo indica que desaparecen en las c¨¦lulas cancerosas.
Los especialistas espa?oles se mostraron cautos a la hora de preconizar que este avance se pueda traducir en nuevas v¨ªas de tratamiento. Todos coinciden en afirmar que lo que se ha hecho in vitro no es posible reproducirlo in vivo. "El experimento no est¨¢ hecho para curar tumores, sino para ver c¨®mo act¨²a el P 53. Hay otros oncogenes recesivos pendientes de que alguien los a¨ªsle, como el, del tumor de Wilm, que parece que tambi¨¦n se debe a la ausencia de un fragmento de cromosoma", explica Dionisio Mart¨ªn Zanca. El chileno Rodrigo Bravo resume en una palabra el objetivo de este tipo de investigaciones: conocimiento. "Estamos viendo que los caminos del c¨¢ncer son muy complicados, m¨¢s de lo que cre¨ªamos, y todo lo que sea nuevo conocimiento es bueno", dice.
"La mayor¨ªa de los c¨¢nceres no son hereditarios", afirma ?ngel Pellicer, "pero puede existir una tendencia heredada a reaccionar mejor o peor a los insultos ambientales que, como el tabaco, son el principal factor desencadenante del c¨¢ncer. Hay personas que tienen un nivel m¨¢s elevado que otras de las enzimas que metabolizan las sustancias cancer¨ªgenas. Esto explica, por ejemplo, por qu¨¦ hay fumadores habituales que no desarrollan c¨¢ncer". En este mismo sentido se han hecho p¨²blicos recientemente los resultados de los estudios que vinculan el c¨¢ncer de pulm¨®n con un gen inactivo en casi todo el mundo, excepto en aquellos que desarrollan el tumor. Este gen produce una enzima que al parecer se activa con los hidrocarburos arom¨¢ticos presentes en el alquitr¨¢n del tabaco y otros contaminantes y los transforma en sustancias altamente cancer¨ªgenas que da?an la propia informaci¨®n gen¨¦tica o ADN de las c¨¦lulas.
De confirmarse esa susceptibilidad heredada frente a determinados tumores, las consecuencias pueden extenderse a campos que rebasan ampliamente el sanitario. "En Estados Unidos se empieza a pensar en esto en t¨¦rminos tan amplios como que las compa?¨ªas de seguros podr¨ªan realizar un an¨¢lisis del ADN para conocer si la persona que suscribe una p¨®liza tiene esa susceptibilidad a padecer c¨¢ncer, elev¨¢ndose entonces el precio de la cuota que deber¨ªa satisfacer. Como se ve son cuestiones que tienen incluso implicaciones ¨¦ticas", dice Pellicer.
Mart¨ªn Zanca no considera eficaz que el an¨¢lisis del ADN para comprobar el estado de los genes se realice a la poblaci¨®n general como una medida de diagn¨®stico precoz. "Es car¨ªsimo econ¨®micamente y no adelantamos mucho, porque se iba a encontrar un porcentaje muy bajo de personas. Pero s¨ª ser¨ªa adecuado hacerlo en las familias que presentan un tipo determinado de c¨¢ncer con frecuencia", afirma este investigador. Barbacid, por su parte, no tiene dudas: "Si yo hubiera tenido retinoblastoma y fuese a tener un hijo le har¨ªa las pruebas para conocer s¨ª es portador del gen o no", dice Barbacid. Este tipo de pruebas es una tecnolog¨ªa que puede realizar hoy d¨ªa cualquier hospital. En Espa?a se practica en los casos de transplante de m¨¦dula ¨®sea y tambi¨¦n como un indicador del pron¨®stico futuro de un tumor maligno.
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