Vargas Llosa: "He hablado en M¨¦xico con absoluta libertad y no he recibido presiones"
Octavio Paz cierra el encuentro sobre la libertad con un llamamiento a la democracia
La afirmaci¨®n del escritor Mario Vargas Llosa de que "M¨¦xico es una dictadura perfecta" enturbi¨® el final del encuentro El siglo XX: la experiencia de la libertad, que se clausur¨® el domingo. Aunque la pol¨¦mica contin¨²a en Mexico, el propio Vargas Llosa asegur¨® ayer desde Londres: "He hablado en M¨¦xico con absoluta libertad y en ning¨²n momento me he sentido presionado para salir del pa¨ªs". El escritor, que se ratifica en sus declaraciones sobre el Gobierno mexicano, lament¨® que "se haya armado tal l¨ªo", y a?adi¨®: "No quisiera que mi opini¨®n fuera tomada mal por el pueblo mexicano".
Tanto Vargas Llosa como el escritor chileno Jorge Edwards, que tambi¨¦n ha asistido al encuentro, se?alaron que el nivel de discusi¨®n ha sido excelente. Octavio Paz, el poeta y ensayista mexicano organizador de la reuni¨®n, dio por cerrado lo que llam¨® "el incidente" provocado por las declaraciones de Vargas Llosa y clausur¨® el encuentro de pensadores afirmando que la democracia es 1a ¨²nica forma de convivencia pol¨ªtica civilizada".Edwards explic¨®, en conversaci¨®n telef¨®nica desde Chile, que la mesa redonda de clausura del encuentro no se suprimi¨® debido a la partida de Vargas Llosa, sino que fue convocada para el domingo, en lugar del s¨¢bado, tal como estaba previsto, . porque la televisi¨®n quiso emitirla en directo el domingo en un programa de m¨¢xima audiencia. "Vargas Llosa ya hab¨ªa anunciado que deber¨ªa partir el domingo, as¨ª que, viendo, que no pod¨ªa intervenir en la clausura, decidi¨® irse el viernes. Envi¨® incluso una carta a Octavio Paz explic¨¢ndose. Eso es todo".
Acusaciones a Televisa
Parte de la prensa mexicana, no obstante, ha acusado a Televisa de haber impedido la participaci¨®n de Vargas Llosa al retrasar hasta el domingo la ¨²ltima jornada del evento. Vargas Llosa asegur¨® que en ning¨²n momento fue obligado a abandonar M¨¦xico ni recibi¨® presiones de ning¨²n tipo. Y se ratific¨® en sus declaraciones: "M¨¦xico es el modelo perfecto de dictadura, aunque tenga elecciones y gobierno civil, se disimula, adem¨¢s, con una ret¨®rica izquierdosa".Vargas afirm¨® que no era su intenci¨®n que se armase tal revuelo. "Pero si se hablaba de dictaduras y se hablaba de la dictadura cubana cre¨ª mi obligaci¨®n referirme al caso de M¨¦xico". El Partido Revolucionario Institucional (PRI), a?adi¨® Vargas Llosa en conversaci¨®n telef¨®nica desde Londres, "ha instrumentalizado al sector intelectual del pa¨ªs con prebendas y cargos, sin exigir a cambio una adulaci¨®n cortesana".
El escritor peruano consider¨® el encuentro muy interesante y asegur¨® "que se ha celebrado a un muy alto nivel". Opini¨®n en la que coincidi¨® Jorge Edwards. El escritor chileno afirm¨® que es uno de los congresos m¨¢s interesantes a que ha asistido: "Los pa¨ªses del Este, como demostraron sus representantes en el encuentro, tienen una sensibilidad real para la cultura y una gran vitalidad. Existe una convergencia de lo que ocurre en los pa¨ªses del Este y Latinoam¨¦rica, especialmente en el caso de Chile".
El revuelo generado en M¨¦xico por las declaraciones de Vargas Llosa ha sido realmente espectacular. Los peri¨®dicos liberales, tanto en sus secciones de cultura como en sus espacios pol¨ªticos, han publicado toda clase de art¨ªculos sobre el particular, haciendo hincapi¨¦ en que al retrasar Televisa la ¨²ltima mesa redonda se hab¨ªa impedido la participaci¨®n de Vargas Llosa. Paz neg¨® esta acusaci¨®n. Incluso la calific¨® de "insinuaci¨®n aviesa". Sobre que existi¨® presi¨®n gubernamental para que Vargas Llosa no hablara m¨¢s, Paz igualmente se mostr¨® molesto. "Acusaci¨®n rid¨ªcula", dijo el poeta, "que no valdr¨ªa la pena contestar si no fuese asimismo una calumnia".
Entre el mar de escritos sobre el incidente creado por Vargas Llosa destaca por ejemplo el del novelista Federico Cambell, quien en el peri¨®dico La Jornada se?ala que lo dicho por el peruano puso de manifiesto que en M¨¦xico el poder no es algo abstracto ni an¨®nimo. "En M¨¦xico", explic¨® Cambell, "el poder tiene nombre, y se llama Carlos Salinas de Gortari, o se llama Emilio Azc¨¢rraga, o se identifica con la raz¨®n social de Televisa". (Azc¨¢rraga es el principal accionista del consorcio de televisi¨®n).
Seg¨²n Cambell la cancelaci¨®n de la mesa redonda del s¨¢bado, con lo que se impidi¨® a Vargas Llosa volver a hablar, "es otra prueba de la intolerancia y de que Televisa es un canal de propaganda digno de Uganda o del Hait¨ª de Fran?ois Duvalier".
M¨¢s benigna
En opini¨®n de observadores pol¨ªticos, lo ocurrido con Vargas Llosa y Televisa no es nada nuevo en el contexto de c¨®mo en M¨¦xico se maneja la televisi¨®n privada. Es tal el autoritarismo de Televisa que se habla incluso de que la llamada "dictadura blanda" del PRI -seg¨²n el calificativo de Krauze- es en efecto m¨¢s benigna, o al menos deja m¨¢s apertura, que el monstruo televisivo de Azc¨¢rraga.En la sesi¨®n de clausura del domingo Paz concedi¨® la palabra al fil¨®sofo de origen espa?ol Adolfo S¨¢nchez V¨¢zquez, quien se encontraba entre el reducido y selecto p¨²blico al que le fue permitido entrar en el estudio de televisi¨®n. S¨¢nchez V¨¢zquez hab¨ªa intervenido en una de las mesas redondas de la semana, y como viejo profesor de est¨¦tica marxista trat¨® de exponer su idea de que lo que hab¨ªa muerto era el socialismo real, no el marxismo como un todo. Ese d¨ªa, sin embargo, Paz cort¨® su intervenci¨®n. Este domingo, S¨¢nchez V¨¢zquez pudo hacer su postrera defensa del marxismo.
Termin¨® as¨ª el costoso y publicitado evento de intelectuales europeos y latinoamericanos que desde el primer d¨ªa levant¨® gran polvareda. Primero con lo dicho por el ministro de Cultura espa?ol, acusando a las izquierdas europeas de su benevolencia con los viejos reg¨ªmenes de la Europa del Este, pasando luego por las acusaciones de "apologistas de tiranos" contra ciertos escritores latinoamericanos, como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, y concluyendo con el esc¨¢ndalo Vargas Llosa.
Tanto Vargas Llosa como Edwards quitaron importancia a las pol¨¦micas surgidas. Vargas afirm¨®: "Existe una problem¨¢tica muy crispada y muy exacerbada y cualquier pol¨¦mica pol¨ªtica tiene connotaciones muy intensas". Jorge Edwards no dio mayor importancia a su aseveraci¨®n de que Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez es mejor novelista que pol¨ªtico. "Un periodista me pregunt¨® qu¨¦ opinaba de Garc¨ªa M¨¢rquez como pol¨ªtico y yo contest¨¦ que me parece mejor como novelista".
Babelia
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