Una historia interminable

En diciembre pasado, la polic¨ªa admit¨ªa que hab¨ªa perdido la pl sta de los 18 miembros de los GRAPO y de su brazo pol¨ªtico, el Partido Comunista (reconstituido), que hab¨ªan sido puestos en libertad en los meses anteriores y que, posiblemente, hab¨ªan vuelto a la clandestinidad. Un comando en Madrid y otro en Valencia y Barcelona se habr¨ªan reconstruido y voly¨ªan a la acci¨®n tras meses de menor actividad. En marzo del pasado a?o un comando hab¨ªa asesinado a dos guardias civiles en Santiago de Compostela y un comandante del Ej¨¦rcito result¨® gravemente herido en Madrid. El a?o anterior, en mayo, fue asesinado un industrial coru?¨¦s y, en octubre, lo fue un polic¨ªa de Madrid.Estos nuevos comandos dieron constancia p¨²blica de su existencia con los atentados contra militares en Madrid y en Valencia y con el asesinato de un polic¨ªa en El Prat de Llobregat, en diciembre pasado.

Esta reactivaci¨®n iba acompa?ada por la huelga de hambre que, con altibajos, han mantenido cuatro decenas de presos de esa organizaci¨®n terrorista en contra de su dispersi¨®n por distintos centros penitenciarios. Uno de estos huelguistas, Jos¨¦ Manuel Sevillano, falleci¨® el pasado 25 de mayo. Dos meses antes los grapo hab¨ªan asesinado a un m¨¦dico de Zaragoza, Jos¨¦ Ram¨®n Mu?oz Fern¨¢ndez, a quien acusaban de haber alimentado a la fuerza a los huelguistas de hambre de la c¨¢rcel zaragozana.

La actividad criminal de los GRAPO tiene antecedentes en Barcelona, que por sus caracter¨ªsticas de gran urbe rodeada por numerosas y pobladas ciudades dormitorio ofrece f¨¢cil escondrijo a sus comandos. As¨ª, los GRAPO asesinaron en Barcelona al general de brigada Enrique Briz Armengol, en septiembre de 1980, y a dos guardias civiles, en mayo de 1981. Al a?o siguiente acabaron con la vida de un polic¨ªa e hirieron a otro. En Barcelona fueron muertos por la polic¨ªa dos de sus dirigentes: Enrique Cerd¨¢n Calixto, el 6 de septiembre de 1981, y Juan Mart¨ªn Luna, el 5 de diciembre de 1982.

Hace 15 a?os

Dados a conocer el 1 de octubre de 1975 con el asesinato de cuatro polic¨ªas, a los GRAPO se deben la carnicer¨ªa en la cafeter¨ªa California, de Madrid (una bomba mat¨® a 8 personas y decenas resultaron heridas), los secuestros de Jos¨¦ Mar¨ªa Oriol y Urquijo y del teniente general Emilio Villaescusa, y los asesinatos del general Andr¨¦s Gonz¨¢lez de Suso, del director general de Instituciones Penitenciarias Jes¨²s Haddad, y del magistrado del Tribunal Supremo Cruz Cuenca, entre otras v¨ªctimas. En total, unos 70 muertos en el haber de esta organizaci¨®n terrorista que se reclama de izquierdas. En 1985 una redada desarticul¨® sus principales comandos.