Jap¨®n no sabe c¨®mo contentar a EE UU

El primer ministro japon¨¦s, Toshiki Kaifu, pregunta d¨ªa tras d¨ªa a sus asesores, desde que estall¨® la crisis del golfo P¨¦rsico, c¨®mo contentar a Estados Unidos sin violar la Constituci¨®n del pa¨ªs, escrita tras la derrota en la guerra mundial y al dictado del amigo americano. El apoyo log¨ªstico a la fuerza internacional desplegada contra Irak y los 1.000 millones de d¨®lares ofrecidos por Tokio para financiarla han sabido a poco en Washington.

El env¨ªo de tropas al exterior y la utilizaci¨®n de aviones o barcos para el transporte de armamento transgreden te¨®ricamente el esp¨ªritu de la Carta Magna nipona, que sanciona el compromiso no beligerante de Jap¨®n en el mundo.Kaifu tuvo constancia directa de que la oferta que anunci¨® el pasado 30 de agosto, casi un mes m¨¢s tarde de que comenzara el conflicto ¨¢rabe, no hab¨ªa gustado en Estados Unidos, y as¨ª se lo comunic¨® telef¨®nicamente el propio presidente, George Bush. El primer ministro mostr¨® sorpresa por la reacci¨®n negativa -"no podemos ir m¨¢s all¨¢", dijo en una conferencia de prensa el d¨ªa en que anunci¨® el plan de participaci¨®n-, y adelant¨® 24 horas despu¨¦s la cuant¨ªa de su apoyo financiero.

No sirvi¨® de nada. Los norteamericanos propon¨ªan que los japoneses participaran con dragaminas o contribuyeran al transporte de tropas extranjeras sin prestar demasiada atenci¨®n a la letra de una Constituc¨ª¨®n que fue confeccionada en 1947 por el general Douglas MacArthur, el comandante en jefe de la fuerza de ocupaci¨®n norteamericana, y que por otro lado habr¨ªa sido ya violada, seg¨²n sostienen algunos expertos, al ser creado en los a?os cincuenta un ej¨¦rcito y aprobarse un tratado de seguridad militar con EE UU.

Apremios de Washington

El embajador norteamericano Richard Armacost, critic¨® la tibieza nipona en la crisis e hizo un dudoso ejercicio de chantaje al manifestar que Jap¨®n deber¨ªa desempe?ar un papel mayor y respaldar al amigo americano porque las empresas japonesas se han estado enriqueciendo a costa de Estados Unidos. D¨ªas m¨¢s tarde, el secretario del Tesoro, Nicholas Brady, visitaba a Kaifu para requerirle mayor compromiso y solicitarle 2.000 millones de d¨®lares de ayuda para Egipto, Jordania y Turquia, las tres naciones que se han visto m¨¢s afectadas por el embargo comercial contra Irak decretado por la ONU.

Kaifu declar¨® el pasado fin de semana que no ten¨ªa intenci¨®n de env¨ªar soldados al Golfo, pero que sent¨ªa que Jap¨®n debe asumir el papel de potencia econ¨®mica mundial que le corresponde contribuyendo con personal y asistencia financiera a las actividades de paz de la ONU. Cuenta Kaifu con el apoyo popular, seg¨²n se desprende de una encuesta realizada este mes por el Asahi Shimbun la cual revela que un 78% de la poblaci¨®n se opone a que el Gobierno env¨ªe tropas.

El primer ministro ha descartado por el momento que vaya.a proponer una reforma militar que permita a las denominadas Fuerzas de Autodefensa participar en acciones fuera del pa¨ªs. No pocos dirigentes del gobernante Partido Liberal respaldar¨ªan esa idea, pero el impacto psicol¨®gico en el pueblo nip¨®n, y especialmente en los pa¨ªses asi¨¢ticos vecinos, ser¨ªa de incalculables proporciones.

La promulgaci¨®n de una ley .que modificara la situaci¨®n de las fuerzas armadas, no ser¨ªa del todo f¨¢cil, pues supondr¨ªa reformar antes el art¨ªculo 9, de la Constituci¨®n, y para ello se requiere el voto favorable de dos tercios del Parlamento y un refer¨¦ndum popular.

El art¨ªculo en cuesti¨®n ha sido siempre fuente de pol¨¦micas y de interpretaciones distintas, si bien indica claramente que Jap¨®n renuncia a la guerra y al uso de la fuerza para resolver cualquier disputa internacional. Resulta ir¨®nico que una naci¨®n que predica a los cuatro vientos su vocaci¨®n pacifista tenga en estos momentos el ej¨¦rcito m¨¢s poderoso del mundo despu¨¦s de los de EE UU y la URSS y que se proclarne que ¨¦ste tiene funciones exclusivamente defensivas. Todo ello ha sido debido m¨¢s bien a las necesidades estrat¨¦gicas norteamericanas.

Fuentes oficiales han afirmado que Kaifu tiene pr¨¢cticamente elaborado,un plan para crear un cuerpo de paz, que el Gobierno har¨¢ p¨²blico antes de que el primer ministro viaje a Nueva York y se entreviste con el presidente Bush a finales de este mes. Este cuerpo estar¨ªa formado por 1.000 o 2.000 efectivos militares no armados.