Toro mocho
El toro mocho no es el toco mocho, aunque se le parece; lo cual se dice sin se?alar a nadie. El toro mocho, tal cual sali¨® en la corrida de Guadalajara, es una estafa, por mucho que su desmochamiento lo atribuyan quienes propusieron y quienes autorizaron su lidia, a la irresponsable man¨ªa que tienen ciertos toros de pegar cornadas a las paredes de los corrales. Bueno, vale: un toro se pega con las paredes de los corrales y se deja en ella los cuernos. ?Es esa raz¨®n para que salte a la arena y se lidie como si estuviera ¨ªntegro?Los promotores y los autorizadores aducen que un toro vale mucho dinero, y no lo van a mandar al matadero, s¨®lo porque se rompa los cuernos. Pero el p¨²blico aduce a su vez que cada entrada vale tambi¨¦n mucho dinero, y juntas, una fortuna. As¨ª que ?siete y media! Ahora bien, lo del toro-mocho que se parece al toco-mocho no es cuesti¨®n de dinero sino de dignidad.
Ib¨¢n / Mu?oz, Mendes, Vi?a
Toros de Baltasar Ib¨¢n, desiguales de presentaci¨®n, algunos anovillados, varios mochos o sospechosos de pitones, flojos y nobles en general. Emilio Mu?oz: bajonazo descarado (petici¨®n y vuelta); bajonazo y rueda de peones (oreja). V¨ªctor Mendes: estocada ladeada y rueda de peones (oreja); estocada corta atravesada y descabello (oreja); sali¨® a hombros. Rafi de la Vi?a: estocada enhebrada, rueda de peones y dos descabellos (silencio); estocada ladeada y rueda de peones (aplausos). Plaza de Guadalajara, 13 de septiembre. Segunda corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
Con toros como los dos primeros y el sexto de la corrida de Guadalajara, que ten¨ªan mu?ones por cuernos y estaban inv¨¢lidos, el asunto ese del artefacto de picar acorazado y un t¨ªo tocado de castore?o encima dipuesto a machacarle, es barbarie pura, los tercios restantes son una ridiculez y queda convertida en verg¨¹enza colectiva la propia existencia de la fiesta. Luego, algunos espectadores piden y algunos presidentes conceden orejas a los toreros que torean toros mochos, pero entonces, ?m¨¢s verg¨¹enza a¨²n! Porque resulta que se premia con j¨²bilo y triunfo la denigraci¨®n de una fiesta brava, quintaesencia del valor, gloria de m¨²ltiples maestros en tauromaquia y altruistas ganaderos que, con su ingenio y su sacrificio, la elevaron a la categor¨ªa de arte.
As¨ª transcurri¨® la corrida de Guadalajara: denigrada y miserable. Claro que no todo fue negativo. Lo bueno y lo malo no se suelen producir en t¨¦rminos absolutos. Incluso estuvo a punto de escribirse all¨ª una p¨¢gina brillante para los anales de la tauromaquia. El escritor era V¨ªctor Mendes y se puso a escribir en su primer toro mocho. S¨®lo un poco: al principio. Tom¨® de largo al toro, le instrument¨®, suav¨ªsimo, ese molinete que llaman "el pase de las flores", lo lig¨® a unos redondos desmayados, remat¨® con un pase de pecho sensacional. Despu¨¦s repiti¨® la tanda, ahora cargando la suerte, muy baja la mano de mandar, ganando terreno pase a pase, en perfecta ligaz¨®n.
Uno no dice que V¨ªctor Mendes jam¨¢s haya toreado as¨ª. Uno dice que jam¨¢s hab¨ªa visto torear as¨ª a V¨ªctor Mendes. Ni a casi nadie de todo el actual escalaf¨®n de matadores. Con ese mando, ese temple, esa armon¨ªa y esa belleza de toreo, ya no se torea en estos tiempos que corren, salvo milagro. Y el milagro lo estaba obrando V¨ªctor Mendes, para general asombro y solemne apertura de un cap¨ªtulo brillante de la tauromaquia. Ocaeci¨®, sin embargo, que la taumaturgia sucumbi¨® a la fuerza gravitatoria del pegapasismo imperante, V¨ªctor Mendes convirti¨®, de s¨²bito, el redondo en circular, y a partir de ah¨ª todo lo dem¨¢s de la faena consisti¨® en una vulgar sucesi¨®n de pases a la moderna usanza, de manera que el pastue?ito toro mocho se qued¨® sin torear de verdad.
Emilio Mu?oz hizo un toreo acelerado y en permanente crispaci¨®n. Quienes le conocen, aseguran que no tiene remedio pues se corresponde con su propio car¨¢cter. Ser¨ªa ocioso pretender que Emilio Mu?oz cambiara el car¨¢cter, pero si lo aplicara, precisamente, a atemperar su toreo, seguramente le dar¨ªa ¨®ptimos resultados. Por ejemplo, podr¨ªa decirle al toro: "iMe-cachis-los-mengues-la-madre-que-te-pari¨®-hijo-de-satan¨¢s-por-tus-muertos-que-vas-a-embestir-despacio!", y entonces el pase le saldr¨ªa fin¨ªsimo.
V¨ªctor Mendes estuvo mediocre en banderillas y en su segundo toro, Rafi de la Vi?a vulgar¨ªsimo en los de su lote, y cuantos pases dieron, carec¨ªan de importancia. Con el toro mocho del toco-mocho, lo mismo podr¨ªan haber hecho eso que silbar El sitio de Zaragoza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.