Interior dice que no tiene uniformes policiales marrones para una rueda de reconocimiento

EI juez Santiago Pedraz, instructor de las diligencias que se realizan en el Juzgado n¨²mero 2 de San Sebasti¨¢n para esclarecer la autor¨ªa de los disparos que causaron heridas de posta a varios j¨®venes durante la Semana Grande de 1989, no pudo avanzar en sus investigaciones por falta de uniformes de polic¨ªa de color marr¨®n y de tela de ese tono y caracter¨ªsticas para confeccionar otros.

Hace varios meses, el ministerio fiscal y la acusaci¨®n particular del caso solicitaron la realizaci¨®n de una rueda de reconocimiento con los cinco agentes que se encontraban el 14 de agosto de 1989 en el interior de una furgoneta en la confluencia de dos calles, a escasos metros del lugar en el que cuatro personas resultaron heridas.Los agentes comparecieron ante el juez uniformados, pero se negaron a ser identificados por los tres j¨®venes que aseguraban que vieron disparar a los polic¨ªas, por la ausencia de personal de relleno.

Posteriormente, para llevar adelante esta prueba con personal, el juez Santiago Pedraz solicit¨® al director general de la Polic¨ªa, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez Colorado, uniformes de color marr¨®n, solicitud que fue denegada argumentando que el cambio de uniformes en los agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa supon¨ªa no tener almacenado material de las caracter¨ªsticas de los anteriores ni disponer de tela de ese color para poder fabricar otros nuevos.

As¨ª las cosas, el titular del Juzgado n¨²mero 2 de San Sebasti¨¢n se ve imposibilitado a la hora de practicar esta prueba pedida, por dos de las partes del caso. El 14 de agosto de ese a?o cuatro personas resultaron heridas por proyectiles de postas en la calle de Garibay de San Sebasti¨¢n. En la confluencia de esa calle con Pe?aflorida se encontraba estacionada una furgoneta del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, con agentes de la reserva de Miranda de Ebro, quienes aseguraron que no efectuaron ning¨²n disparo desde el lugar en el que se hallaban, versi¨®n que se contradice con la de los tres j¨®venes, que aseguran que vieron disparar a los funcionarios.

Coca¨ªna desaparecida

Por otra parte, la falta de respuesta de Rodr¨ªguez Colorado sobre si funcionarios de Madrid participaron o no en la aprehensi¨®n de un alijo de coca¨ªna en Ir¨²n en mayo de 1988 impide a este juez seguir investigando sobre la supuesta desaparici¨®n de 150 kilos de coca¨ªna.

El 5 de mayo de 1988, funcionarios policiales decomisaron en Ir¨²n una cantidad de coca¨ªna que en un primer pesaje era cercana a una tonelada. En la instrucci¨®n del caso y en la vista oral celebrada a ra¨ªz de las detenciones practicadas, los kilos de coca¨ªna a los que se hac¨ªa referencia eran 150 menos que la primera cifra ofrecida.

A ra¨ªz de una informaci¨®n aparecida en este diario, en la que se denunciaba la desaparici¨®n de una cantidad importante de estupefaciente, el representante del ministerio fiscal de San Sebasti¨¢n, Luis Navajas, inici¨® diligencias para delimitar las causas de la diferencia que hab¨ªaentre la primera cantidad que baraj¨® el Gobierno Civil de Guip¨²zcoa y la que posteriormente result¨® ser.

En tres ocasiones ha preguntado el juez Santiago Pedraz, encargado de las diligencias, al director general de la Polic¨ªa sobre si en aquella operaci¨®n participaron s¨®lo agentes de Guip¨²zcoa o si se requiri¨® la presencia de funcionarios de otras zonas. En unas declaraciones efectuadas por Rodr¨ªguez Colorado sobre este tema, indic¨® que "en la pr¨¢ctica resultaba imposible que parte del alijo de Ir¨²n desapareciese".