La apoteosis del buen salvaje

Pocas veces se ha visto en Madrid un recital con una entrega del p¨²blico hacia el artista como la que se produjo en la plaza de toros de las Ventas, durante las dos horas que dur¨® la actuaci¨®n de El ¨²ltimo de la Fila. Mucho han cambiado las cosas desde que el grupo catal¨¢n se constru¨ªa su particular sistema de iluminaci¨®n con faros de coches. Hoy es un puntal de la m¨²sica espa?ola y goza de una situaci¨®n de privilegio, en constante ascenso.En un escenario de reducidas dimensiones y con los m¨²sicos tocando casi en un pu?o, el grupo ha invertido en luces y decorados para ofrecer algo m¨¢s de espect¨¢culo, intentando mantener el esp¨ªritu de sencillez que siempre ha caracterizado a Manolo Garc¨ªa y Quimi Portet, los fundadores del grupo. Con un sonido duro, compacto, escaso de planos y matices y que gan¨® en saturaci¨®n seg¨²n avanzaba el recital -al final la voz de Manolo Garc¨ªa sonaba muy distorsionada-, El ¨²ltimo de la Fila ofreci¨® una actuaci¨®n excelente, con la intensidad que le acompa?a desde que en 1985 comenz¨® su carrera.

En sus cuatro discos grabados, El ¨²ltimo de la Fila ha desarrollado una m¨²sica original, identificable con lo espa?ol y enriquecida ¨²ltimamente con la incorporaci¨®n de guitarristas flamencos, lo que permite dar a canciones como Querida Milagros un aire nuevo, como el que ofreci¨® Pedro Javier Gonz¨¢lez con su magn¨ªfica improvisaci¨®n. Sus textos tambi¨¦n son diferentes a los habituales en el pop espa?ol, por su manera de ver las cosas junto a los que se sit¨²an en la otra cara del espejo.

Composiciones como No me acostumbro, Insurreci¨®n, Aviones plateados, Lejos de las leyes de los hombres y Soy un accidente, inclu¨ªdas en su mejor disco -Enemigos de lo ajeno (1986)-, forman parte importante de la columna vertebral del ideario de El ¨²ltimo de la Fila y constituyeron los momentos m¨¢s atractivos del recital, aunque los nuevos arreglos de Soy un accidente perjudican la emoci¨®n en beneficio de una mayor ligereza r¨ªtmica.

A pesar de la repetici¨®n de esquemas que afecta a muchas de sus canciones, El ¨²ltimo de la Fila escap¨® de la monoton¨ªa por la generosidad en la entrega y la energ¨ªa que despliega en escena, con su cantante Manolo Garc¨ªa al frente. El enorme impulso que imprime el grupo a sus recitales, unido a la elemental ingenuidad con la que defienden ideas pr¨®ximas- a lo libertario, convirti¨® el ¨¦xito de El ¨²ltimo de la Fila en la apoteosis del buen salvaje.