El esperado PEN

SEMANAS ANTES de que Irak invadiera Kuwait, el ministro espa?ol de Industria y Energ¨ªa confirmaba su intenci¨®n de enviar a las Cortes, antes de final de a?o, el nuevo Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN), en el que se definir¨¢ la pol¨ªtica general de abastecimiento de energ¨ªa para los pr¨®ximos 10 a?os. La incertidumbre asociada al desarrollo de ese conflicto obliga ahora a reconsiderar algunos de los supuestos del plan, y, en consecuencia, retrasar¨¢n su definitiva elaboraci¨®n.El conflicto del Golfo ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la econom¨ªa espa?ola ante los incrementos del precio del petr¨®leo, superior a la de la mayor¨ªa de los pa¨ªses industrializados, y que apenas se ha reducido desde la primera crisis energ¨¦tica, en 1973. Concretamente, el petr¨®leo supone m¨¢s del 53% del consumo total de la energ¨ªa primaria.

A diferencia de lo que ocurre en otros sectores, en el energ¨¦tico sigue vigente un elevado grado de regulaci¨®n p¨²blica cuyas l¨ªneas generales de actuaci¨®n se deber¨¢n contener en el pr¨®ximo PEN, sustituto del elaborado por el Gobierno socialista en 1983. La proyecci¨®n de las necesidades de energ¨ªa y las alternativas para su satisfacci¨®n en el horizonte temporal considerado constituyen la base a partir de la cual se definir¨¢n las pol¨ªticas espec¨ªficas tendentes a optimizar ese abastecimiento en t¨¦rminos de seguridad y economicidad. Es indudable que el principal centro de atenci¨®n de ese nuevo PEN se sit¨²a en el sector el¨¦ctrico, sobre todo en la trascendencia de las decisiones de equipamiento que habr¨¢ de afrontar el sector. El grado de ampliaci¨®n del actual parque de generaci¨®n, el momento en que se tengan que materializar las inversiones correspondientes y las opciones disponibles para su cobertura constituyen decisiones de singular alcance econ¨®mico. La modificaci¨®n de la estructura empresarial del sector y la definici¨®n sobre la actual moratoria nuclear son algunas de sus implicaciones m¨¢s importantes, aunque no las ¨²nicas.

Con anterioridad a la reciente escalada en el precio del petr¨®leo, la reducci¨®n al m¨¢ximo de las nuevas inversiones a realizar, sin perder eficacia, constitu¨ªa uno de los principios b¨¢sicos del nuevo plan. La realizaci¨®n de nuevas inversiones -anunci¨® el ministro- habr¨ªa de afrontarse tras una concentraci¨®n de empresas generadoras que, adem¨¢s de racionalizar la oferta, garantizase la necesaria autonom¨ªa y estabilidad financiera del sector, precaria hasta hace poco.

El mensaje de continuidad de la pol¨ªtica energ¨¦tica que el ministro ha tratado de transmitir en su ¨²ltima comparecencia ante el Senado no parece haber sido suficiente para clarificar el m¨¢s controvertido de los aspectos de la planificaci¨®n energ¨¦tica: el mantenimiento, o no, de la actual moratoria nuclear. ?nicamente el Grupo Popular se ha mostrado firmemente partidario de reanudar la construcci¨®n de las centrales paradas. Las compa?¨ªas el¨¦ctricas y algunos grupos financieros a ellas vinculados tambi¨¦n manifestaron su preferencia por el levantamiento de la moratoria; no as¨ª el resto del espectro pol¨ªtico parlamentario.

Conviene insistir en que las alternativas a la ineficiencia y dependencia energ¨¦tica espa?olas no radican, exclusivamente, en la disyuntiva nuclear. La planificaci¨®n energ¨¦tica ha de contemplar igualmente programas de ahorro, de investigaci¨®n energ¨¦tica y de desarrollo tecnol¨®gico b¨¢sicos en la mejora de la eficiencia. La extensi¨®n de las redes de gas, el desarrollo de las energ¨ªas renovables y la propia adecuaci¨®n del sector petrolero son igualmente esenciales.

La localizaci¨®n del debate energ¨¦tico, y en especial de la opci¨®n nuclear, en el ¨¢mbito exclusivo del an¨¢lisis coste-beneficio es una pretensi¨®n, cuando menos, tard¨ªa. Al igual que en otros pa¨ªses, de los que Suiza constituye el m¨¢s reciente, este asunto excede el marco estricto de la pol¨ªtica energ¨¦tica. Ello no ha de ser ¨®bice, sin embargo, para que el ministerio competente ofrezca su alternativa, con arreglo a los criterios globales en que ha de basarse el conjunto de la planificaci¨®n energ¨¦tica, en un contexto de creciente integraci¨®n europea que tiene poco que ver con los vigentes en anteriores esquemas de planificaci¨®n que vienen desarroll¨¢ndose en este pa¨ªs desde 1975.