Griezmann capitanea el pase a octavos ante el Marbella y la d¨¦cimotercera victoria consecutiva del Atl¨¦tico
Los de Simeone igualan su mejor racha hist¨®rica de triunfos seguidos con un tanto del franc¨¦s
Sin sobresaltos, con un gol madrugador de Griezmann, el Atl¨¦tico se deshizo dcl Marbella, del que lleg¨® a ser club nodriza en tiempos de Jes¨²s Gil. Solo la falta de tino para concretar un racimo de claras ocasiones mantuvo la incertidumbre en la eliminatoria. El triunfo de los rojiblancos, adem¨¢s de concretar el pase a los octavos de la Copa, fue el decimotercer consecutivo e igual¨® la mejor marca de su historia, lograda tambi¨¦n en los albores de la era Simeone en la campa?a 12-13. El duelo se disput¨® en La Rosaleda de M¨¢laga, con su aforo de 30.000 espectadores al completo. En las horas previas al duelo, ultras del Frente Atl¨¦tico se enfrentaron al Frente Boquer¨®n del M¨¢laga para alterar el ambiente copero que se respiraba.
Fue en La Rosaleda donde debut¨® Simeone en el banquillo hace ahora 13 a?os. El taquillaje le vino bien al Marbella, que ofreci¨® dignidad competitiva, orden, la velocidad del zurdo Ohemeng y algunos detalles de veterano resabiado de Callej¨®n. Poco para inquietar a este Atl¨¦tico enrachado en el que Griezmann luci¨® el brazalete de capit¨¢n ante las ausencias de Oblak y Gim¨¦nez y la suplencia de Koke.
El franc¨¦s lider¨® a un equipo plagado de titulares. Musso por el meta esloveno, Le Normand por el central uruguayo. El central hispanofranc¨¦s jug¨® por primera vez sin el casco que le proteg¨ªa de la fractura cranoencef¨¢lica que sufri¨® en el derbi madrile?o. Molina, por Marcos Llorente, completaba un once titular con el que Simeone anunci¨® que no quer¨ªa sorpresas. El Cholo siente predilecci¨®n por la Copa y despu¨¦s de algunos revolcones sonados como el del Cornell¨¤ o la Cultural Leonesa no hace concesiones.
El Cholo, expulsado ante el Cacere?o, contempl¨® el duelo desde un palco. Desde all¨ª comprob¨® que en los primeros minutos sus futbolistas ejecutaban el plan previsto para romper la adelantada defensa del Marbella. La idea era explotar la velocidad de Giuliano y Javi Gal¨¢n con balones largos cruzados. El primero estuvo muy activo durante toda la noche, aunque falto de finura en algunas acciones en las que impuso su velocidad. Fue por su costado por donde el Atl¨¦tico quebr¨® al cuarto de hora la defensa del Marbella. Uno de esos balones en diagonal primero lo convirti¨® en una dejada de cabeza para que Griezmann le tirara una pared. La devoluci¨®n la transform¨® Giuliano en un derechazo cruzado que repeli¨® Dani Mart¨ªn. Griezmann reba?¨® el rechace con una velocidad asombrosa que le permiti¨® cazarlo al vuelo.
El tanto descart¨® los apuros vividos en Vic y en C¨¢ceres. Tambi¨¦n jugaba a favor del Atl¨¦tico la ausencia de hierba artificial. La Rosaleda era una alfombra en la que los rojiblancos pod¨ªan imponer su superioridad t¨¦cnica para gobernar el partido. Lo hicieron en casi todo el campo. Les falt¨® precisi¨®n en los ¨²ltimos metros para apabullar a su rival. El Marbella solo se descast¨® en el inicio del segundo acto y en el tramo final. Busc¨® el gol con centros laterales y alguna que otra jugada a bal¨®n parado. En cualquier caso, Musso no tuvo que protagonizar ninguna intervenci¨®n de m¨¦rito. S¨ª las hizo Dani Mart¨ªn, sobre todo en una volea de De Paul que atenaz¨® tras un vuelo ¨¢gil. Poco antes, el volante argentino hab¨ªa logrado batirle, pero el colegiado anul¨® el tanto por mano previa.
Gallagher revent¨® en el palo una de sus roscas preferidas desde la media luna y Correa se gust¨® demasiado en un mano a mano que le concedi¨® Sorloth. El noruego tambi¨¦n desperdici¨® otra ocasi¨®n. Esa falta de tino mantuvo vivo al Marbella hasta el final, aunque sin amenazar de verdad a este Atl¨¦tico de r¨¦cord.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.