Los alemanes orientales, a tres d¨ªas del cambio
Tres d¨ªas antes de cumplir 41 a?os, a las doce de la noche del martes, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana dejar¨¢ de existir. Como aseguraba el escritor alem¨¢n oriental Stefen Heym, en el futuro tal vez no sea m¨¢s que "un pie de p¨¢gina en los libros de historia". Para sus sufridos ciudadanos, sin embargo, esta fecha marcar¨¢ sus vidas, aunque s¨®lo sea por la cantidad de cosas que cambiar¨¢n de apariencia en su entorno cotidiano. Legalistas hasta el final, los alemanes han previsto hasta los ¨²ltimos detalles de la unificaci¨®n.
Las matr¨ªculas de los autom¨®viles de los alemanes orientales, por ejemplo, deber¨¢n cambiar en el plazo m¨¢ximo de tres a?os. Se trata de 194 nuevos signos, ya que en la RFA las primeras letras de la matr¨ªcula corresponden a la localidad de residencia, no a la provincia.
La Nationale Volksarmee (NVA), el Ej¨¦rcito de la RDA, desaparece tambi¨¦n de un plumazo. En esa fecha los soldados y oficiales podr¨¢n finalmente estrenar los nuevos uniformes de la Bundeswehr, el E¨ª¨¦rcito alem¨¢n occidental, que durante a?os fue su enemigo. De hecho, desde principios de septiembre m¨¢s de 300 oficiales de la NVA est¨¢n siguiendo cursillos intensivos en la RFA sobre los principios del llamado "ej¨¦rcito de ciudadanos", la especial idiosincracia que se impuso al Ej¨¦rcito de la RFA para olvidar el r¨ªgido. autoritarismo del nazismo. Algo que recientemente s6 ha encargado de recordar el general Pinochet al acusar a la Bundeswehr de "pandilla de maricones".
Desaparecen instituciones
Lo cierto es que todas las instituciones creadas durante 40 a?os por el Estado alem¨¢n comunista desaparecen. No es de extra?ar, en tanto que la unificaci¨®n se hace mediante el procedirniento se?alado por el art¨ªculo 23 de la Ley Fundamental de la RFA. Simplemente, "una tierra alemana" se integra en la RFA. Por eso, los uniformes, las se?ales, los sellos de correos y cualquier cosa oficial que uno pueda imaginarse se transforman.Algunos de estos cambios cerrar¨¢n la puerta a muchos negociantes que se hab¨ªan aprovechado ¨²ltimamente de las grietas. Correos, por ejemplo. ?ltimamente numerosas empresas del Oeste tiraban sus cartas en un buz¨®n del Este porque all¨ª la tarifa urbana costaba la mitad. Algunos seguir¨¢n aprovech¨¢ndose, ya que los sellos de la RDA mantendr¨¢n su valor hasta el final de 1991.
Para otros, especialmente para cierto tipo de extranjeros, se acab¨® el negocio del todo.
En los ¨²ltimos d¨ªas, los tradicionales polacos que se pod¨ªan encontrar a cualquier hora haciendo cola frente a las tiendas de electrodom¨¦sticos de Berl¨ªn y otras ciudades cercanas a la frontera se han multiplicado por 100. Familias enteras cargadas con enormes cajas llenas de televisores y equipos de alta fidelidad aprovechan la ¨²ltima oportunidad de hacerse con los tesoros de la electr¨®nica japonesa y occidental, ya que desde la misma hora y fecha en que se consume la unidad alemana necesitar¨¢n un visado para poder cruzar la frontera que les ha confirmado tanto la Alemania unificada como las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial.
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