"La sociedad moderna vive una org¨ªa del despilfarro"
Jos¨¦ Lutzenberger es desde el pasado marzo asesor de Medio Ambiente del presidente de Brasil, Fernando Collor de Melo. "Fue una invitaci¨®n que no pude rechazar y que la historia no me iba a perdonar", dice este ingeniero agr¨®nomo de 62 a?os, que asegura que el nuevo Gobierno brasile?o tiene "la voluntad pol¨ªtica de acabar con el modelo de desarrollo depredatorio" de los ¨²ltimos 30 a?os. Lutzenberger ha estado en Madrid para participar en el Seminario sobre Cooperaci¨®n al Desarrollo con el Tercer Mundo y su posici¨®n es clara: "No se trata de enviar m¨¢s dinero, sino de que el primer mundo se corrija a s¨ª mismo y modifique un estilo de vida que lleva al abismo".
Jos¨¦ Lutzenberger, que obtuvo en 1988 el llamado premio Nobel alternativo, que concede The Right Livelihood Foundation por su dedicaci¨®n a la defensa de la naturaleza, est¨¢ convencido de que 9a sociedad moderna vive una org¨ªa del despilfarro. No hay soluciones t¨¦cnicas, no basta con nuevos filtros, catalizadores o plantas de tratamiento. Es necesario un cambio de modelo econ¨®mico en los pa¨ªses industrializados que termine con un estilo de vida basado en el derroche que conduce a la muerte del planeta", advierte.El ec¨®logo brasile?o no habla como un predicador ni es un pol¨ªtico. "Soy un empresario con 130 empleados, empe?ado en poner en marcha un programa de extensi¨®n agr¨ªcola regenerativa", dice.
Lutzenberger se?ala que "hay una gran conciencia ecol¨®gica en Brasil" y que el nuevo Gobierno est¨¢ empe?ado en detener la deforestaci¨®n de la Amazonia. "Queda un 90% de bosque tropical intacto y un 10% devastado, lo que supone una extensi¨®n de 400.000 kil¨®metros cuadrados, equivalente al tama?o de Espa?a, que ser¨¢ reforestado. Antes los Gobiernos brasile?os quer¨ªan la deforestaci¨®n, y los modelos econ¨®micos ensayados marginaron a millones de personas a las favelas y a la selva. All¨ª se convert¨ªan en peque?os agricultores que s¨®lo sobreviv¨ªan talando cada vez m¨¢s metros de bosque. Ahora se preservar¨¢ lo que est¨¢ de pie y se trabajar¨¢ sobre lodevastado".
EE UU y Canad¨¢
Entre las medidas ya adoptadas contra los agentes deforestadores, Lutzenberger destaca que las haciendas ganaderas, "que ten¨ªan una productividad de 40 kilos de carne por hect¨¢rea al a?o, lo que es una cantidad rid¨ªcula comparada con las del norte de Europa, han dejado de percibir subvenciones del Gobierno y de tener incentivos fiscales". Y cita con una mezcla de orgullo y l¨¢stima que "se est¨¢n destruyendo los bosques templados h¨²medos de Canad¨¢ y de Estados Unidos,'unos de los m¨¢s bellos del mundo, y ninguno de estos pa¨ªses hace nada. Subvencionan su tala para sacar papel, y si siguen as¨ª acabar¨¢n con ellos en 12 a?os". En su opini¨®n, los problemas m¨¢s graves con los que se enfrenta la regeneraci¨®n de la selva amaz¨®nica en la actualidad son los garimpeiros o buscadores de oro y la falta de agr¨®nomos que no est¨¦n formados en la agroqu¨ªmica.
"Existen dos millones de garimpeiros que no s¨®lo contaminan el agua al utilizar mercurio para lavar el oro, sino que han cometido aut¨¦nticos genocidios con los indios, como ha ocurrido en la regi¨®n de los yanomamis. Y no es f¨¢cil sacarlos de all¨ª. Por otra parte, son necesarios de 15.000 a 20.000 t¨¦cnicos en agricultura regenerativa, que por fin ha dejado de ser en Brasil una frase subversiva", afirma.
Jos¨¦ Lutzenberger, que aparenta ser un hombre cansado, acepta de buen grado las quejas de sus antiguos compa?eros de militancia ecologista, que acusan de excesivamente liberal al programa econ¨®mico del nuevo Gobierno brasile?o y de no hacer todo lo suficiente por salvar la Amazonia. "No se arregla en ocho meses todo lo que est¨¢ mal en 30 a?os. Pero ahora se agradecen todas las cr¨ªticas porque no se quiere esconder nada".
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