Dos pioneros norteamericanos de los trasplantes obtienen el galard¨®n en medicina
Joseph E. Murray, de 71 a?os, y E. Donnall Thomas, de 70 a?os, ambos estadounidenses, son los ganadores del Premio Nobel de Medicina y Fisiolog¨ªa correspondiente a este a?o por "sus descubrimientos sobre los trasplantes de ¨®rganos y c¨¦lulas, como m¨¦todo de tratamiento aplicable a los seres humanos". El galard¨®n, dado a conocer ayer, es el primero de los premios de este a?o, concedidos por el Instituto Carolino de Estocolmo.
El Premio Nobel de Medicina ha sido para dos figuras indiscutibles de la medicina, con un largo historial. Murray fue el primero que realiz¨®, en 1954, un trasplante de ¨®rgano en humanos con ¨¦xito y Thomas es el pionero en los trasplantes de m¨¦dula ¨®sea. Ambos trabajaron por separado.En sus fundamentos el comit¨¦ encargado de los premios destaca que los descubrimientos de Murray y Thomas han jugado un papel decisivo en el hecho de que miles de personas en todo el mundo, aquejadas de graves enfermedades, hayan podido ser completamente curadas o al menos restablecidas al punto de llevar una vida casi normal, cuando otros m¨¦todos hab¨ªan fracasado en ese intento.
Ambos cient¨ªficos creyeron en las posibilidades de los trasplantes cuando la mayor¨ªa de la clase m¨¦dica negaba tal posibilidad y consiguieron resolver dos de los m¨¢s serios inconvenientes que hab¨ªan impedido el ¨¦xito de los transplantes de ¨®rganos en seres humanos, a saber, las reacciones de rechazo y la denominada injerto contra hu¨¦sped (GVH por sus siglas en ingl¨¦s). En la primera el cuerpo del receptor rechaza el ¨®rgano recibido, mientras que en la segunda, especialmente grave en los trasplantes de m¨¦dula ¨®sea, se produce el fen¨®meno contrario
Dos conocimientos anteriores fueron h¨¢bilmente utilizados por Murray y Thomas para abrir el camino hacia los trasplantes de ¨®rganos entre seres humanos. Uno de ellos fue el descubrimiento de las radiaciones ionizantes y el otro que determinados medicamentos pueden detener el crecimiento celular. Esto ¨²ltimo proporcion¨® un instrumento que hizo posible dominar la actividad de c¨¦lulas inmunitarias en el caso de los trasplantes. El trasplante de m¨¦dula ¨®sea, la sustancia que produce las c¨¦lulas de la sangre, como los gl¨®bulos blancos y rojos, permiti¨® curar graves enfermedades hereditarias como la talasemia, denominaci¨®n gen¨¦rica de un grupo de anemias hemol¨ªticas debido a un transtorno cong¨¦nito, as¨ª como algunos tipos de leucemia y de enfermedades de la m¨¦dula. En s¨®lo 10 a?os han aumentado los trasplantes de, m¨¦dula de unos 400 realizados en 1980 a 5.000 en la actualidad, con una tasa de supervivencia del 50%.
Tratamientos
Por su parte, Murray demostr¨® que el trasplante de ri?¨®n entre individuos que no ten¨ªan el mismo patrimonio hereditario era posible a condici¨®n de que se aplicara en el receptor un fuerte tratamiento inmunodepresor. Actualmente se realizan en el mundo m¨¢s de 10.000 trasplantes de ri?¨®n anuales, con una tasa de supervivencia del 80%.
La idea de trasplantar un ¨®rgano de un cuerpo a otro existe desde la antig¨¹edad pero las tentativas de llevarla a la pr¨¢ctica, en los comienzos de este siglo, fracasaron ante la imposibilidad de resolver los problemas planteados. Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina en 1912, lleg¨® a decir que hab¨ªa una "fuerza biol¨®gica" que no permit¨ªa el trasplante entre individuos diferentes. Todav¨ªa en 1940, otro premio Nobel, sir Peter Medawar, que estudi¨® la naturaleza inmunol¨®gica de? rechazo, sosten¨ªa que dicha fuerza biol¨®gica era una barrera infranqueable para el trasplante entre individuos.
Fue la tenacidad y el empecinamiento cient¨ªfico de otros investigadores lo que condujo en los a?os cincuenta y sesenta al descubrimiento de sustancias espec¨ªficas de la superficie de la c¨¦lula, los ant¨ªgenos de trasplante, denominados en el ser humano ant¨ªgenos HLA (ant¨ªgenos de leucocito humano) que provocan la reacci¨®n de rechazo.
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