Comer paella

Si vas a Valencia no dejes de comer paella, te aconseja todo el que se entera de que vas a Valencia. En cambio, si vas a La Coru?a no te aconsejan que comas paella. La gente es sabia. La gente sabe dar el consejo adecuado en el momento oportuno.Valencia tiene eminentes arroceros que elaboran magn¨ªficas paellas, y tambi¨¦n otros platos de arroz superiores a la paella, en opini¨®n de muchos expertos. Adem¨¢s de? arroz a banda, famoso, est¨¢n el arroz al horno, el negre, con costra o caldero, entre una gran variedad; hasta hay un arroz coca, inspirado en el hornaje de la antigua llanda, donde se dispon¨ªan la amasadura y su condimento, especialidad casi exclusiva de La Riu¨¤, y si luego corona el sabroso condumio la tarta de avellana, creaci¨®n de la casa, eso es vivir a cuerpo de rey.

Naturalmente, uno sigue el consejo y, ya en Valencia, comer¨¢ lo que sea, mas una paella no puede faltar. Que est¨¦ buena, sin embargo, es distinta cuesti¨®n. En ning¨²n lugar del mundo se comen, quiz¨¢, mejores paellas que las de Valencia, pero quiz¨¢ tampoco se comen peores. Una paella, en Valencia, puede saber a gloria o puede sentar como un tiro.

Hay restaurantes en Valencia donde la paella est¨¢ en su punto: el grano suelto, tiernecito y consistente; aceitosillo apenas; recibido el sabor del acompa?amiento; con un socarral que salta pimpante al rascar el fondo de la paella y robustece el gusto del arroz. Uno ha comido paellas as¨ª de ricas en Les Graelles, en el Rac¨® de l'Olla, en El Plat, en Roberto y en algunos sitios m¨¢s. Aunque tambi¨¦n ha comido en otros restaurantes valencianos desabridas paellas de grano recocho o acaso sancocho, pelmazo y grasiento, sin socarrat alguno, salvo que lo haya y sepa a resquemaz¨®n. O sea que, si no pides paella, a lo mejor aciertas. Sobre todo si aborreces la paella, posibilidad que a nadie se le ocurre contemplar cuando se entera de que vas a Valencia.