?Por que gritaron las mujeres?
Los incidentes del pasado lunes en Jerusal¨¦n, en los que 21 palestinos resultaron muertos, han devuelto a las primeras p¨¢ginas de actualidad la casi olvidada revuelta de los territorios ocupados. Tal constituye para muchos israel¨ªes la mayor victoria pol¨ªtica de los palestinos y de Sadam Husein y una prueba de que el estallido de violencia era algo buscado. Fuentes palestinas han negado con rotundidad a EL PAIS que se provocaran los sucesos, aunque reconocen que el clima previo era muy tenso. S¨®lo los extremistas de ambos lados pueden salir beneficiados de una tragedia que hasta ahora tampoco ha logrado cambiar las alianzas ¨¢rabes.Para los israel¨ªes los objetivos palestinos est¨¢n muy claros. Por un lado, difundir una imagen de Israel como "brutal ocupante de las tierras ¨¢rabes y usurpador de los lugares santos". Por otro, forzar a los pa¨ªses ¨¢rabes que se han alineado con Estados Unidos en la crisis del Golfo -en especial, a Arabia Saud¨ª y a Egipto-, a exigir a su aliado alguna presi¨®n sobre Israel. Incluso, en ¨²ltima instancia, y si Washington no hubiera condenado los sucesos, a haber conseguido la divisi¨®n de la alianza contra Irak. La tibia respuesta para una convocatoria urgente de la Liga ?rabe solicitada por la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina ha alejado ese riesgo.Arsenal de piedras
S¨ª se trat¨® de un comportamiento espont¨¢neo, arguyen los israel¨ªes, ?por qu¨¦ hab¨ªa tal concentraci¨®n de fieles en la Explanada de las Mezquitas ese d¨ªa y dispon¨ªan de antemano de un verdadero arsenal de piedras? Esa misma duda ha generado un debate interno en la propia sociedad israel¨ª, en el que se hallan enfrentados la polic¨ªa y los servicios de seguridad general (SSG). Si de verdad los palestinos planeaban suscitar problemas, nadie puede creer que la polic¨ªa lo desconociera. El responsable de ese cuerpo, Jaacov Turner, insiste en que as¨ª,es, y ha negado ante la prensa haber recibido ning¨²n informe en ese sentido de los SSG.
Por su parte, fuentes de los SSG aseguran que el asunto se tem¨ªa desde que el pasado 2 de octubre el grupo extremista jud¨ªo Fieles del Monte Templo pidiera al Tribunal Supremo que anulara la prohibici¨®n que les impide colocar en ese lugar la piedra angular de un nuevo templo de Salom¨®n. El propio vicefiscal del Estado, Osnat Mander, ha reconocido que la polic¨ªa ten¨ªa "informaci¨®n de que pod¨ªan producirse des¨®rdenes p¨²blicos".
Fue precisamente la convicci¨®n de que los ultraortodoxos jud¨ªos entrar¨ªan en la Explanada, tal como ven¨ªan anunciando desde bastantes d¨ªas antes, lo que llev¨® a los palestinos a concentrarse all¨ª el pasado lunes para proteger las mezquitas. Las piedras, aducen, ten¨ªan un fin meramente defensivo. Los israel¨ªes insisten en que eso fue una simple excusa, ya que la amenaza de los Fieles se repite desde 1967, y la polic¨ªa siempre ha frenado a los extremistas.
La contradicci¨®n ha llevado a los palestinos a preguntarse a qu¨¦juegan los israel¨ªes. Si sospechaban que iba a haber incidentes no ten¨ªan m¨¢s que haber actuado de forma preventiva como ya han hecho en ocasiones anteriores, impidiendo el acceso al recinto sagrado. Y si no sab¨ªan nada, la cuesti¨®n es por qu¨¦ de antemano cerraron los accesos de Cisjordanla a Jerusal¨¦n, congregaron en esa ciudad a la mitad de la polic¨ªa del pa¨ªs y dejaron entrar en la Explanada a los j¨®venes, "principales actores de la revuelta", pero no a los ni?os, los turistas y los reporteros. Las declaraciones del propio ministro de la Polic¨ªa, Roni Milo, no apoyan precisamente la inocencia de los israel¨ªes. "Los ¨¢rabes ha recibido una lecci¨®n y no volve r¨¢n a repetir la jugada", declar Milo tras los sucesos.Seg¨²n la reconstrucci¨®n d los hechos que est¨¢n llevando cabo los propios palestinos, los incidentes se iniciaron cuando las mujeres, congregadas como de costumbre en torno a la mezquita del Domo de la Roca, empezaron a gritar. Los hombres, a una cincuentena de metros, en los aleda?os y en el interior de mezquita de Al Aksa, respondieron con una sola voz "Ala akbar" ("Dios es el m¨¢s grande"), y la emprendieron con la patrulla m¨¢s cercana, convencidos de que se hab¨ªa producido una agresi¨®n de los militares israel¨ªes. La pregunta de por qu¨¦ gritaron las mujeres -fundamental para saber qui¨¦n tir¨® la primera piedra- ha encontrado hasta el momento respuestas contradictorias.
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