Los socialistas italianos amenazan con abrir una crisis pol¨ªtica

Los esc¨¢ndalos sucesivos sobre el caso Moro y la existencia de unos servicios secretos paralelos y la actitud adoptada ante ellos por el primer ministro, el democristiano Giulio Andreotti, han provocado una dura reacci¨®n de sus socios en la coalici¨®n gubernamental, los socialistas, que colocan al pa¨ªs al borde de una crisis pol¨ªtica.

Aldo Moro hab¨ªa escrito a sus amigos del Partido Dem¨®crata Cristiano desde la prisi¨®n donde las Brigadas Rojas le tuvieron secuestrado durante 55 d¨ªas en 1978 que su muerte caer¨ªa sobre ellos "como una maldici¨®n". ?sto vuelve a ser al cabo de doce a?os signo de contradici¨®n pol¨ªtica tras el misterioso descubrimiento en Mil¨¢n de nuevos documentos suyos in¨¦ditos en los que los principales dirigentes de su partido, la Democracia Cristiana (DC), salen muy mal parados. El propio primer ministro Giulio Andreotti acaba de afirmar que est¨¢ convencido de que aparecer¨¢n nuevos documentos.De hecho, a tantos a?os de distancia de a tr¨¢gica y misteriosa muerte de Moro, cuando era secretario nacional de la DC, es como si de repente se hubiera desencadenado un terremoto entre las fuerzas pol¨ªticas de este pa¨ªs, deshaciendo antiguas alianzas y colocando al Gobierno a bordo de la crisis con la amenaza a?adida de unas elecciones anticipadas.

Todo ello qued¨® reflejado con gran claridad la tarde del mi¨¦rcoles cuando el presidente del Consejo, Giulio Andreotti, tuvo que responder ante el Parlamento a numerosas interpelaciones de la oposici¨®n por este esc¨¢ndalo.

A pesar de todos los esfuerzos que hizo el divino Andreotti por desdramatizar la situaci¨®n, el jefe del Gobierno no pudo dejar de advertir la gran tensi¨®n que se respiraba a su lado.

Baste decir que los ministros socialistas hab¨ªan abandonado el Parlamento como protesta porque Andreotti hab¨ªa decidio cambiar al jefe supremo de los servicios secretos, el general Martini, hombre del dirigente socialista Bettino Craxi, por el general D'Ambrosio.

Mientras Andreotti hablaba en el Parlamento, el vicepresidente de su Gobierno, el socialista Claudio Martelli difund¨ªa una carta a Andreotti acus¨¢ndole de actuar en "contra de la ley" con la destituci¨®n de Martini.

Desde Nueva York, el secretario socialista Bettino Craxi dio la raz¨®n a Martelli al afirmar que "las leyes hay que cumplirlas" y anunci¨® su regreso inmediato a Roma.