Blanca Marsillach

La m¨¢s joven de la saga Marsillach, Blanca, realiz¨® anoche el estreno m¨¢s sui g¨¦neris de su carrera profesional. Se presentaba en Madrid la obra El marinero, traducci¨®n de Carmen Mart¨ªn Gaite de la ¨²nica pieza teatral del poeta portugu¨¦s Fernando Pessoa, y la actriz, que es una de las cuatro int¨¦rpretes de la obra, estaba en C¨®rdoba representando un cl¨¢sico: El lindo don Diego, de Moreto, con la compa?¨ªa de Paco Portes. No fue una distracci¨®n, sino una coincidencia de fechas y una decisi¨®n, dice Blanca Marsillach, basada en que "es m¨¢s importante aprender que estrenar en Madrid, y he preferido que las glorias se las lleve otra y arriesgar un estreno en Madrid por un aprendizaje en provincias".Su ausencia -cubierta por Alejandra Guerrero Torray- en la obra de Pessoa s¨®lo durar¨¢ tres d¨ªas, los mismos que representa a Moreto en C¨®rdoba, y el martes pr¨®ximo se reincorporar¨¢ a las representaciones en Madrid de El marinero.

La joven actriz, de 23 a?os de edad, afirma: "Creo que cuando empec¨¦ en este oficio, hace cinco a?os, lo hice m¨¢s como desaf¨ªo, porque mi padre me hab¨ªa puesto muy alto el list¨®n, y seguramente tambi¨¦n por superficialidad. Pero, adem¨¢s, creo que hab¨ªa en m¨ª desde peque?a una vocaci¨®n que ahora, por fin, descubro que s¨ª exist¨ªa. No busco el ¨¦xito r¨¢pido y f¨¢cil, s¨®lo quiero aprender y absorber el teatro como una esponja".

Respecto a cu¨¢nto ayuda, o pesa, ser la hija de Adolfo Marsillach, una de las figuras m¨¢s destacadas de la escena teatral espa?ola durante los ¨²ltimos 30 a?os y hoy, adem¨¢s, m¨¢ximo responsable de teatro y m¨²sica en la Administraci¨®n, contesta: "Ahora empieza a no pesarme el apellido, pero me ha costado mucho porque yo soy una persona muy insegura y el peso del apellido te potencia la inseguridad, Adem¨¢s, mi padre me ha ayudado pero tambi¨¦n ha sido duro conmigo y me ha costado mucho callarle, pues ¨¦l, yo misma tambi¨¦n, pensaba que era negada para esto del teatro".

Y es que cuando Blanca Marsillach empez¨® a trabajar de actriz hace cinco a?os no fue teatro lo primero que hizo sino cine, principalmente pel¨ªculas mediocres y hasta alguna calificada X, como aquel espanto italiano La miel del diablo.

"Yo en aquella ¨¦poca no estaba bien f¨ªsica y ps¨ªquicamente. Viv¨ª un tiempo en Italia e hice de todo. Pero creo que he tenido suerte y dos personas que me han ayudado mucho", afirma. "Una fue el director de cine Mario Monicelli y otra ha sido el director de teatro Jos¨¦ Luis Alonso, que hace siete meses me admiti¨® en su curso para formar actores y me abri¨® un mundo desconocido".

Adem¨¢s de las dos obras que representa en la actualidad, la actriz tambi¨¦n interviene en una tercera, La noche toledana, con la compa?¨ªa de Juan Pedro Aguilar. "Parece que tengo una buena racha, que espero que continu¨¦ y acabe con mi fama de despistada", dice. Respecto al cine su afirmaci¨®n es categ¨®rica: "Me gustar¨ªa trabajar, pero m¨¢s por dinero que por otra cosa, pues creo que el teatro da m¨¢s a un actor que el cine; aunque sea m¨¢s duro. El teatro es como una buena comida con digesti¨®n y sobremesa maravillosa". Y vuelve a recordar al director Jos¨¦ Luis Alonso, recientemente fallecido: "Me afect¨® tanto que, cuando fui al velatorio, le ech¨¦ una bronca dici¨¦ndole como si estuviera vivo: 'Hay que ver c¨®mo eres. Hace poco me estabas ense?ando a tirarme de una ventana, y vas t¨² y te tiras de un balc¨®n'. Era una forma de hablar, de hacer que siguiera vivo".