Mejoran las carreteras a la espera de un tren que no llega

El tren de cercan¨ªas sigue siendo una frustraci¨®n para los 130.000 vecinos de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes, que no tienen m¨¢s comunicaci¨®n con Madrid que una carretera, la N-I, que en sus peores d¨ªas llega a tener retenciones de ocho kil¨®metros. Mientras llegan las mejoras, la carretera de Colmenar (N-I-607) acoge cientos de tr¨¢nsfugas. La N-I tiene un 11 % menos de tr¨¢fico desde que los automovilistas de Alcobendas decidieron perderse por peque?as carreteras para enlazar con la M-607, y eso que tampoco le faltan problemas. Su ¨²ltimo tramo est¨¢ al l¨ªmite de su capacidad.

Los autobuses interurbanos que cubren el servicio entre Madrid, Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes han tenido que aguantar el tir¨®n de la demanda de movilidad de la zona norte.En los ¨²ltimos cuatro a?os, la clientela de Interb¨²s, la empresa m¨¢s importante de la zona, ha aumentado un 36%. La oferta de Interb¨²s -56 autobuses en horas puntas- ha sido claramente superada por la desesperaci¨®n de los usuarios que en los ¨²ltimos meses han protagonizado m¨¢s deuna movilizaci¨®n.

Pero no hay otra alternativa de transporte colectivo para atender toda la demanda de la zona. El tren, que unir¨ªa San Sebasti¨¢n y Alcobendas con Chamart¨ªn, sigue siendo una intenci¨®n sobre la que Renfe y los Ayuntamientos afectados no paran de echar borrones.

No hay proyecto concreto, ni plazos definitivos, ni est¨¢ claro c¨®mo se financiar¨¢n los 15.000 millones de pesetas que costar¨¢. Seg¨²n Renfe, las obras deber¨¢n empezar antes de 1994, cuando finaliza el actual Plan de Cercan¨ªas. Nadie sabe cuando, aunque la compa?¨ªa ferroviaria ha adquirido suelo en una zona conocida como Cerro Farfate, donde podr¨ªa ubicarse una estaci¨®n y un aparcamiento subterr¨¢neo, informa

As¨ª las cosas, los usuarios del transporte colectivo y los del privado coinciden camino de Madrid en la misma carretera. Por la N-1 circulan a diario 90.690 veh¨ªculos (un 10% son pesados), seg¨²n la Intensidad Media Diaria (IMD) medida por el Ministerio de Obras P¨²blicas (MOPU). La mayor¨ªa coindice en el mismo periodo horario: entre las 7.30 y las 9.30, horas en las que las retenciones pueden extenderse desde el kil¨®metro 8,500 y el 17. La circulaci¨®n vespertina de salida tiene sus momentos cr¨ªticos, entre cinco y siete. Y los viernes, peor todav¨ªa.

Menos coches en la N-I

Desde Alcobendas y San Sebasti¨¢n parten diariamente unos 56.000 coches lo que supone un discreto 2,5% m¨¢s que hace' cinco a?os. Pero la mayor¨ªa no va a la N-I. Esta nacional es uno de los dos accesos cuyo aforo ha descendido en los ¨²ltimos cuatro a?os. El MOPU la ha catalogado en un nivel de servicio D en una escala que va de la A (ning¨²n problema) a la F (grandes retenciones).

Los tr¨¢nsfugas prefieren entrar en Madrid por la M-603, bien por el casco antiguo de Fuencarral o accediendo a la M-607. La Comunidad quiere mejorar est¨¢ funci¨®n de trasvase de la M-603 mejorando los enlaces con la N-I a la carretera de Colmenar -est¨¢ ¨²ltima contar¨¢ con un nudo nuevo- Tambi¨¦n pretende desdoblar la M- 110 que une Alcobendas con Barajas.

El paquete principal de obras del Plan de Accesos va dirigido a la N-l. En noviembre se abre la variante de Buitrago y ya est¨¢ adjudicada la de San Sebasti¨¢n de los Reyes y Alcobendas, con un coste de 3.248 millones de pesetas. Para finales de 1992 la carretera tendr¨¢ tres carriles hasta San Sebasti¨¢n -m¨¢s uno de servicio hasta el kil¨®metro 12- y dos carriles hasta el l¨ªmite de la provincia. Pero no todas las obras contentan al alcalde de Alcobendas, Jos¨¦ Caballero, qu¨¦ mantiene sus rifirrafe con el MOPU, al que ha acusado de privilegiar a los vecinos de La Moraleja al programar un acceso subterr¨¢nea a la urbanizaci¨®n. Las obras ocasionar¨¢n cortes en la N-I durante no menos de cuatro meses.

Ayuntamiento y Ministerio tampoco se ponen de acuerdo a la hora de decidir qui¨¦n amplia el paso subterr¨¢neo de acceso a Alcobendas desde la N-I, el punto negro m¨¢s recalcitrante de la v¨ªa.

El MOPU ha construido un enlace que evita el sem¨¢foro que regula el cruce entre la N-I y la carretera de Barajas pero ha dejado para el Ayuntamiento el final del trabajo: ensanchar el puente donde se unen las dos rutas. El ministerio, adem¨¢s, quiere cerrar el antiguo acceso mientras el municipio es partidario de mantener las dos entradas para diversificar el tr¨¢fico. Mientras siguen las discusiones, el nuevo acceso sigue cerrado.

Kil¨®metros arriba los proyectos son a m¨¢s largo plazo. La Comunidad est¨¢ estudiando un eje transversal que comunique,la N-I con la N-II a la altura de la actual M-100. Esta carretera, cuya tr¨¢fico se han triplicado en los ¨²ltimos a?os, absorve gran cantidad de tr¨¢fico pesado que se dirigen al corredor del Henares y a los pol¨ªgonos industriales de Aleete.

Cerca de este eje, que podr¨ªa ser la base de otro tramos de la M-50, pasar¨ªa una autopista de peaje cuya viabilidad econ¨®mica est¨¢ estudiando actualmente el MOPU. La carretera partir¨ªa de la autopista de peaje Madrid-Valle del Ebro en las proximidades de Paracuellos del Jarama. Este proyecto, contestado por grupo ecologistas, no tiene a¨²n plazos de e?ecuci¨®n.

Tren para Tres Cantos

La M-607, la otra gran arter¨ªa del norte de Madrid, est¨¢ al l¨ªmite de su capacidad, seg¨²n los responsables del MOPU. Su ¨²ltimo tramo, que transcurre entre los grandes centros sanitarios de La Paz y Ram¨®n y Cajal, soporta diariamente un tr¨¢fico de 117.500 veh¨ªculos, seg¨²n la IMD medida por el Ayuntamiento. En este punto, el m¨¢s congestionado de la v¨ªa, coinciden los 72.500 coches de la carretera de Colmenar, con los 30.000 que bajan desde Cardenal Herrera Oria y los 15.000 procedentes de la incompleta a¨²n avenida de la Ilustraci¨®n.

Sin embargo, no hay grandes planes para esta v¨ªa a excepci¨®n de una partida de 100 millones de pesetas que la Comunidad de Madrid ha reservado con destino al acondicionamiento paisaj¨ªstico de m¨¢rgenes y medianas. Los responsables consideran que los problemas acabar¨¢n cuando entre en servicio el tramo norte de la M-40, cuyas obras a¨²n no han comenzando.

Mientras tanto, sus ¨²ltimos kil¨®metros seguir¨¢n congestionados con retenciones de hasta dos kil¨®metros entre las siete y las nueve de la manana y durante parte de la tarde.

Pero los principales usuarios de esta v¨ªa, exlucidos los tr¨¢nsfugas de Alcobendas, vecinos y trabajadores de Tres Cantos y su Parque Tecn¨®logico y profesores y estudiantes de la Universidad Aut¨®noma- tendr¨¢n otras, alternativas. Ellos, por ejemplo, s¨ª tendr¨¢n tren en corto plazo.

La actual l¨ªnea C-1 (Alcal¨¢-Atocha-Cantoblanco) se est¨¢ prolongando hasta Tres Cantos con unas obras presupuestadas en unos 1.200 millones de pesetas. Cerca de 16.000 personas, un 21% m¨¢s que en en 1986, utilizan actualmente esta l¨ªnea. Con la ampliaci¨®n, que est¨¢ previsto que se terminen el pr¨®ximo oto?o, ser¨¢n el doble. Renfe espera llegar hasta los 30.000 viajeros.