La versi¨®n de 'Los jinetes del alba', seleccionada en Valladolid como la serie m¨¢s notable del a?o

El realizador Vicente Aranda ha presentado, en el marco de la 351 Semana de Cine de Valladolid, el que probablemente sea su proyecto m¨¢s ambicioso hasta la fecha: la adaptaci¨®n de la novela Los jinetes del alba, de Jes¨²s Fern¨¢ndez-Santos, realizada como serie con destino televisivo. Producida para TVE con un coste cercano a los 500 millones de pesetas, aunque rodada como si se tratase de un filme convencional de cuatro horas y media, la serie, seleccionada por el festival vallisoletano como la m¨¢s importante del a?o, comenzar¨¢ a emitirse el d¨ªa 16 de noviembre dividida en cinco cap¨ªtulos.

Publicada en 1984, justo a los 30 a?os de su primera obra, y cuando ya Fern¨¢ndez-Santos hab¨ªa logrado el Premio Nacional de Literatura (por Extramuros) y el Planeta (por Jaque a la dama), Los jinetes del alba cuenta un fragmento de la historia de Espa?a, los a?os que van desde los albores de la dictadura de Primo de Rivera hasta el comienzo de la oscura posguerra, a partir del microcosmos que constituye un peque?o pueblo de la monta?a asturiana que crece alrededor de Las Caldas, un balneario termal para enfermos pudientes.Vivencia en s¨ª misma, pero tambi¨¦n met¨¢fora del destino general del pa¨ªs, la historia que narra en sus p¨¢ginas no est¨¢ lejos, en intenciones e intereses, de los temas que Vicente Aranda ha cultivado en varios de sus filmes, que, como Si te dicen que ca¨ª o Tiempo de silencio, ambos adaptaciones literarias, tratan igualmente de las heridas causadas por la contienda civil o por el duro periodo que se abri¨® tras la derrota republicana.

Rodada en buena parte en escenarios del norte de Portugal y en menor medida en Asturias, la serie se centra en la vida de una joven ambiciosa y de origen humilde, Mari¨¢n (una impecable, brillante, Victoria Abril), prima lejana de la due?a del balneario; sus amores con el joven anarquista Mart¨ªn (un sorprendente y contenido Jorge Sanz), y el tortuoso camino que deber¨¢ recorrer en su lucha por la posesi¨®n del balneario. El itinerario, frecuentemente interceptado por el curso general de la historia (la revoluci¨®n asturiana de 1934, las elecciones de febrero de 1936, la sublevaci¨®n nacionalista y la guerra civil, la represi¨®n de ambos bandos) es en un penoso recorrido moral.

La estructura que eligen Aranda y su coguionista, Joaquim Jord¨¢, para la transcripci¨®n de la novela obvia la construcci¨®n en elipsis de ¨¦sta, aunque el tono de la serie es notablemente m¨¢s duro que el de su fuente, a veces desgarrador, otras expl¨ªcitamente brutal. Mari¨¢n no duda en ceder ante el acoso sexual del hermano de la due?a (Fernando Guill¨¦n), en cerrar los ojos a la relaci¨®n l¨¦sbica que su madre (Gloria Mu?oz) mantiene con el ama (la actriz argentina Graciela Borges), en intentar separar a Mart¨ªn de sus compa?eros anarquistas, con tal de obtener lo que se ha propuesto desde peque?a.

La serie, de impecable factura formal y con una cuidad¨ªsima fotograf¨ªa de Joan Amor¨®s, apuesta de forma m¨¢s clara que la novela por la recreaci¨®n del tel¨®n de fondo hist¨®rico.

De tal forma, la represi¨®n posterior a la guerra, suavemente eludida en la novela, se hace aqu¨ª sangrantemente presente y real, as¨ª como igualmente visible resulta la sordidez moral del bando de los vencedores.